Bueno, mi gente, parece que la cosa se puso bien picante en la Asamblea. El presidente Rodrigo Chaves está otra vez en el ojo del huracán, enfrentándose a un segundo proceso de desafuero que amenaza con sacudirnos a todos. El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) lo tiene en la mira por unas denuncias de beligerancia política que, vamos, tienen a medio país con la mosca detrás de la oreja.
Para ponerlos al día rapidito, esto viene de atrás. Chaves, desde que asumió el cargo, ha tenido una relación… digamos, complicada con el TSE y con gran parte de la oposición. Se le acusa de meterse donde no debe en temas políticos, de opinar demasiado fuerte sobre quién debería ganar las próximas elecciones y de, en general, usar su posición para favorecer a ciertos candidatos. Un poquito de “mano negra”, diríamos por acá. Y eso, amigos, no se puede permitir en una democracia.
Y ni hablar del primer intento de desafuero, ¡qué latazo! Eso quedó frío en septiembre pasado. Una denuncia de la Fiscalía por manejos irregulares de fondos del BCIE tampoco logró reunir los 38 votos necesarios para quitarle la inmunidad. Pero ahora, con estas nuevas acusaciones, la cosa pinta diferente. Hay 15 denuncias de beligerancia política sobre la mesa, y el TSE está insistiendo en que se le quite el fuero para poder investigar al presidente a fondo. ¿Será que esta vez sí lo logran?
Ahora, la Constitución dice clarito que los funcionarios públicos, incluido el presidente y su gabinete, no pueden participar en campañas políticas ni utilizar sus cargos para beneficiar a nadie. Es que no estamos en una monarquía, mi gente, sino en una república democrática. Se supone que tenemos que jugar limpio, dejar que el pueblo decida libremente qué quiere. Pero algunas personas parecen olvidarse de eso, buscando atajos y ventajas injustas. Y ahí es donde entra el TSE, tratando de hacer cumplir la ley y mantener el orden.
Pero claro, la defensa de Chaves no se ha quedado callada. Sus abogados están diciendo que el TSE está actuando de forma parcializada y que es inconstitucional pedir el desafuero de un mandatario por denuncias de este tipo. Dicen que solo debería aplicarse en casos penales, no en cuestiones políticas. ¡Un debate legal interesante, sin duda! Aunque muchos sospechan que detrás de todo esto hay intereses partidistas y ganas de desprestigiar al gobierno.
Recuerdo cuando Chaves, en una comisión legislativa, se retiró enfadado porque no le dieron suficiente tiempo a su abogado para exponer sus argumentos. ¡Qué circo!, dijo él mismo. Y luego soltó esas frases de “diputados patrióticos” que encendieron todas las alarmas. Ya saben, esos que supuestamente están dispuestos a cambiar las cosas a favor de sus intereses. De verdad, esto parece novela venezolana, pura telenovela con tintes políticos y judiciales.
El asunto es que algunos diputados ya han dicho cómo van a votar en esta ocasión. El partido Nueva República, ese evangélico que anda por ahí, anunció que no quieren convertir a Chaves en mártir en plena campaña. ¡Eso suena a estrategia política más que a convicción moral, eh! Quieren darle ventaja a Laura Fernández, la candidata oficialista, que se presenta como la heredera de Chaves. Un jueguito, vamos, un jueguito político más.
Entonces, mi gente, la pregunta que me hago es: ¿Estamos viendo el principio del fin para la gestión de Rodrigo Chaves? ¿O logrará salir ileso de este nuevo embate y seguir gobernando hasta mayo próximo? ¿Creen que el TSE está haciendo lo correcto al insistir en este proceso de desafuero, o simplemente está siendo utilizado como peón en una guerra política? Déjenme saber qué piensan en los comentarios, ¡quiero escuchar sus opiniones!
Para ponerlos al día rapidito, esto viene de atrás. Chaves, desde que asumió el cargo, ha tenido una relación… digamos, complicada con el TSE y con gran parte de la oposición. Se le acusa de meterse donde no debe en temas políticos, de opinar demasiado fuerte sobre quién debería ganar las próximas elecciones y de, en general, usar su posición para favorecer a ciertos candidatos. Un poquito de “mano negra”, diríamos por acá. Y eso, amigos, no se puede permitir en una democracia.
Y ni hablar del primer intento de desafuero, ¡qué latazo! Eso quedó frío en septiembre pasado. Una denuncia de la Fiscalía por manejos irregulares de fondos del BCIE tampoco logró reunir los 38 votos necesarios para quitarle la inmunidad. Pero ahora, con estas nuevas acusaciones, la cosa pinta diferente. Hay 15 denuncias de beligerancia política sobre la mesa, y el TSE está insistiendo en que se le quite el fuero para poder investigar al presidente a fondo. ¿Será que esta vez sí lo logran?
Ahora, la Constitución dice clarito que los funcionarios públicos, incluido el presidente y su gabinete, no pueden participar en campañas políticas ni utilizar sus cargos para beneficiar a nadie. Es que no estamos en una monarquía, mi gente, sino en una república democrática. Se supone que tenemos que jugar limpio, dejar que el pueblo decida libremente qué quiere. Pero algunas personas parecen olvidarse de eso, buscando atajos y ventajas injustas. Y ahí es donde entra el TSE, tratando de hacer cumplir la ley y mantener el orden.
Pero claro, la defensa de Chaves no se ha quedado callada. Sus abogados están diciendo que el TSE está actuando de forma parcializada y que es inconstitucional pedir el desafuero de un mandatario por denuncias de este tipo. Dicen que solo debería aplicarse en casos penales, no en cuestiones políticas. ¡Un debate legal interesante, sin duda! Aunque muchos sospechan que detrás de todo esto hay intereses partidistas y ganas de desprestigiar al gobierno.
Recuerdo cuando Chaves, en una comisión legislativa, se retiró enfadado porque no le dieron suficiente tiempo a su abogado para exponer sus argumentos. ¡Qué circo!, dijo él mismo. Y luego soltó esas frases de “diputados patrióticos” que encendieron todas las alarmas. Ya saben, esos que supuestamente están dispuestos a cambiar las cosas a favor de sus intereses. De verdad, esto parece novela venezolana, pura telenovela con tintes políticos y judiciales.
El asunto es que algunos diputados ya han dicho cómo van a votar en esta ocasión. El partido Nueva República, ese evangélico que anda por ahí, anunció que no quieren convertir a Chaves en mártir en plena campaña. ¡Eso suena a estrategia política más que a convicción moral, eh! Quieren darle ventaja a Laura Fernández, la candidata oficialista, que se presenta como la heredera de Chaves. Un jueguito, vamos, un jueguito político más.
Entonces, mi gente, la pregunta que me hago es: ¿Estamos viendo el principio del fin para la gestión de Rodrigo Chaves? ¿O logrará salir ileso de este nuevo embate y seguir gobernando hasta mayo próximo? ¿Creen que el TSE está haciendo lo correcto al insistir en este proceso de desafuero, o simplemente está siendo utilizado como peón en una guerra política? Déjenme saber qué piensan en los comentarios, ¡quiero escuchar sus opiniones!
