¡Quiubo, foro! Aquí su colega echándole humo al asunto. Resulta que los industriales, esos que siempre andan buscando cómo hacer más plata, le están metiendo presión al ICE para que controle sus gastos si quieren que la tarifa eléctrica no siga subiendo como espuma. Parece que el tema del precio de la luz les está quemando la pana, y no precisamente porque los necesitan para encender sus máquinas.
La Cámara de Industrias, liderada por Don Sergio Capón –ese señor siempre tiene algo que decir–, ha ido directo al grano: dicen que un aumento del 25% en la tarifa eléctrica para el próximo año sería un agarrón pa’l sector productivo. ¡Un 25%! Imagínate, con todos los problemas que ya tenemos: el dólar por las nubes, aranceles que nos estrangulan y una infraestructura que parece sacada de otra época. Esto ya es la gota que derrama el vaso, diay.
Según la CICR, el ICE se anda luciendo pidiendo permisos pa' contratar 91 nuevos empleados entre los sistemas de generación y distribución. ¡91 mae! Y ni hablar de los millones de colones extra que quieren pa’ gastos administrativos, costos comerciales y hasta pa’ reconocer la depreciación. Dicen que esto es como querer arreglar la casa con techo de zinc mientras llueve a cántaros, ¿me entienden?
Y ojo, que no es que los industriales sean unos santos. Todos sabemos que buscan la manera de maximizar sus ganancias, pero aquí tocan un punto delicado: la energía barata es clave para competir a nivel internacional. Con este precio de la luz, estamos prácticamente regalándole ventajas a nuestros competidores. Ya somos el país más caro de Centroamérica, ¡qué pena!
Don Sergio, con su labia bien afinada, argumenta que la Aresep debería ponerle lupa al ICE y asegurarse de que solo aprueben los gastos realmente necesarios. “Tenemos que proteger al consumidor final,” insistió, “y evitar aumentos desproporcionados que no respondan a una necesidad técnica”. Pues claro, ¡protejan al bolsillo nuestro, que a nosotros nos toca pagar la cuenta!
Lo interesante es que la CICR reconoce que han apoyado el prorrateo de las tarifas, precisamente para evitar esos aumentos repentinos que nos dejan boquiabiertos. Pero ahora, viendo las cuentas, parece que el panorama es aún peor de lo que pensaban. Y ahí está la contradicción, mi gente. Uno quiere apoyar, pero la realidad te golpea como pelotazo.
Este tema me recuerda a aquella vez que intentamos reparar el carro con cinta adhesiva... solucionaba temporalmente, pero al rato, ¡torta mayor! Así pasa con la economía, diay. Si seguimos parcheando en lugar de atacar los problemas de raíz, vamos a terminar peor que un gato en tiesto.
Ahora sí, compas, quiero saber qué piensan ustedes. ¿Creen que el ICE tiene razón al pedir esos recursos adicionales, o los industriales tienen toda la lógica del mundo al exigir un control más estricto de los gastos? ¿Y quién pagará finalmente la factura de todo este jale? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
La Cámara de Industrias, liderada por Don Sergio Capón –ese señor siempre tiene algo que decir–, ha ido directo al grano: dicen que un aumento del 25% en la tarifa eléctrica para el próximo año sería un agarrón pa’l sector productivo. ¡Un 25%! Imagínate, con todos los problemas que ya tenemos: el dólar por las nubes, aranceles que nos estrangulan y una infraestructura que parece sacada de otra época. Esto ya es la gota que derrama el vaso, diay.
Según la CICR, el ICE se anda luciendo pidiendo permisos pa' contratar 91 nuevos empleados entre los sistemas de generación y distribución. ¡91 mae! Y ni hablar de los millones de colones extra que quieren pa’ gastos administrativos, costos comerciales y hasta pa’ reconocer la depreciación. Dicen que esto es como querer arreglar la casa con techo de zinc mientras llueve a cántaros, ¿me entienden?
Y ojo, que no es que los industriales sean unos santos. Todos sabemos que buscan la manera de maximizar sus ganancias, pero aquí tocan un punto delicado: la energía barata es clave para competir a nivel internacional. Con este precio de la luz, estamos prácticamente regalándole ventajas a nuestros competidores. Ya somos el país más caro de Centroamérica, ¡qué pena!
Don Sergio, con su labia bien afinada, argumenta que la Aresep debería ponerle lupa al ICE y asegurarse de que solo aprueben los gastos realmente necesarios. “Tenemos que proteger al consumidor final,” insistió, “y evitar aumentos desproporcionados que no respondan a una necesidad técnica”. Pues claro, ¡protejan al bolsillo nuestro, que a nosotros nos toca pagar la cuenta!
Lo interesante es que la CICR reconoce que han apoyado el prorrateo de las tarifas, precisamente para evitar esos aumentos repentinos que nos dejan boquiabiertos. Pero ahora, viendo las cuentas, parece que el panorama es aún peor de lo que pensaban. Y ahí está la contradicción, mi gente. Uno quiere apoyar, pero la realidad te golpea como pelotazo.
Este tema me recuerda a aquella vez que intentamos reparar el carro con cinta adhesiva... solucionaba temporalmente, pero al rato, ¡torta mayor! Así pasa con la economía, diay. Si seguimos parcheando en lugar de atacar los problemas de raíz, vamos a terminar peor que un gato en tiesto.
Ahora sí, compas, quiero saber qué piensan ustedes. ¿Creen que el ICE tiene razón al pedir esos recursos adicionales, o los industriales tienen toda la lógica del mundo al exigir un control más estricto de los gastos? ¿Y quién pagará finalmente la factura de todo este jale? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
