¡Ay, Dios mío! Parece que el clima en el Atlántico no quiere calmarse ni un poquito. Después de unos días tranquilos, la cosa se puso movidita con la tormenta tropical Humberto dando vueltas por ahí, y encima, otra onda tropical buscando dónde meterse, ¡qué situación!
Resulta que el Centro Nacional de Huracanes (NHC) dice que Humberto tiene vientos de casi 100 kilómetros por hora y anda vagando solito por el Atlántico. No parece que vaya a tocar tierra firme por ahora, pero bueno, nunca hay que confiarse, ¿verdad?
Pero eso no es todo, porque también tenemos una onda tropical rondando cerca de las Bahamas, y los expertos le dan casi el 90% de posibilidades de convertirse en ciclón en los próximos días. ¡Una locura!, de verdad que este año está sacando relajo. Según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), esta onda tropical, la número 33 para ser exactos, se mueve peligrosamente cerca de La Española y las islas Turcas y Caicos.
Lo peor de todo es que dicen que esta onda tropical podría crecer hasta convertirse en depresión tropical entre viernes y el fin de semana, e incluso podría transformarse en tormenta. Así que, aunque estemos acá tranquilitos en Costa Rica, nuestros vecinos del Caribe tienen que estar muy atentos, porque podrían recibir fuertes lluvias y rachas de viento bastante considerables. ¡Pobre diablo!
Y hablando de rachas de viento, recuerden que Gabrielle, esa que nos tuvo al borde del ataque de nervios hace poco, se degradó a ciclón post-tropical y ahora anda dando vueltas por el Atlántico Norte, lejos de nosotros – gracias a Dios, porque ya estábamos hartos de sustos. Pero esto demuestra que la temporada de huracanes todavía no ha terminado, y que debemos mantener la calma, pero ojo avizor.
Como siempre, las condiciones atmosféricas y oceánicas andan calientes, propiciando que estos sistemas se fortalezcan y evolucionen a huracanes o tormentas tropicales. Es como si la naturaleza estuviera tratando de enseñarnos una lección… o simplemente aburriéndose y queriendo ponerle emoción al asunto. Para entender un poquito mejor cómo funcionan estas cosas, recordemos que una tormenta es un sistema giratorio con nubes y tormentas, clasificado según la velocidad de sus vientos: desde depresiones tropicales (vientos menores a 55 km/h) hasta huracanes mayores (más de 110 km/h).
Ahora, la buena noticia es que, según el IMN, por el momento, ninguno de estos sistemas representa un riesgo directo para Costa Rica. Están bien lejanos del mar Caribe, así que podemos respirar tranquilos por ahora. Sin embargo, tampoco podemos bajar la guardia, porque los ciclones en el Atlántico pueden causarnos problemas indirectos, como oleaje fuerte, marejadas o más humedad en el ambiente. Total, ¡con lo que hemos pasado en los últimos años, no nos sorprende mucho nada!
Estamos justo en pleno pico de la temporada de huracanes, de septiembre a noviembre, y el IMN prevé que tendremos una temporada un poquito más intensa de lo normal, con entre 14 y 16 sistemas nombrados. Ya vimos cinco tormentas tropicales y un huracán mayor este año, además de 29 ondas tropicales que nos afectaron directa o indirectamente. Con este panorama, lo mejor es mantenerse informados y preparados, porque nunca se sabe cuándo nos va a tocar enfrentar una nueva “torta”. ¿Ustedes creen que deberíamos empezar a prepararnos mentalmente para un huracán, aunque el IMN diga que estamos seguros?
Resulta que el Centro Nacional de Huracanes (NHC) dice que Humberto tiene vientos de casi 100 kilómetros por hora y anda vagando solito por el Atlántico. No parece que vaya a tocar tierra firme por ahora, pero bueno, nunca hay que confiarse, ¿verdad?
Pero eso no es todo, porque también tenemos una onda tropical rondando cerca de las Bahamas, y los expertos le dan casi el 90% de posibilidades de convertirse en ciclón en los próximos días. ¡Una locura!, de verdad que este año está sacando relajo. Según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), esta onda tropical, la número 33 para ser exactos, se mueve peligrosamente cerca de La Española y las islas Turcas y Caicos.
Lo peor de todo es que dicen que esta onda tropical podría crecer hasta convertirse en depresión tropical entre viernes y el fin de semana, e incluso podría transformarse en tormenta. Así que, aunque estemos acá tranquilitos en Costa Rica, nuestros vecinos del Caribe tienen que estar muy atentos, porque podrían recibir fuertes lluvias y rachas de viento bastante considerables. ¡Pobre diablo!
Y hablando de rachas de viento, recuerden que Gabrielle, esa que nos tuvo al borde del ataque de nervios hace poco, se degradó a ciclón post-tropical y ahora anda dando vueltas por el Atlántico Norte, lejos de nosotros – gracias a Dios, porque ya estábamos hartos de sustos. Pero esto demuestra que la temporada de huracanes todavía no ha terminado, y que debemos mantener la calma, pero ojo avizor.
Como siempre, las condiciones atmosféricas y oceánicas andan calientes, propiciando que estos sistemas se fortalezcan y evolucionen a huracanes o tormentas tropicales. Es como si la naturaleza estuviera tratando de enseñarnos una lección… o simplemente aburriéndose y queriendo ponerle emoción al asunto. Para entender un poquito mejor cómo funcionan estas cosas, recordemos que una tormenta es un sistema giratorio con nubes y tormentas, clasificado según la velocidad de sus vientos: desde depresiones tropicales (vientos menores a 55 km/h) hasta huracanes mayores (más de 110 km/h).
Ahora, la buena noticia es que, según el IMN, por el momento, ninguno de estos sistemas representa un riesgo directo para Costa Rica. Están bien lejanos del mar Caribe, así que podemos respirar tranquilos por ahora. Sin embargo, tampoco podemos bajar la guardia, porque los ciclones en el Atlántico pueden causarnos problemas indirectos, como oleaje fuerte, marejadas o más humedad en el ambiente. Total, ¡con lo que hemos pasado en los últimos años, no nos sorprende mucho nada!
Estamos justo en pleno pico de la temporada de huracanes, de septiembre a noviembre, y el IMN prevé que tendremos una temporada un poquito más intensa de lo normal, con entre 14 y 16 sistemas nombrados. Ya vimos cinco tormentas tropicales y un huracán mayor este año, además de 29 ondas tropicales que nos afectaron directa o indirectamente. Con este panorama, lo mejor es mantenerse informados y preparados, porque nunca se sabe cuándo nos va a tocar enfrentar una nueva “torta”. ¿Ustedes creen que deberíamos empezar a prepararnos mentalmente para un huracán, aunque el IMN diga que estamos seguros?