¡Ay, ay, ay, mi gente! Prepárense porque este sábado nos va a caer un chaparrón de esos que te dejan empapado hasta los huesos. El Instituto Meteorológico Nacional (IMN), esos que siempre dan en el clavo, mandaron un aviso bomba temprano esta mañana: lluvias y tormentas eléctricas para varias partes del país. Parece que la Zona de Convergencia Intertropical no piensa relajarse precisamente ahora y nos trae turbulencias atmosféricas a tope.
Y no es un lluviecito pasajero, brete. Según el pronóstico oficial, las lluvias empezarán a media mañana y se intensificarán por la tarde y la noche. Principalmente le tocará al Pacífico, pero luego se extenderá por casi todo el país. Estamos hablando de acumulados entre 30 y 60 milímetros, ¡y en algunos lugares podrían llegar hasta 100! Diay, qué vara… esperamos que nadie salga lastimado por esto.
En el Valle Central y la Zona Norte, si bien no serán tan intensas como en el Pacífico, sí tendremos lluvias dispersas, sobre todo por la tarde. Y ojo, porque también podría haber tormentas eléctricas y esos neblineros que te bajan la visibilidad de golpe. Imagínense ir por ruta 1 y de repente, ¡zas!, no ves ni la mano frente a la cara. En la costa caribeña, la cosa pinta un poco más tranquila, aunque podrían darse algunas lloviznas aisladas, especialmente en las montañas. Así que, tranquilos, pero alerta, ¿eh?
Pero ahí no acaba la cosa, maes. Lo preocupante es que ya estamos con los suelos bastante saturados en varios puntos del país: Guanacaste, la Península de Nicoya, la Zona Norte y el Pacífico Sur. Esto significa que la probabilidad de deslizamientos, inundaciones y desbordamientos de ríos y quebradas es más alta de lo normal. ¡Qué torta! Ya sabemos cómo reaccionan nuestras comunidades cuando el agua se sale de control. Hay que estar muy atentos y tomar precauciones.
El IMN, sabiendo que somos medio despistados, nos dio unas recomendaciones que vale la pena escuchar. Primero, eviten estar cerca de árboles o cables de luz durante las tormentas. Segundo, busquen refugio en lugares seguros. Y tercero, manténganse informados a través de sus canales oficiales. No sean como esos que esperan a que les caiga el rayo encima para darse cuenta. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
Por otro lado, mientras tanto, seguimos con el tema del 5G. ICE, fiel a su estilo, sigue reafirmando que todo el proceso de licitación para implementar la red 5G en el país se está haciendo con total transparencia y basándose en criterios técnicos sólidos. Dicen que quieren demostrarle a todos que no hay ningún tipo de juego sucio. Aunque, con toda esta agua que se viene, uno se queda pensando si realmente eso es lo más importante ahorita. Con razón dicen que a veces los políticos viven en otra realidad…
Ahora, miren, con tanta preocupación por el clima y el futuro de la tecnología, me pregunto si nosotros, los ticos, estamos preparados mentalmente para afrontar estos cambios. Entre el cambio climático, la incertidumbre económica y todas esas cosas, a veces da ganas de agarrarse la cabeza. Pero bueno, ahí vamos, luchando día a día como sabemos hacerlo. Al final, somos un pueblo resiliente, ¿no creen?
Así que, mi gente, preparen paraguas, botas de agua y pilas de paciencia. Que tengan un buen fin de semana, ¡pero cuidémonos mucho! Ahora dime, ¿cuál crees que será el impacto más significativo de estas lluvias en nuestras comunidades y cómo podemos prepararnos mejor para enfrentar futuros eventos climáticos extremos?
Y no es un lluviecito pasajero, brete. Según el pronóstico oficial, las lluvias empezarán a media mañana y se intensificarán por la tarde y la noche. Principalmente le tocará al Pacífico, pero luego se extenderá por casi todo el país. Estamos hablando de acumulados entre 30 y 60 milímetros, ¡y en algunos lugares podrían llegar hasta 100! Diay, qué vara… esperamos que nadie salga lastimado por esto.
En el Valle Central y la Zona Norte, si bien no serán tan intensas como en el Pacífico, sí tendremos lluvias dispersas, sobre todo por la tarde. Y ojo, porque también podría haber tormentas eléctricas y esos neblineros que te bajan la visibilidad de golpe. Imagínense ir por ruta 1 y de repente, ¡zas!, no ves ni la mano frente a la cara. En la costa caribeña, la cosa pinta un poco más tranquila, aunque podrían darse algunas lloviznas aisladas, especialmente en las montañas. Así que, tranquilos, pero alerta, ¿eh?
Pero ahí no acaba la cosa, maes. Lo preocupante es que ya estamos con los suelos bastante saturados en varios puntos del país: Guanacaste, la Península de Nicoya, la Zona Norte y el Pacífico Sur. Esto significa que la probabilidad de deslizamientos, inundaciones y desbordamientos de ríos y quebradas es más alta de lo normal. ¡Qué torta! Ya sabemos cómo reaccionan nuestras comunidades cuando el agua se sale de control. Hay que estar muy atentos y tomar precauciones.
El IMN, sabiendo que somos medio despistados, nos dio unas recomendaciones que vale la pena escuchar. Primero, eviten estar cerca de árboles o cables de luz durante las tormentas. Segundo, busquen refugio en lugares seguros. Y tercero, manténganse informados a través de sus canales oficiales. No sean como esos que esperan a que les caiga el rayo encima para darse cuenta. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
Por otro lado, mientras tanto, seguimos con el tema del 5G. ICE, fiel a su estilo, sigue reafirmando que todo el proceso de licitación para implementar la red 5G en el país se está haciendo con total transparencia y basándose en criterios técnicos sólidos. Dicen que quieren demostrarle a todos que no hay ningún tipo de juego sucio. Aunque, con toda esta agua que se viene, uno se queda pensando si realmente eso es lo más importante ahorita. Con razón dicen que a veces los políticos viven en otra realidad…
Ahora, miren, con tanta preocupación por el clima y el futuro de la tecnología, me pregunto si nosotros, los ticos, estamos preparados mentalmente para afrontar estos cambios. Entre el cambio climático, la incertidumbre económica y todas esas cosas, a veces da ganas de agarrarse la cabeza. Pero bueno, ahí vamos, luchando día a día como sabemos hacerlo. Al final, somos un pueblo resiliente, ¿no creen?
Así que, mi gente, preparen paraguas, botas de agua y pilas de paciencia. Que tengan un buen fin de semana, ¡pero cuidémonos mucho! Ahora dime, ¿cuál crees que será el impacto más significativo de estas lluvias en nuestras comunidades y cómo podemos prepararnos mejor para enfrentar futuros eventos climáticos extremos?
