¡Ay, Dios mío, qué vaina! Parece que la cosa está que arde en la casa presidencial. El TSE, pa’lante, solicitó a la Asamblea Legislativa que le levanten la inmunidad al presidente Chaves por un buen puñado de casos. Quinze, ¡quincenario!, de denuncias acumuladas se les juntaron y dijeron ‘basta’. Ahora todos los ojos puestos en el Congreso para ver qué onda con esta movida.
Todo esto arranca de una resolución de la Sección Especializada del TSE, que revisó un montón de denuncias que le cayeron al mandatario. Pa' darle contexto, estos casos van desde declaraciones polémicas hasta manejos que algunos consideran poco transparentes. Ya saben, la política es como la olla: siempre burbujeando algo. Entre los que pusieron el ojo encima tenemos desde partidos políticos hasta diputados y politólogos, todos buscando que se haga justicia, digámoslo así.
Uno de los casos que encendió las alarmas fue la denuncia del PLN, allá por diciembre del año pasado, cuando Don Ricardo Sancho Chavarría le echó agua fría a unas declaraciones del presidente en cadena nacional. Según él, Chaves estaba tratando de influir en el electorado con miras a las elecciones del 2026. El mae soltó la frasecita de “si no logramos poner y sacar a los que usted sabe” y eso prendió las alarmas en Casa Amarilla. Dicen que eso violaba el principio de neutralidad, ¡qué sal!
Pero no solo el PLN puso el dedo en la llaga. Un ciudadano llamado Allen Solera Cordero también se quejó por esas mismas declaraciones, alegando beligerancia política. Además, hubo denuncias del PAC y del FA, todas apuntando a que el presidente andaba metiéndose en terrenos peligrosos con sus dichos en conferencias de prensa. Parece que el presidente no midió bien las consecuencias de lo que decía, y ahora enfrenta las consecuencias. ¡Qué carga!
Luego vinieron otras acusaciones en marzo, relacionadas con unas declaraciones hechas durante el acto inaugural del curso escolar. Allí, Chaves volvió a insistir en la necesidad de tener 40 congresistas de un solo color político para poder avanzar con su agenda. Y para colmo, lanzó la promesa de unos jugosos $30.000 mensuales para aquellos que se ganaran su apoyo. ¿Quién se resiste a eso, diay?
La cosa se complicó aún más cuando la Sección Especializada del TSE ordenó investigar al presidente por alusiones a la imagen de un jaguar, que resulta que coincide con la divisa de un partido político en proceso de inscripción. ¿Será que el presidente anda jugando a ser Simba? Las cosas se ponen cada vez más interesantes, ¿verdad? De hecho, ya hubo medidas cautelares, con el TSE advirtiéndole al presidente que no induzca al electorado ni haga comentarios partidistas.
Y ni hablar del recurso de amparo electoral presentado por Claudio Alpízar, el politólogo. Ese mae sí que está poniendo lupa en cada movimiento del presidente. El TSE incluso lo apercibió de que cualquier desobediencia a las órdenes podría considerarse un delito. Alpízar alega que Chaves ha construido una narrativa que favorece a un sector específico y que eso afecta el derecho a un proceso electoral equitativo. Digamos que Alpízar está sacando a relucir la verdad detrás de la fachada, ¡qué chiva!
Ahora, con esta solicitud formal de desafuero, la pelota está en el techo de la Asamblea Legislativa. Veremos si los diputados deciden levantarle la inmunidad al presidente o si todo esto se queda en un mero rumor. ¿Cree usted que la Asamblea Legislativa actuará con independencia y tomará la decisión correcta, o será presa de presiones políticas? ¡Compártanos su opinión en el foro!”,
Todo esto arranca de una resolución de la Sección Especializada del TSE, que revisó un montón de denuncias que le cayeron al mandatario. Pa' darle contexto, estos casos van desde declaraciones polémicas hasta manejos que algunos consideran poco transparentes. Ya saben, la política es como la olla: siempre burbujeando algo. Entre los que pusieron el ojo encima tenemos desde partidos políticos hasta diputados y politólogos, todos buscando que se haga justicia, digámoslo así.
Uno de los casos que encendió las alarmas fue la denuncia del PLN, allá por diciembre del año pasado, cuando Don Ricardo Sancho Chavarría le echó agua fría a unas declaraciones del presidente en cadena nacional. Según él, Chaves estaba tratando de influir en el electorado con miras a las elecciones del 2026. El mae soltó la frasecita de “si no logramos poner y sacar a los que usted sabe” y eso prendió las alarmas en Casa Amarilla. Dicen que eso violaba el principio de neutralidad, ¡qué sal!
Pero no solo el PLN puso el dedo en la llaga. Un ciudadano llamado Allen Solera Cordero también se quejó por esas mismas declaraciones, alegando beligerancia política. Además, hubo denuncias del PAC y del FA, todas apuntando a que el presidente andaba metiéndose en terrenos peligrosos con sus dichos en conferencias de prensa. Parece que el presidente no midió bien las consecuencias de lo que decía, y ahora enfrenta las consecuencias. ¡Qué carga!
Luego vinieron otras acusaciones en marzo, relacionadas con unas declaraciones hechas durante el acto inaugural del curso escolar. Allí, Chaves volvió a insistir en la necesidad de tener 40 congresistas de un solo color político para poder avanzar con su agenda. Y para colmo, lanzó la promesa de unos jugosos $30.000 mensuales para aquellos que se ganaran su apoyo. ¿Quién se resiste a eso, diay?
La cosa se complicó aún más cuando la Sección Especializada del TSE ordenó investigar al presidente por alusiones a la imagen de un jaguar, que resulta que coincide con la divisa de un partido político en proceso de inscripción. ¿Será que el presidente anda jugando a ser Simba? Las cosas se ponen cada vez más interesantes, ¿verdad? De hecho, ya hubo medidas cautelares, con el TSE advirtiéndole al presidente que no induzca al electorado ni haga comentarios partidistas.
Y ni hablar del recurso de amparo electoral presentado por Claudio Alpízar, el politólogo. Ese mae sí que está poniendo lupa en cada movimiento del presidente. El TSE incluso lo apercibió de que cualquier desobediencia a las órdenes podría considerarse un delito. Alpízar alega que Chaves ha construido una narrativa que favorece a un sector específico y que eso afecta el derecho a un proceso electoral equitativo. Digamos que Alpízar está sacando a relucir la verdad detrás de la fachada, ¡qué chiva!
Ahora, con esta solicitud formal de desafuero, la pelota está en el techo de la Asamblea Legislativa. Veremos si los diputados deciden levantarle la inmunidad al presidente o si todo esto se queda en un mero rumor. ¿Cree usted que la Asamblea Legislativa actuará con independencia y tomará la decisión correcta, o será presa de presiones políticas? ¡Compártanos su opinión en el foro!”,