¡Ay, Dios mío, qué bronca! Este fin de semana nos sacudió Alajuela con un susto de película. Un tipo, parece que buscando madrugar, decidió escalar un árbol en La Guácima y terminó dando un chapuzón inesperado… ¡pero no precisamente de los refrescantes! Dicen que andaba por ahí tramando, pero vaya que se le metió el brete.
Según nos contaron los vecinos, el señor, identificado extraoficialmente como Roberto Vargas, de unos treinta tacos, estaba intentando alcanzar unas frutas que estaban bien altas – ¡de esas que dan antojo a cualquiera!– cuando, por razones que todavía no están claras, se resbaló y salió volando directo al río Virillas. Imagínatelo, ¡una caída pa’ sacudirle los sesos a cualquiera!
La emergencia llegó rapidísimo al radar de la Cruz Roja. Dos ambulancias de soporte básico, una de soporte avanzado y hasta la temida unidad USAR (Unidad Especializada en Rescate) fueron movilizadas hasta el sector. Los cruces fueron súper rápidos, porque sabían que el mae estaba en apuros. Uno no se anda con rodeos cuando hay que salvar vidas, diay.
“La extracción fue complicada”, nos comentó Alejandro Molina, el coordinador operativo nacional de la Cruz Roja. “El paciente presentaba lesiones bastante serias en ambas piernas. Tuvimos que utilizar equipo especializado de cuerdas y de aguas rápidas para poder llegar hasta él, estabilizarlo y sacarlo de ahí”. Parece que el río no quería soltarlo tan fácil, pero los cruces lograron convencerlo. ¡Qué hacha!
Las operaciones de rescate se prolongaron durante casi dos horas. Dos horas de tensión y nerviosismo para todos los presentes. Al final, lograron sacar a Roberto de las garras del río y lo trasladaron de urgencia al Hospital San Rafael de Alajuela, donde permanece en condición crítica. Esperemos que se recupere pronto, aunque este susto le va a durar un buen rato.
Ahora, la gente del barrio está comentando mil cosas. Algunos dicen que Roberto iba borracho, otros que simplemente tuvo un desafortunado accidente. Lo cierto es que esta historia nos recuerda lo peligroso que puede ser meterse donde no se debe, especialmente si involucra alturas y ríos turbulentos. Uno nunca sabe cuándo el destino decide jugarle una mala pasada.
Este incidente también pone de relieve la rápida respuesta y el profesionalismo de la Cruz Roja y de los bomberos, quienes trabajaron incansablemente para asegurar el bienestar del afectado. Son unos verdaderos héroes anónimos que siempre están dispuestos a echarse un brete por los demás. ¡Que les sigamos aplaudiendo así!
Pero bueno, hablando de accidentes y situaciones inesperadas... ¿Ustedes creen que deberíamos tener más campañas de concientización sobre los riesgos de actividades recreativas peligrosas, o cada quien debería saber cuidarse solito? Déjenme leer sus opiniones al respecto; quiero ver qué piensa la gente del Foro sobre este caso particular, y cómo podemos evitar que este tipo de tragedias se repitan en nuestra comunidad.
Según nos contaron los vecinos, el señor, identificado extraoficialmente como Roberto Vargas, de unos treinta tacos, estaba intentando alcanzar unas frutas que estaban bien altas – ¡de esas que dan antojo a cualquiera!– cuando, por razones que todavía no están claras, se resbaló y salió volando directo al río Virillas. Imagínatelo, ¡una caída pa’ sacudirle los sesos a cualquiera!
La emergencia llegó rapidísimo al radar de la Cruz Roja. Dos ambulancias de soporte básico, una de soporte avanzado y hasta la temida unidad USAR (Unidad Especializada en Rescate) fueron movilizadas hasta el sector. Los cruces fueron súper rápidos, porque sabían que el mae estaba en apuros. Uno no se anda con rodeos cuando hay que salvar vidas, diay.
“La extracción fue complicada”, nos comentó Alejandro Molina, el coordinador operativo nacional de la Cruz Roja. “El paciente presentaba lesiones bastante serias en ambas piernas. Tuvimos que utilizar equipo especializado de cuerdas y de aguas rápidas para poder llegar hasta él, estabilizarlo y sacarlo de ahí”. Parece que el río no quería soltarlo tan fácil, pero los cruces lograron convencerlo. ¡Qué hacha!
Las operaciones de rescate se prolongaron durante casi dos horas. Dos horas de tensión y nerviosismo para todos los presentes. Al final, lograron sacar a Roberto de las garras del río y lo trasladaron de urgencia al Hospital San Rafael de Alajuela, donde permanece en condición crítica. Esperemos que se recupere pronto, aunque este susto le va a durar un buen rato.
Ahora, la gente del barrio está comentando mil cosas. Algunos dicen que Roberto iba borracho, otros que simplemente tuvo un desafortunado accidente. Lo cierto es que esta historia nos recuerda lo peligroso que puede ser meterse donde no se debe, especialmente si involucra alturas y ríos turbulentos. Uno nunca sabe cuándo el destino decide jugarle una mala pasada.
Este incidente también pone de relieve la rápida respuesta y el profesionalismo de la Cruz Roja y de los bomberos, quienes trabajaron incansablemente para asegurar el bienestar del afectado. Son unos verdaderos héroes anónimos que siempre están dispuestos a echarse un brete por los demás. ¡Que les sigamos aplaudiendo así!
Pero bueno, hablando de accidentes y situaciones inesperadas... ¿Ustedes creen que deberíamos tener más campañas de concientización sobre los riesgos de actividades recreativas peligrosas, o cada quien debería saber cuidarse solito? Déjenme leer sus opiniones al respecto; quiero ver qué piensa la gente del Foro sobre este caso particular, y cómo podemos evitar que este tipo de tragedias se repitan en nuestra comunidad.