¡Ay, Dios mío, qué historia nos cayó encima! Resulta que Anita McDonald, la abogada que andaba dando vueltas con los Picado Grijalba, tenía un dineral guardadito en bitcoins. Un milloncito y change, pa’ que se quiten las penas. Las autoridades, pegándole duro a la investigación del Cártel del Caribe Sur, descubrieron que la señora tenía más de un millón de dólares en criptomonedas. Uno se queda pensando… ¿Dónde diablos entró tanto billete?
Todo esto salió a relucir gracias a la revisión de unos teléfonos que estaban dando vueltas y que finalmente cayeron en manos de la Fiscalía. Según el informe, que salió a la luz, Anita era más que una simple colaboradora legal; era una pieza clave en la operación financiera del cártel. Después de que agarraron a Shock y Noni, Anita asumió un papel aún más protagonista, manejando fondos y conexiones turbias.
Y ni hablar de la conexión familiar. Anita es la suegra de Shock, porque su hija, Estefanía, estuvo casada con ese cabecita hueca por más de una década. Estefanía, según dicen, se encargaba del tema del lavado de plata, así que ya ven, toda una familia dedicada a meterle ganas al delito. Qué barbaridad, ¿verdad?
Pero la cosa se pone aún más interesante. Recordarán que Anita fue miembro de la junta directiva del Incopesca. Pero ahí hubo un pequeño percance hace unos diez años, cuando aparecieron unas fotos suyas en un muelle de Portete compartiendo un trago con Gilbert Bell Fernández, alias 'Macho Coca'. Ese señor, como saben, está pedido por Estados Unidos por traficar droga a gran escala. Ya le hacían la pinta de santa, pero parece que había babas debajo del agua.
Las autoridades no se quedaron con los brazos cruzados. Revisaron a fondo todas las pertenencias de Anita y encontraron unas libretas llenas de datos cruciales. En esas libretas estaban los movimientos de dinero usando criptomonedas, con registros de transferencias que hacía ella y otros miembros del cártel. Parecía que Anita era la jefa de la cartera digital, la que daba las órdenes y supervisaba los pagos. ¡Qué brete!
Y no solo eso. Parece que Anita se dedicaba a visitar a Noni en la cárcel de La Reforma. Pero lejos de ser visitas familiares normales, eran reuniones secretas para planear los próximos pasos del cártel. La Fiscalía dice que ella era la encargada de transmitir información y tomar decisiones, actuando como el cerebro detrás de las operaciones desde dentro. ¡Qué cuidado, mae!
Recordemos que algunos informantes mencionaron que un tipo llamado “Chatica” contó que movió unos 600, 250 y luego “un palo” (un millón) desde esa billetera virtual. Esto confirma que el cártel usaba criptomonedas para lavar dinero y evadir los controles bancarios tradicionales. Una red tan sofisticada… parece sacada de una película. Y pensar que algunas personas todavía creen que el narcotráfico es cosa del pasado, ¡qué diay!
Con todo lo que hemos visto, la pregunta que surge es: ¿Cómo pudo pasar desapercibido este entramado financiero por tanto tiempo? ¿Realmente las autoridades estaban ciegas ante la influencia de Anita McDonald y su red de colaboradores? ¿Es hora de revisar los sistemas de control y transparencia en las instituciones públicas para evitar que casos como este se repitan? ¡Den su opinión en el foro, que quiero saber qué piensan ustedes!
Todo esto salió a relucir gracias a la revisión de unos teléfonos que estaban dando vueltas y que finalmente cayeron en manos de la Fiscalía. Según el informe, que salió a la luz, Anita era más que una simple colaboradora legal; era una pieza clave en la operación financiera del cártel. Después de que agarraron a Shock y Noni, Anita asumió un papel aún más protagonista, manejando fondos y conexiones turbias.
Y ni hablar de la conexión familiar. Anita es la suegra de Shock, porque su hija, Estefanía, estuvo casada con ese cabecita hueca por más de una década. Estefanía, según dicen, se encargaba del tema del lavado de plata, así que ya ven, toda una familia dedicada a meterle ganas al delito. Qué barbaridad, ¿verdad?
Pero la cosa se pone aún más interesante. Recordarán que Anita fue miembro de la junta directiva del Incopesca. Pero ahí hubo un pequeño percance hace unos diez años, cuando aparecieron unas fotos suyas en un muelle de Portete compartiendo un trago con Gilbert Bell Fernández, alias 'Macho Coca'. Ese señor, como saben, está pedido por Estados Unidos por traficar droga a gran escala. Ya le hacían la pinta de santa, pero parece que había babas debajo del agua.
Las autoridades no se quedaron con los brazos cruzados. Revisaron a fondo todas las pertenencias de Anita y encontraron unas libretas llenas de datos cruciales. En esas libretas estaban los movimientos de dinero usando criptomonedas, con registros de transferencias que hacía ella y otros miembros del cártel. Parecía que Anita era la jefa de la cartera digital, la que daba las órdenes y supervisaba los pagos. ¡Qué brete!
Y no solo eso. Parece que Anita se dedicaba a visitar a Noni en la cárcel de La Reforma. Pero lejos de ser visitas familiares normales, eran reuniones secretas para planear los próximos pasos del cártel. La Fiscalía dice que ella era la encargada de transmitir información y tomar decisiones, actuando como el cerebro detrás de las operaciones desde dentro. ¡Qué cuidado, mae!
Recordemos que algunos informantes mencionaron que un tipo llamado “Chatica” contó que movió unos 600, 250 y luego “un palo” (un millón) desde esa billetera virtual. Esto confirma que el cártel usaba criptomonedas para lavar dinero y evadir los controles bancarios tradicionales. Una red tan sofisticada… parece sacada de una película. Y pensar que algunas personas todavía creen que el narcotráfico es cosa del pasado, ¡qué diay!
Con todo lo que hemos visto, la pregunta que surge es: ¿Cómo pudo pasar desapercibido este entramado financiero por tanto tiempo? ¿Realmente las autoridades estaban ciegas ante la influencia de Anita McDonald y su red de colaboradores? ¿Es hora de revisar los sistemas de control y transparencia en las instituciones públicas para evitar que casos como este se repitan? ¡Den su opinión en el foro, que quiero saber qué piensan ustedes!