¡Damos por cerrado el ciclo de aumentos, parece! La Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) mandó la información a la Aresep pa' que aprueben unos precios más amigables en la bomba. Así que, agárrense porque ya casi podemos echarle menos billetes al carro, aunque todavía hay que esperar la bendición de la reguladora.
La movida es que los precios van a ajustarse en diciembre, aunque eso sí, tienen que confirmarlo oficialmente. Si todo sale como está previsto, vamos a ver una bajadita considerable. Imaginen, poder irse a Jacó sin sentir que te estás sacando un riñón… suena bien, ¿verdad?
Y miren qué datos: la gasolina súper podría pasar de los ¢662 a unos ¢646 el litro. No es una fortuna, pero es algo, mángido. La regular, que es la que usan muchos de nosotros, se movería de ¢637 a ¢635. Poca diferencia ahí, sí, pero bueno, poquito a poco. Lo que sí está cantao es que el diésel va a recibir una verdadera bocanada de aire fresco, pasando de ¢553 a ¢547. Eso les pegará a los camioneros y a todos los que dependen del transporte público.
Pero la joya de la corona es el gas. Ese cilindrito de 25 libras que nos salva en la cocina y para encender la estufa va a bajar de ¢7.047 a ¢6.828. ¡Uy, uy, uy! Ahí sí se nota el cambio en el bolsillo, especialmente para las familias que están apretándose el cinturón. Y lo mejor de todo, según Recope, estos precios serían los más bajos desde marzo del lejano 2021. ¡Ya ni me acuerdo!
La explicación oficial es que esto responde a lo que está pasando en el mercado internacional, que los precios del petróleo han dado una bajadita global. Ya saben, la cosa allá afuera influye directo en lo que pagamos nosotros acá. Es la ley de la oferta y la demanda, pura vida. Ahora toca esperar que la Aresep le dé el visto bueno rápido, porque la paciencia ya está que da pena.
Esto también viene en un momento interesante, justo cuando todos estamos pensando en las fiestas navideñas y cómo hacer para comprar los regalos y poner la mesa sin hipotecar la casa. Un alivio en la bomba siempre es bienvenido, sobre todo si consideramos el inflación que hemos estado viviendo últimamente. Es como un respiro entre tanta preocupación, un pequeño incentivo para seguir remando.
Y hablando de cosas que le dan alegría al tico promedio, pensemos en cómo este cambio puede afectar a los pequeños negocios, esos “pulperías” y “ferreterías” que dependen del movimiento constante de vehículos. Menos gasto en combustible implica más dinero para gastar en otras cosas, y eso beneficia a toda la economía nacional, chunche.
En fin, ¡qué chévere esta noticia! Pero dime, compa, ¿crees que estas bajas serán suficientes para contrarrestar la inflación generalizada en el país? ¿O será solo un paliativo temporal mientras esperamos tiempos mejores? ¡Déjanos tus opiniones en los comentarios!
La movida es que los precios van a ajustarse en diciembre, aunque eso sí, tienen que confirmarlo oficialmente. Si todo sale como está previsto, vamos a ver una bajadita considerable. Imaginen, poder irse a Jacó sin sentir que te estás sacando un riñón… suena bien, ¿verdad?
Y miren qué datos: la gasolina súper podría pasar de los ¢662 a unos ¢646 el litro. No es una fortuna, pero es algo, mángido. La regular, que es la que usan muchos de nosotros, se movería de ¢637 a ¢635. Poca diferencia ahí, sí, pero bueno, poquito a poco. Lo que sí está cantao es que el diésel va a recibir una verdadera bocanada de aire fresco, pasando de ¢553 a ¢547. Eso les pegará a los camioneros y a todos los que dependen del transporte público.
Pero la joya de la corona es el gas. Ese cilindrito de 25 libras que nos salva en la cocina y para encender la estufa va a bajar de ¢7.047 a ¢6.828. ¡Uy, uy, uy! Ahí sí se nota el cambio en el bolsillo, especialmente para las familias que están apretándose el cinturón. Y lo mejor de todo, según Recope, estos precios serían los más bajos desde marzo del lejano 2021. ¡Ya ni me acuerdo!
La explicación oficial es que esto responde a lo que está pasando en el mercado internacional, que los precios del petróleo han dado una bajadita global. Ya saben, la cosa allá afuera influye directo en lo que pagamos nosotros acá. Es la ley de la oferta y la demanda, pura vida. Ahora toca esperar que la Aresep le dé el visto bueno rápido, porque la paciencia ya está que da pena.
Esto también viene en un momento interesante, justo cuando todos estamos pensando en las fiestas navideñas y cómo hacer para comprar los regalos y poner la mesa sin hipotecar la casa. Un alivio en la bomba siempre es bienvenido, sobre todo si consideramos el inflación que hemos estado viviendo últimamente. Es como un respiro entre tanta preocupación, un pequeño incentivo para seguir remando.
Y hablando de cosas que le dan alegría al tico promedio, pensemos en cómo este cambio puede afectar a los pequeños negocios, esos “pulperías” y “ferreterías” que dependen del movimiento constante de vehículos. Menos gasto en combustible implica más dinero para gastar en otras cosas, y eso beneficia a toda la economía nacional, chunche.
En fin, ¡qué chévere esta noticia! Pero dime, compa, ¿crees que estas bajas serán suficientes para contrarrestar la inflación generalizada en el país? ¿O será solo un paliativo temporal mientras esperamos tiempos mejores? ¡Déjanos tus opiniones en los comentarios!