¡Ay, Dios mío! Se armó un quite tremendo en redes sociales hoy gracias a Mauricio Vargas Chacón. El mae nos regaló una postal que parece sacada de postal de Guanacaste directo desde Getsemaní de Heredia. Una caída de sol así, con el Golfo de Nicoya bien clarito al fondo... ¡qué carga!
Para los que no estén familiarizados, Getsemaní es una barriada tranquila acá arriba, en Heredia Central. No precisamente conocida por sus vistas panorámicas espectaculares, la verdad. Pero resulta que Don Mauricio, con su ojo de halcón, capturó el momento justo en el que el sol se va a esconder detrás del Pacífico, pintándole al cielo colores que ni en mis sueños había visto. ¡Una belleza pura!
Y es que, diay, Costa Rica es tierra bendita, ¿verdad qué? Desde el Volcán Arenal hasta las playas del Caribe Sur, siempre hay algo para asombrarse. Este atardecer, aunque tomado desde Heredia, nos recuerda la inmensidad y la belleza del Golfo de Nicoya, una zona crucial para nuestra economía y nuestro turismo.
El Golfo de Nicoya, pa' los que no sepan, es mucho más que unas aguas bonitas. Es un ecosistema vital lleno de manglares, islas paradisíacas y comunidades pesqueras que viven de la riqueza marina. Además, es una ruta comercial importante para el país, conectándonos con otros mercados internacionales. Mantenerlo sano y protegido es un brete que le toca afrontar al gobierno y a todos nosotros.
Ahora, hablemos de la fotografía. Mauricio tiene buen ojo, eso es seguro. Capturó el instante perfecto donde el naranja intenso del sol se mezcla con los tonos azules y morados del mar. ¡Es arte, pure arte! Y eso que muchos dirían que es simplemente un atardecer. Pero la magia está en saber cómo apreciarlo y compartirlo con los demás.
En tiempos donde la tecnología nos bombardea con imágenes editadas y filtros artificiales, una foto como esta, auténtica y sin artificios, refresca el alma. Nos conecta con la naturaleza, con nuestras raíces, con la esencia de lo que significa vivir en este pedacito de paraíso llamado Costa Rica. Es un recordatorio de que las cosas más bellas suelen ser las más sencillas.
Claro que, como dice el dicho, “hay que saber apreciar lo que tenemos”. Y este atardecer desde Heredia es un claro ejemplo de eso. No hace falta irse lejos buscando paisajes exóticos; a veces, la belleza está justo frente a nuestros ojos, esperando a ser descubierta. De hecho, muchos turistas pagan miles de dólares por vistas similares en otros lugares del mundo, y nosotros los tenemos gratis casi todos los días.
Así que ya saben, compas, si tienen alguna foto bonita de algún rincón de Costa Rica, mándenla a [email protected]. Queremos ver esas joyas que esconden por ahí. Ahora, dime tú, ¿cuál ha sido el atardecer más impresionante que has presenciado en Costa Rica y dónde lo viste?
Para los que no estén familiarizados, Getsemaní es una barriada tranquila acá arriba, en Heredia Central. No precisamente conocida por sus vistas panorámicas espectaculares, la verdad. Pero resulta que Don Mauricio, con su ojo de halcón, capturó el momento justo en el que el sol se va a esconder detrás del Pacífico, pintándole al cielo colores que ni en mis sueños había visto. ¡Una belleza pura!
Y es que, diay, Costa Rica es tierra bendita, ¿verdad qué? Desde el Volcán Arenal hasta las playas del Caribe Sur, siempre hay algo para asombrarse. Este atardecer, aunque tomado desde Heredia, nos recuerda la inmensidad y la belleza del Golfo de Nicoya, una zona crucial para nuestra economía y nuestro turismo.
El Golfo de Nicoya, pa' los que no sepan, es mucho más que unas aguas bonitas. Es un ecosistema vital lleno de manglares, islas paradisíacas y comunidades pesqueras que viven de la riqueza marina. Además, es una ruta comercial importante para el país, conectándonos con otros mercados internacionales. Mantenerlo sano y protegido es un brete que le toca afrontar al gobierno y a todos nosotros.
Ahora, hablemos de la fotografía. Mauricio tiene buen ojo, eso es seguro. Capturó el instante perfecto donde el naranja intenso del sol se mezcla con los tonos azules y morados del mar. ¡Es arte, pure arte! Y eso que muchos dirían que es simplemente un atardecer. Pero la magia está en saber cómo apreciarlo y compartirlo con los demás.
En tiempos donde la tecnología nos bombardea con imágenes editadas y filtros artificiales, una foto como esta, auténtica y sin artificios, refresca el alma. Nos conecta con la naturaleza, con nuestras raíces, con la esencia de lo que significa vivir en este pedacito de paraíso llamado Costa Rica. Es un recordatorio de que las cosas más bellas suelen ser las más sencillas.
Claro que, como dice el dicho, “hay que saber apreciar lo que tenemos”. Y este atardecer desde Heredia es un claro ejemplo de eso. No hace falta irse lejos buscando paisajes exóticos; a veces, la belleza está justo frente a nuestros ojos, esperando a ser descubierta. De hecho, muchos turistas pagan miles de dólares por vistas similares en otros lugares del mundo, y nosotros los tenemos gratis casi todos los días.
Así que ya saben, compas, si tienen alguna foto bonita de algún rincón de Costa Rica, mándenla a [email protected]. Queremos ver esas joyas que esconden por ahí. Ahora, dime tú, ¿cuál ha sido el atardecer más impresionante que has presenciado en Costa Rica y dónde lo viste?