¡Ay, Dios mío! Resulta que el aguinaldo de algunos va a salir un poquito más flaco este año. El Ministerio de Hacienda decidió ajustar el monto exento del Impuesto sobre la Renta (ISR), lo que significa que ahora más trabajadores van a tener que aportar unos colones más al país. No es que nos quieran robar, claro, pero el ajuste siempre pega duro en el bolsillo.
Para ponerle pausa a la historia, recuerden que esto viene pasando desde hace ratito. En el 2025, si ganabas ¢922.000 o menos, estabas libre de pagar el ISR. Pero ahora, ¡sorpresa!, ese monto bajó a ¢918.000. Eso sí, para la próxima semana igual podemos estar tranquilos porque ya estamos acostumbrados a estos cambios, ¿no?
Y no es un cambio aislado, maes. Esto va ligado a cómo han ido variando esos montos exentos año tras año. Revisemos rápido: en el 2016 éramos felices con ¢787.000, pero ahí fue cuando empezaron las correcciones que nos tienen así. Luego vino el 2023 con ¢941.000, un respiro breve, y ahora llegamos al 2024 con ¢929.000, para luego bajar aún más en el 2026. Una montaña rusa financiera, diría yo.
Pero bueno, no todo es tan negro. Si te vas de lleno, dependiendo de cuánto ganes, la cosa cambia. Por ejemplo, si ganas más de ¢918.000 y hasta ¢1.347.000, te tocará pagar el 10%. Si andas ganando más de eso, pero hasta ¢2.364.000, pues se eleva al 15%. Y si eres de los que se lucen, digamos que más de ¢4.727.000, prepárate para entregar el 25%. ¡Una verdadera escalada!
Según explican desde Hacienda, estas modificaciones se basan en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). O sea, que dicen que lo hacen para mantener el sistema acorde a la inflación. Suena técnico, pero en el fondo lo que quieren decirnos es que los precios suben y ellos tienen que hacer ajustes para que sigan sacando su agosto. Como dice mi abuela, “el país necesita comer”.
Ahora, para aliviar un poco el golpe, existen algunos créditos que puedes aplicar. Si tienes hijos, podrías obtener un descuento de ¢1.710 mensuales por cada uno. Y si estás casado, puedes descontar ¢2.590 mensuales. Un granito de arena para los que andamos armando familia. Lo mismo aplica para los negocios, donde hay otros tramos y porcentajes aplicables al ISR. Siempre hay que buscarle la vuelta, ¿verdad?
De hecho, para las empresas pequeñas, las cosas tampoco vienen así de fáciles. También hubo cambios en los límites para no pagar el impuesto, reduciéndose de ¢119.629.000 a ¢119.174.000. Así que si tienes un negocio pequeño, revisa bien tus cuentas para ver cómo te afecta este ajuste. Más vale prevenir que lamentar, como dice el refrán.
En fin, parece que este año tendremos que apretarnos un poquito más el cinturón. ¡Qué fastidio! Pero bueno, así es la vida. Ahora me pregunto, ¿creen que con todos estos ajustes al ISR, el gobierno logrará realmente aumentar sus ingresos o simplemente estará afectando más a la clase trabajadora? Déjenme saber qué piensan en los comentarios, ¡quiero leer sus opiniones!
Para ponerle pausa a la historia, recuerden que esto viene pasando desde hace ratito. En el 2025, si ganabas ¢922.000 o menos, estabas libre de pagar el ISR. Pero ahora, ¡sorpresa!, ese monto bajó a ¢918.000. Eso sí, para la próxima semana igual podemos estar tranquilos porque ya estamos acostumbrados a estos cambios, ¿no?
Y no es un cambio aislado, maes. Esto va ligado a cómo han ido variando esos montos exentos año tras año. Revisemos rápido: en el 2016 éramos felices con ¢787.000, pero ahí fue cuando empezaron las correcciones que nos tienen así. Luego vino el 2023 con ¢941.000, un respiro breve, y ahora llegamos al 2024 con ¢929.000, para luego bajar aún más en el 2026. Una montaña rusa financiera, diría yo.
Pero bueno, no todo es tan negro. Si te vas de lleno, dependiendo de cuánto ganes, la cosa cambia. Por ejemplo, si ganas más de ¢918.000 y hasta ¢1.347.000, te tocará pagar el 10%. Si andas ganando más de eso, pero hasta ¢2.364.000, pues se eleva al 15%. Y si eres de los que se lucen, digamos que más de ¢4.727.000, prepárate para entregar el 25%. ¡Una verdadera escalada!
Según explican desde Hacienda, estas modificaciones se basan en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). O sea, que dicen que lo hacen para mantener el sistema acorde a la inflación. Suena técnico, pero en el fondo lo que quieren decirnos es que los precios suben y ellos tienen que hacer ajustes para que sigan sacando su agosto. Como dice mi abuela, “el país necesita comer”.
Ahora, para aliviar un poco el golpe, existen algunos créditos que puedes aplicar. Si tienes hijos, podrías obtener un descuento de ¢1.710 mensuales por cada uno. Y si estás casado, puedes descontar ¢2.590 mensuales. Un granito de arena para los que andamos armando familia. Lo mismo aplica para los negocios, donde hay otros tramos y porcentajes aplicables al ISR. Siempre hay que buscarle la vuelta, ¿verdad?
De hecho, para las empresas pequeñas, las cosas tampoco vienen así de fáciles. También hubo cambios en los límites para no pagar el impuesto, reduciéndose de ¢119.629.000 a ¢119.174.000. Así que si tienes un negocio pequeño, revisa bien tus cuentas para ver cómo te afecta este ajuste. Más vale prevenir que lamentar, como dice el refrán.
En fin, parece que este año tendremos que apretarnos un poquito más el cinturón. ¡Qué fastidio! Pero bueno, así es la vida. Ahora me pregunto, ¿creen que con todos estos ajustes al ISR, el gobierno logrará realmente aumentar sus ingresos o simplemente estará afectando más a la clase trabajadora? Déjenme saber qué piensan en los comentarios, ¡quiero leer sus opiniones!