¡Tremenda vaina, compadres! Ya tenemos fecha oficial para el aguinaldo. Así es, los burócratas de Costa Rica van a estar recibiendo su merecido el 5 de diciembre. Hacienda ya lo confirmó, así que prepárense para desembolsar esos billetes y empezar a planear qué harán con esa lana.
Para ponerlos en el contexto, este aguinaldo es un beneficio anual que reciben todos los funcionarios públicos y pensionados que dependen del Presupuesto Nacional. Es una tradición bien arraigada aquí en el país, una forma de reconocer el esfuerzo de la gente que trabaja día tras día dando servicio a la ciudadanía. Aunque hay quien dice que debería ser más, ¡mejor tener algo que nada, diay!
Hablamos de un total de ¢249 mil millones que se van a distribuir entre más de 232 mil personas. Una suma considerable, vamos, que le puede dar un respiro económico a muchas familias. Es como si de repente apareciera un chunche extra para poder comprar esas cositas que tanto necesitaban, o simplemente para darse un gustito.
De esos ¢249 mil millones, el 73%, es decir unos ¢171 mil millones, irán directo a parar a manos de los 171 mil trabajadores activos de diferentes instituciones clave del Estado, como los ministerios, la Asamblea Legislativa, el Poder Judicial, la Defensoría de los Habitantes, el Tribunal Supremo de Elecciones e incluso la Contraloría General. ¡Un buen café para toda la planilla, mándale!
Y no se preocupen por los jubilados, porque también serán atendidos. Unos 61 mil pensionados con cargo al Presupuesto Nacional también recibirán su parte del pastel. Eso demuestra que el gobierno está pensando en todas las edades y en toda la gente que ha dedicado su vida al servicio público. Se nota que tienen un poquito de corazón, a pesar de tanta crítica que les llueven.
Ahora, una novedad interesante: este año el aguinaldo viene con un ligero aumento. Son ¢7.226 millones más que el año pasado, lo que representa un alza del 2,89%. No es un cambio radical, claro está, pero es una señal de que las cosas están mejorando poco a poco en la economía nacional. Y aunque algunos digan que todavía queda mucho por hacer, hay que darle crédito donde corresponde.
Una cosa importante para aclarar: el aguinaldo no estará sujeto a ninguna retención, excepto por la pensión alimentaria, que es algo justo y necesario. Así que, los que tengan que cumplir con sus obligaciones paternas o maternas, sabrán que ahí está esa obligación. Pero para el resto, ¡pura plata!, lista para gastarla como quieran. Si es pa’ echarse unas birras con los amigos, ¡eso es aplaudible!
Bueno, ya saben, el 5 de diciembre es la fecha clave. ¡Prepárense para celebrar y disfrutar de ese aguinaldo! Ahora me pregunto, ¿creen que este pequeño aumento realmente hará una diferencia significativa en las finanzas de la mayoría de los funcionarios públicos, o será solo un paliativo ante la realidad económica actual?
Para ponerlos en el contexto, este aguinaldo es un beneficio anual que reciben todos los funcionarios públicos y pensionados que dependen del Presupuesto Nacional. Es una tradición bien arraigada aquí en el país, una forma de reconocer el esfuerzo de la gente que trabaja día tras día dando servicio a la ciudadanía. Aunque hay quien dice que debería ser más, ¡mejor tener algo que nada, diay!
Hablamos de un total de ¢249 mil millones que se van a distribuir entre más de 232 mil personas. Una suma considerable, vamos, que le puede dar un respiro económico a muchas familias. Es como si de repente apareciera un chunche extra para poder comprar esas cositas que tanto necesitaban, o simplemente para darse un gustito.
De esos ¢249 mil millones, el 73%, es decir unos ¢171 mil millones, irán directo a parar a manos de los 171 mil trabajadores activos de diferentes instituciones clave del Estado, como los ministerios, la Asamblea Legislativa, el Poder Judicial, la Defensoría de los Habitantes, el Tribunal Supremo de Elecciones e incluso la Contraloría General. ¡Un buen café para toda la planilla, mándale!
Y no se preocupen por los jubilados, porque también serán atendidos. Unos 61 mil pensionados con cargo al Presupuesto Nacional también recibirán su parte del pastel. Eso demuestra que el gobierno está pensando en todas las edades y en toda la gente que ha dedicado su vida al servicio público. Se nota que tienen un poquito de corazón, a pesar de tanta crítica que les llueven.
Ahora, una novedad interesante: este año el aguinaldo viene con un ligero aumento. Son ¢7.226 millones más que el año pasado, lo que representa un alza del 2,89%. No es un cambio radical, claro está, pero es una señal de que las cosas están mejorando poco a poco en la economía nacional. Y aunque algunos digan que todavía queda mucho por hacer, hay que darle crédito donde corresponde.
Una cosa importante para aclarar: el aguinaldo no estará sujeto a ninguna retención, excepto por la pensión alimentaria, que es algo justo y necesario. Así que, los que tengan que cumplir con sus obligaciones paternas o maternas, sabrán que ahí está esa obligación. Pero para el resto, ¡pura plata!, lista para gastarla como quieran. Si es pa’ echarse unas birras con los amigos, ¡eso es aplaudible!
Bueno, ya saben, el 5 de diciembre es la fecha clave. ¡Prepárense para celebrar y disfrutar de ese aguinaldo! Ahora me pregunto, ¿creen que este pequeño aumento realmente hará una diferencia significativa en las finanzas de la mayoría de los funcionarios públicos, o será solo un paliativo ante la realidad económica actual?