¡Ay, Dios mío, pura vida! Resulta que Ami James, ese tatuador famoso de Miami Ink, se mandó una visita a nuestro país. Sí, ese mismo que nos hacía perder el tiempo frente al tele viendo cómo le metían agujas a la gente. Pues resulta que ahora anda por acá, deleitando a algunos afortunados con su talento. Una verdadera sorpresa, porque uno piensa que esos artistas ya no se acuerdan de nosotros, pero ahí está, demostrando que Costa Rica sigue siendo un lugar donde se puede encontrar inspiración y buenas vibras.
Para los que no estén enterados, Ami James es un tipo de origen israelí-estadounidense que se hizo un nombre gracias a Miami Ink. Ese reality show que enganchaba a medio mundo con sus diseños y la onda de los tatuadores. Además de eso, el mae es empresario, tiene sus propios estudios en Miami y Nueva York, Love Hate Tattoos y Wooster St. Social Club, respectivamente. Dicen que también salió en otro reality, NY Ink, pero bueno, yo prefiero recordar al de Miami, porque ese me hacía reír con las broncas entre los tatuadores, ¡qué tremenda vaina!
En sus redes sociales, el señor James se lució con unas fotos en la playa, agarrando una tabla de surf y escribiendo “De vuelta en Costa Rica y haciendo lo que más amo. Espero que todos tengan un buen domingo”. Un domingo relajado, vamos, mientras otros estamos luchando contra el tráfico para llegar al trabajo. Luego, otro post con una foto similar, deseándole a todos un excelente día. ¡Qué lujo! Uno se pone a pensar si él tiene que sudar la camiseta como nosotros, o si vive siempre así, en modo vacaciones perpetuas.
Pero la cosa se puso interesante cuando anunció, hace unos días, que estaría en Costa Rica del 11 al 14 de octubre, chambeando en el estudio Sangre Viva, allá en Santa Ana. La nota importante: las citas son solo con previa y los cupos, ¡más limitados que ticket para ver a Café Britt! Imagínate la pila de gente queriendo hacerse tatuar por este ícono. Es comprensible, porque el tipo tiene un portafolio impresionante. Sus tatuajes son obras de arte, con detalles finísimos y colores que te dejan boquiabierto.
Y hablando de eso, ya ha andado mostrando en sus redes algunas de las creaciones que ha hecho por acá. Son realmente espectaculares, una combinación de técnica, creatividad y estilo personal. Ves el detalle y te das cuenta que este mae sí sabe lo que hace. No es simplemente meterle tinta a la piel, sino crear algo duradero y significativo para la persona que lleva el tatuaje. Eso sí, imagino que esas sesiones tienen un precio… ¡un buen penique, fijo!
La verdad es que es una buena movida tener a un artista de talla mundial en Costa Rica. Demuestra que somos capaces de atraer talento y que nuestra cultura tiene cosas interesantes que ofrecer. Además, es una oportunidad para que nuestros tatuadores locales puedan aprender de alguien con experiencia y ampliar sus horizontes. Me pregunto si habrá talleres o clínicas impartidas por Ami James durante su estancia. Sería una bendición para la comunidad artística tica.
Algunos puristas podrían decir que esto es publicidad barata, o que el mae viene buscando el sol y aprovechándose de la moda de los tatuajes. Pero yo creo que hay que darle el beneficio de la duda. Si quiere compartir su talento y ayudar a impulsar la industria del tatuaje en Costa Rica, ¡adelante! Al final, lo importante es que la gente pueda expresarse a través del arte y llevar consigo historias grabadas en la piel. Además, que venga a gastar su dinero por acá, ¡eso ayuda a la economía del país!
Ahora bien, dejando de lado el morbo y la admiración, me pregunto: ¿creen que la llegada de Ami James generará un boom aún mayor en la demanda de tatuajes en Costa Rica? ¿O simplemente será una visita pasajera que dejará una huella estética, pero poco más? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡quiero leer qué piensan mis compas!
Para los que no estén enterados, Ami James es un tipo de origen israelí-estadounidense que se hizo un nombre gracias a Miami Ink. Ese reality show que enganchaba a medio mundo con sus diseños y la onda de los tatuadores. Además de eso, el mae es empresario, tiene sus propios estudios en Miami y Nueva York, Love Hate Tattoos y Wooster St. Social Club, respectivamente. Dicen que también salió en otro reality, NY Ink, pero bueno, yo prefiero recordar al de Miami, porque ese me hacía reír con las broncas entre los tatuadores, ¡qué tremenda vaina!
En sus redes sociales, el señor James se lució con unas fotos en la playa, agarrando una tabla de surf y escribiendo “De vuelta en Costa Rica y haciendo lo que más amo. Espero que todos tengan un buen domingo”. Un domingo relajado, vamos, mientras otros estamos luchando contra el tráfico para llegar al trabajo. Luego, otro post con una foto similar, deseándole a todos un excelente día. ¡Qué lujo! Uno se pone a pensar si él tiene que sudar la camiseta como nosotros, o si vive siempre así, en modo vacaciones perpetuas.
Pero la cosa se puso interesante cuando anunció, hace unos días, que estaría en Costa Rica del 11 al 14 de octubre, chambeando en el estudio Sangre Viva, allá en Santa Ana. La nota importante: las citas son solo con previa y los cupos, ¡más limitados que ticket para ver a Café Britt! Imagínate la pila de gente queriendo hacerse tatuar por este ícono. Es comprensible, porque el tipo tiene un portafolio impresionante. Sus tatuajes son obras de arte, con detalles finísimos y colores que te dejan boquiabierto.
Y hablando de eso, ya ha andado mostrando en sus redes algunas de las creaciones que ha hecho por acá. Son realmente espectaculares, una combinación de técnica, creatividad y estilo personal. Ves el detalle y te das cuenta que este mae sí sabe lo que hace. No es simplemente meterle tinta a la piel, sino crear algo duradero y significativo para la persona que lleva el tatuaje. Eso sí, imagino que esas sesiones tienen un precio… ¡un buen penique, fijo!
La verdad es que es una buena movida tener a un artista de talla mundial en Costa Rica. Demuestra que somos capaces de atraer talento y que nuestra cultura tiene cosas interesantes que ofrecer. Además, es una oportunidad para que nuestros tatuadores locales puedan aprender de alguien con experiencia y ampliar sus horizontes. Me pregunto si habrá talleres o clínicas impartidas por Ami James durante su estancia. Sería una bendición para la comunidad artística tica.
Algunos puristas podrían decir que esto es publicidad barata, o que el mae viene buscando el sol y aprovechándose de la moda de los tatuajes. Pero yo creo que hay que darle el beneficio de la duda. Si quiere compartir su talento y ayudar a impulsar la industria del tatuaje en Costa Rica, ¡adelante! Al final, lo importante es que la gente pueda expresarse a través del arte y llevar consigo historias grabadas en la piel. Además, que venga a gastar su dinero por acá, ¡eso ayuda a la economía del país!
Ahora bien, dejando de lado el morbo y la admiración, me pregunto: ¿creen que la llegada de Ami James generará un boom aún mayor en la demanda de tatuajes en Costa Rica? ¿O simplemente será una visita pasajera que dejará una huella estética, pero poco más? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡quiero leer qué piensan mis compas!