Bueno, pues llegó la bomba, máes. Gustavo Alfaro, el profe que nos dio esperanzas y luego nos dejó tirados en el barro, finalmente rompió el silencio tras la humillante eliminación de nuestra querida selección nacional. Y vaya que tenía qué decir, porque el ambiente estaba más quemado que chispa en día seco.
Para ponerlos en clima, recordemos rápido: Alfaro asumió el brete hace unos nueve meses, dirigiéndonos en once batallas futbolísticas. Hubo brillazos, sí, como aquel empate agónico con Brasil en la Copa América, o la victoria sorpresiva contra Paraguay. Pero también decepciones durísimas, como aquella paliza ante Colombia que nos dejó con cara de pascua. Todo esto, claro, mientras soñábamos con irnos directito a Qatar, a presumirle al mundo nuestro aguacate y café.
En una conferencia de prensa posterior al partido de Paraguay contra México (sí, él iba ahí mirando cómo jugaban otros), Alfaro soltó la bombshell. Dijo que sintió que “había un camino ya hecho”, una frase que ha dado tanto de qué hablar que hasta la abuelita está analizando si se refiere a una estrategia bien trazada o a que alguien más le puso las manos encima. La verdad, nadie sabe a ciencia cierta, pero el murmullo en redes sociales es ensordecedor.
Pero no todo fue lamento, máes. Alfaro, con toda la humildad que se puede tener después de un fracaso así, expresó su pesar por no haber logrado llevar a Costa Rica al Mundial. "Lamento mucho que Costa Rica no esté en la Copa del Mundo. Por el plantel, por el país, por los dirigentes, porque hay gente maravillosa. Y, la verdad, siento mucho dolor. Lo único que le pido es que sea resistente", declaró, demostrando que todavía le duele como a todos nosotros.
El entrenador argentino también hizo un llamado a la calma, pidiendo que volvamos a las bases y busquemos “el foco”. Uno se pregunta, ¿qué bases? ¿Las del ’86? Porque últimamente andamos más perdidos que gallina en la carretera. Pero bueno, él dice que con trabajo, Costa Rica puede volver a estar entre los mejores cuatro de Concacaf. A ver, profe, usted lo dijo, ¡a demostrarlo!
Ahora, vamos a ser honestos, máes. ¿Cuántos nos comimos el sapo creyendo que este ciclo sería diferente? Con la fe que teníamos, hasta podríamos haber convencido a Messi de jugar con nosotros. Pero la realidad es dura: la selección necesita una cirugía mayor, desde la base hasta la punta. No basta con cambiar de DT cada dos por tres; necesitamos invertir en canteras, mejorar la preparación física y, sobre todo, recuperar la pasión y el orgullo de representar a nuestra patria.
Muchos señalan a la Federación Costriqueña de Fútbol, diciendo que su gestión es un verdadero despiche, llena de intereses económicos y poca visión deportiva. Otros culpan a los jugadores, argumentando que no dan el ancho ni tienen la mentalidad ganadora necesaria. Pero la verdad, creo que la culpa es de todos un poquito. Desde el hincha que solo critica sin aportar nada, hasta el dirigente que se preocupa más por los números que por los resultados.
Así que díganme, ¿creen que las palabras de Alfaro llegarán a oídos de quienes tienen el poder de decisión? ¿O estamos condenados a seguir siendo la eterna promesa frustrada del fútbol centroamericano? ¿Cuál creen que debería ser el siguiente paso para rescatar el fútbol tico?
Para ponerlos en clima, recordemos rápido: Alfaro asumió el brete hace unos nueve meses, dirigiéndonos en once batallas futbolísticas. Hubo brillazos, sí, como aquel empate agónico con Brasil en la Copa América, o la victoria sorpresiva contra Paraguay. Pero también decepciones durísimas, como aquella paliza ante Colombia que nos dejó con cara de pascua. Todo esto, claro, mientras soñábamos con irnos directito a Qatar, a presumirle al mundo nuestro aguacate y café.
En una conferencia de prensa posterior al partido de Paraguay contra México (sí, él iba ahí mirando cómo jugaban otros), Alfaro soltó la bombshell. Dijo que sintió que “había un camino ya hecho”, una frase que ha dado tanto de qué hablar que hasta la abuelita está analizando si se refiere a una estrategia bien trazada o a que alguien más le puso las manos encima. La verdad, nadie sabe a ciencia cierta, pero el murmullo en redes sociales es ensordecedor.
Pero no todo fue lamento, máes. Alfaro, con toda la humildad que se puede tener después de un fracaso así, expresó su pesar por no haber logrado llevar a Costa Rica al Mundial. "Lamento mucho que Costa Rica no esté en la Copa del Mundo. Por el plantel, por el país, por los dirigentes, porque hay gente maravillosa. Y, la verdad, siento mucho dolor. Lo único que le pido es que sea resistente", declaró, demostrando que todavía le duele como a todos nosotros.
El entrenador argentino también hizo un llamado a la calma, pidiendo que volvamos a las bases y busquemos “el foco”. Uno se pregunta, ¿qué bases? ¿Las del ’86? Porque últimamente andamos más perdidos que gallina en la carretera. Pero bueno, él dice que con trabajo, Costa Rica puede volver a estar entre los mejores cuatro de Concacaf. A ver, profe, usted lo dijo, ¡a demostrarlo!
Ahora, vamos a ser honestos, máes. ¿Cuántos nos comimos el sapo creyendo que este ciclo sería diferente? Con la fe que teníamos, hasta podríamos haber convencido a Messi de jugar con nosotros. Pero la realidad es dura: la selección necesita una cirugía mayor, desde la base hasta la punta. No basta con cambiar de DT cada dos por tres; necesitamos invertir en canteras, mejorar la preparación física y, sobre todo, recuperar la pasión y el orgullo de representar a nuestra patria.
Muchos señalan a la Federación Costriqueña de Fútbol, diciendo que su gestión es un verdadero despiche, llena de intereses económicos y poca visión deportiva. Otros culpan a los jugadores, argumentando que no dan el ancho ni tienen la mentalidad ganadora necesaria. Pero la verdad, creo que la culpa es de todos un poquito. Desde el hincha que solo critica sin aportar nada, hasta el dirigente que se preocupa más por los números que por los resultados.
Así que díganme, ¿creen que las palabras de Alfaro llegarán a oídos de quienes tienen el poder de decisión? ¿O estamos condenados a seguir siendo la eterna promesa frustrada del fútbol centroamericano? ¿Cuál creen que debería ser el siguiente paso para rescatar el fútbol tico?