¡Ay, Dios mío! Esto sí que está feo, pura sal. Resulta que el Gobierno, pa' ahorrar unos colones, le quiere dar la chancla a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Dicen que pa' 2026, la Caja necesita ¢903 mil millones para el Seguro de Salud, ¡una suma de pelos! Pero Hacienda anda agarrada de las pelotas y solo piensa darle ¢510 mil millones, ¡el 55%! Así, a medio hacer, dejando a la Caja con la boca abierta.
Y ni hablar de la deuda acumulada. Gustavo Picado, el gerente financiero de la CCSS, ya soltó la bomba: “Arrancamos el año con más de ¢400 mil millones de deuda adicional”. Imagínate, acumulando varas y varas, mientras el Gobierno juega con fuego. Esto no pinta bien para nadie, chavales, porque al final, nosotros, los asegurados, somos quienes terminamos pagando la nota.
Pero la cosa va aún más allá del Seguro de Salud. Pa’ los trabajadores públicos, que tienen derecho a atención médica, el gobierno se comprometió a pagar ¢314 mil millones, pero solo presupuestó ¢289 mil millones. ¿Se dan cuenta? Ya se están fajando ahí mismo. Y si hablamos de las leyes especiales, esas que protegen a niños, enfermos y otras poblaciones vulnerables... ¡qué desastre! Necesitan ¢130 mil millones y solo van a recibir ¢25 mil millones. ¡Una burla!
Haciendo cuentas, y echándole ojo a los números, la planilla general de la CCSS para el 2026 es de ¢7.3 billones, y la mayor parte, ¡¢4.5 billones!, se destina al Seguro de Salud. ¡Eso es un buen brete! El resto se reparte entre el Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (¢2.5 billones) y el Régimen No Contributivo (¢167 mil millones), representando un 13.3% del Producto Interno Bruto (PIB) proyectado. A ver, vayan haciendo sus propias cuentas porque esto huele raro.
Vamos a ponerles algunos ejemplos concretos, porque así queda más claro el desmadre. Por ejemplo, pa' los exámenes de ADN necesitan ¢856 millones, pero Hacienda solo gira ¢193 millones. ¡Menos de la mitad! Con la Ley Tabaco pasa lo mismo: la Caja pide ¢15 mil millones y les dan solo ¢3.400 millones. Y ni hablemos del VIH, donde la diferencia es abismal: ¢3 mil millones solicitados y solo ¢2 mil millones aprobados. ¡Esto es irse al traste, señores! Nos están dejando secos.
Todo este panorama preocupa mucho, especialmente porque sabemos que la CCSS es el andamiaje de nuestro sistema de salud. Si le siguen apretando el botón, la calidad de la atención se va a desplomar. Las filas van a crecer más, los medicamentos escasearán y, en fin, vamos a terminar sufriendo las consecuencias. Y eso, aquí en Costa Rica, no es precisamente bueno, porque sabemos que dependemos mucho de ella, ¿eh?
Algunos analistas dicen que esto es una señal de que el país está en crisis económica, y que el Gobierno está tratando de salir adelante a cualquier costo. Otros, más críticos, aseguran que es una muestra de irresponsabilidad y falta de visión política. Lo cierto es que, mientras más tiempo pase, peor será la situación. Es urgente que el Gobierno escuche a la ciudadanía y revise esos presupuestos. Porque, al final, este brete nos toca a todos, maes.
Ahora me pregunto: ¿Creem que es justo que el gobierno recorte fondos esenciales como los de la CCSS, poniendo en riesgo nuestra salud y bienestar, o deberíamos exigir un replanteamiento inmediato de estas políticas económicas? ¿Qué opinan ustedes, compañeros del Foro?
Y ni hablar de la deuda acumulada. Gustavo Picado, el gerente financiero de la CCSS, ya soltó la bomba: “Arrancamos el año con más de ¢400 mil millones de deuda adicional”. Imagínate, acumulando varas y varas, mientras el Gobierno juega con fuego. Esto no pinta bien para nadie, chavales, porque al final, nosotros, los asegurados, somos quienes terminamos pagando la nota.
Pero la cosa va aún más allá del Seguro de Salud. Pa’ los trabajadores públicos, que tienen derecho a atención médica, el gobierno se comprometió a pagar ¢314 mil millones, pero solo presupuestó ¢289 mil millones. ¿Se dan cuenta? Ya se están fajando ahí mismo. Y si hablamos de las leyes especiales, esas que protegen a niños, enfermos y otras poblaciones vulnerables... ¡qué desastre! Necesitan ¢130 mil millones y solo van a recibir ¢25 mil millones. ¡Una burla!
Haciendo cuentas, y echándole ojo a los números, la planilla general de la CCSS para el 2026 es de ¢7.3 billones, y la mayor parte, ¡¢4.5 billones!, se destina al Seguro de Salud. ¡Eso es un buen brete! El resto se reparte entre el Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (¢2.5 billones) y el Régimen No Contributivo (¢167 mil millones), representando un 13.3% del Producto Interno Bruto (PIB) proyectado. A ver, vayan haciendo sus propias cuentas porque esto huele raro.
Vamos a ponerles algunos ejemplos concretos, porque así queda más claro el desmadre. Por ejemplo, pa' los exámenes de ADN necesitan ¢856 millones, pero Hacienda solo gira ¢193 millones. ¡Menos de la mitad! Con la Ley Tabaco pasa lo mismo: la Caja pide ¢15 mil millones y les dan solo ¢3.400 millones. Y ni hablemos del VIH, donde la diferencia es abismal: ¢3 mil millones solicitados y solo ¢2 mil millones aprobados. ¡Esto es irse al traste, señores! Nos están dejando secos.
Todo este panorama preocupa mucho, especialmente porque sabemos que la CCSS es el andamiaje de nuestro sistema de salud. Si le siguen apretando el botón, la calidad de la atención se va a desplomar. Las filas van a crecer más, los medicamentos escasearán y, en fin, vamos a terminar sufriendo las consecuencias. Y eso, aquí en Costa Rica, no es precisamente bueno, porque sabemos que dependemos mucho de ella, ¿eh?
Algunos analistas dicen que esto es una señal de que el país está en crisis económica, y que el Gobierno está tratando de salir adelante a cualquier costo. Otros, más críticos, aseguran que es una muestra de irresponsabilidad y falta de visión política. Lo cierto es que, mientras más tiempo pase, peor será la situación. Es urgente que el Gobierno escuche a la ciudadanía y revise esos presupuestos. Porque, al final, este brete nos toca a todos, maes.
Ahora me pregunto: ¿Creem que es justo que el gobierno recorte fondos esenciales como los de la CCSS, poniendo en riesgo nuestra salud y bienestar, o deberíamos exigir un replanteamiento inmediato de estas políticas económicas? ¿Qué opinan ustedes, compañeros del Foro?
