¡Deeeeema! Aquí vamos otra vez con el rollo de las frecuencias. Resulta que Sutel, la bichera de las telecomunicaciones, acaba de publicar los pliegos para que los ‘maes’ puedan pujar por radio AM, FM y tele. Dicen que todo está chupado, transparente y listo para que cualquiera pueda meterse en el brete, pero aquí, conociéndolos, siempre hay un trasfondo, ¿no?
La verdad es que esto viene de arrastre, diay. Desde abril que andaban consultando con la gente, pero entre tanto “consejo” y tanto papeleo, parece que todavía estamos atados de manos. Hablando claro, hace poco se aprobó extender las concesiones de las emisoras que ya estaban operando, una movida que causó más que un empacho al TSE, esos señores que quieren mantener todo en orden para las elecciones del 2026.
Federico Chacón, el presidente del consejo directivo de Sutel, le soltó unas verdades: “El concurso está bien diseñado, facilito pa’ que todos participen y cubran todo el país”. Suena lindo, ¿verdad?, pero la realidad es que entrarle a este negocio requiere unos billetes considerables. No cualquier ‘mae’ puede simplemente aparecer y comprarse una frecuencia. Hay montones de requisitos, plazos, y encima, ahora va a haber una fase de puja, así que prepárense para ver cómo se sube el precio a niveles de locura.
El proceso, según Sutel, consta de nueve etapas, incluyendo la recepción de ofertas que dura casi dos meses. Después, evalúan si cumplimos con los requisitos, hacemos la puja, le avisamos al Micitt… ¡ufff!, un laberinto digno de Indiana Jones. Ah, y por si fuera poco, tienen una sesión informativa virtual el 2 de octubre. Así que, si les interesa, apúrense a registrarse porque los cupos seguro vuelan más rápido que un colibrí buscando néctar.
Y hablando de esas concesiones que anduvieron dando que hablar, recuerden el lío con Rodrigo Chaves amenazando con apagar las señales si no llegaba una ley nueva. ¡Qué despiche! Al final, el TSE tuvo que intervenir y decirles que aguantaran un poquito, porque necesitan los medios para informar durante las campañas electorales. Parece que siempre hay algún drama interrumpiendo la tranquilidad del país, ¿verdad, maes?
Pero bueno, dejando atrás el circo político, volvamos al concurso. Lo importante es entender que estas frecuencias son un activo valioso, ¿eh? Permiten llegar a miles de personas, transmitir información, entretenimiento… todo eso que nos mantiene conectados. Por eso, la puja seguramente será reñida, y veremos qué ‘maes’ tienen el bolsillo más hondo y la mejor propuesta para llevar contenido de calidad a los hogares costarricenses.
Ahora, con la reciente aprobación del decreto 45195-MICITT, las concesiones actuales siguen vigentes. Esto significa que las estaciones de radio y televisión pueden respirar tranquilos por un tiempo, aunque saben que eventualmente tendrán que enfrentarse a este nuevo concurso. La incertidumbre sigue ahí, maes, flotando como una nube oscura sobre el futuro de los medios de comunicación en Costa Rica. ¿Será que alguna nueva empresa extranjera se lleva las palmas, o prevalecerán los jugadores nacionales?
En fin, una movida que da para analizar y debatir. Con tantas variables en juego, ¿cree usted que este concurso de frecuencias traerá aires frescos y competencia al sector mediático, o será otro capítulo más del mismo cuento de viejas, donde el dinero manda y la calidad queda en segundo plano? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
La verdad es que esto viene de arrastre, diay. Desde abril que andaban consultando con la gente, pero entre tanto “consejo” y tanto papeleo, parece que todavía estamos atados de manos. Hablando claro, hace poco se aprobó extender las concesiones de las emisoras que ya estaban operando, una movida que causó más que un empacho al TSE, esos señores que quieren mantener todo en orden para las elecciones del 2026.
Federico Chacón, el presidente del consejo directivo de Sutel, le soltó unas verdades: “El concurso está bien diseñado, facilito pa’ que todos participen y cubran todo el país”. Suena lindo, ¿verdad?, pero la realidad es que entrarle a este negocio requiere unos billetes considerables. No cualquier ‘mae’ puede simplemente aparecer y comprarse una frecuencia. Hay montones de requisitos, plazos, y encima, ahora va a haber una fase de puja, así que prepárense para ver cómo se sube el precio a niveles de locura.
El proceso, según Sutel, consta de nueve etapas, incluyendo la recepción de ofertas que dura casi dos meses. Después, evalúan si cumplimos con los requisitos, hacemos la puja, le avisamos al Micitt… ¡ufff!, un laberinto digno de Indiana Jones. Ah, y por si fuera poco, tienen una sesión informativa virtual el 2 de octubre. Así que, si les interesa, apúrense a registrarse porque los cupos seguro vuelan más rápido que un colibrí buscando néctar.
Y hablando de esas concesiones que anduvieron dando que hablar, recuerden el lío con Rodrigo Chaves amenazando con apagar las señales si no llegaba una ley nueva. ¡Qué despiche! Al final, el TSE tuvo que intervenir y decirles que aguantaran un poquito, porque necesitan los medios para informar durante las campañas electorales. Parece que siempre hay algún drama interrumpiendo la tranquilidad del país, ¿verdad, maes?
Pero bueno, dejando atrás el circo político, volvamos al concurso. Lo importante es entender que estas frecuencias son un activo valioso, ¿eh? Permiten llegar a miles de personas, transmitir información, entretenimiento… todo eso que nos mantiene conectados. Por eso, la puja seguramente será reñida, y veremos qué ‘maes’ tienen el bolsillo más hondo y la mejor propuesta para llevar contenido de calidad a los hogares costarricenses.
Ahora, con la reciente aprobación del decreto 45195-MICITT, las concesiones actuales siguen vigentes. Esto significa que las estaciones de radio y televisión pueden respirar tranquilos por un tiempo, aunque saben que eventualmente tendrán que enfrentarse a este nuevo concurso. La incertidumbre sigue ahí, maes, flotando como una nube oscura sobre el futuro de los medios de comunicación en Costa Rica. ¿Será que alguna nueva empresa extranjera se lleva las palmas, o prevalecerán los jugadores nacionales?
En fin, una movida que da para analizar y debatir. Con tantas variables en juego, ¿cree usted que este concurso de frecuencias traerá aires frescos y competencia al sector mediático, o será otro capítulo más del mismo cuento de viejas, donde el dinero manda y la calidad queda en segundo plano? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!