¡Ay, fíjate tú! Esto del caso de Ligia Faerron se pone más turbio que café sin leche. Resulta que dos vecinas, de todas maneras, estaban mandando mensajes de apoyo en Facebook buscando a la señora, pero parece que tenían algo que esconder. Ahora ambas están metidas en el brete con la justicia, y ni les cuento el revuelo que ha armado en Ciudad Quesada. Uno nunca sabe quién esconde qué, diay.
Ligia Zulema Faerron Jiménez, recuerdan, desapareció hace casi un mes, y el misterio seguía intacto hasta que el OIJ empezó a moverle los hilos. Las detenciones de Linares Rodríguez, la de 70 años que andaba publicando esos mensajes llenos de “Dios te cuide” y su hija, Monterrey Linares, de 44, sacudieron a la comunidad. Al parecer, aparecen señaladas por favorecimiento real; es decir, ayudar a cubrirle las huellas después de que pasara lo peor. ¡Imagínate la pena!
Pero eso no es todo, porque el OIJ también echó mano a otro sospechoso: un tal González López, de 29 años. Este, por lo que cuentan, estaba muy juntito con Ligia y fue visto por última vez manejando su carro, un Volvo que apareció abandonado unos días después. Con este mae la cosa huele raro, mándale fe. Parece que la propiedad donde podrían estar los restos de Ligia le pertenece a la madrastra de González y a su pareja, un gringo. ¡Qué combinación!
Y hablando de restos, ahí va lo que más está poniendo a temblar a todos: el OIJ está peinando una finca enorme, de más de 60 hectáreas, en Javillos de Florencia. Un perro sabueso entrenado para detectar cadáveres ha marcado varias zonas, así que la búsqueda se concentra ahí. Dicen que han encontrado cosas que no son normales, pero todavía no dan muchos detalles para no entorpecer la investigación. ¡Qué miedo!
Randall Zúñiga, el jefe del OIJ, no anduvo con rodeos: directamente dijo que todo apunta a que Ligia ya no está entre nosotros. ¡Qué sal! Una mujer trabajadora, conocida y querida en toda la zona, termina así, envuelta en una trama tan oscura como el río Coco. Y lo peor de todo es que sus vecinas, esas que parecían preocupadas, podrían estar involucradas. ¡Qué carga!
Este caso ha dejado a Florencia de San Carlos hecha puré. No es fácil aceptar que tragedias así puedan pasar en un lugar tranquilo como ese. Muchos vecinos aseguran que Ligia era una persona ejemplar, siempre dispuesta a echarle una mano a los demás. Ahora, la gente está preguntándose quién pudo tener motivos para hacerle daño y cómo pudieron sus propias vecinas traicionarla de esa manera. ¡Es una torta lo que está pasando!
La investigación continúa a paso firme, y esperamos que pronto se pueda aclarar la verdad y llevar a los responsables ante la justicia. Se están tomando muestras de tierra, analizando ADN y revisando meticulosamente cada detalle de la finca. No descansarán hasta encontrar el cuerpo de Ligia y saber exactamente qué pasó. El país entero está pendiente de este caso, esperando respuestas. ¡Esperemos que encuentren pistas a cachete!
Con tanta información dando vueltas, y tantas preguntas sin respuesta, me pregunto: ¿Crees que la comunidad de Florencia podrá recuperarse de este terrible golpe, o este caso marcará para siempre la confianza y seguridad de sus habitantes? Déjanos tus opiniones en el foro, nos interesa mucho saber qué piensas sobre todo esto, ¡dale!
Ligia Zulema Faerron Jiménez, recuerdan, desapareció hace casi un mes, y el misterio seguía intacto hasta que el OIJ empezó a moverle los hilos. Las detenciones de Linares Rodríguez, la de 70 años que andaba publicando esos mensajes llenos de “Dios te cuide” y su hija, Monterrey Linares, de 44, sacudieron a la comunidad. Al parecer, aparecen señaladas por favorecimiento real; es decir, ayudar a cubrirle las huellas después de que pasara lo peor. ¡Imagínate la pena!
Pero eso no es todo, porque el OIJ también echó mano a otro sospechoso: un tal González López, de 29 años. Este, por lo que cuentan, estaba muy juntito con Ligia y fue visto por última vez manejando su carro, un Volvo que apareció abandonado unos días después. Con este mae la cosa huele raro, mándale fe. Parece que la propiedad donde podrían estar los restos de Ligia le pertenece a la madrastra de González y a su pareja, un gringo. ¡Qué combinación!
Y hablando de restos, ahí va lo que más está poniendo a temblar a todos: el OIJ está peinando una finca enorme, de más de 60 hectáreas, en Javillos de Florencia. Un perro sabueso entrenado para detectar cadáveres ha marcado varias zonas, así que la búsqueda se concentra ahí. Dicen que han encontrado cosas que no son normales, pero todavía no dan muchos detalles para no entorpecer la investigación. ¡Qué miedo!
Randall Zúñiga, el jefe del OIJ, no anduvo con rodeos: directamente dijo que todo apunta a que Ligia ya no está entre nosotros. ¡Qué sal! Una mujer trabajadora, conocida y querida en toda la zona, termina así, envuelta en una trama tan oscura como el río Coco. Y lo peor de todo es que sus vecinas, esas que parecían preocupadas, podrían estar involucradas. ¡Qué carga!
Este caso ha dejado a Florencia de San Carlos hecha puré. No es fácil aceptar que tragedias así puedan pasar en un lugar tranquilo como ese. Muchos vecinos aseguran que Ligia era una persona ejemplar, siempre dispuesta a echarle una mano a los demás. Ahora, la gente está preguntándose quién pudo tener motivos para hacerle daño y cómo pudieron sus propias vecinas traicionarla de esa manera. ¡Es una torta lo que está pasando!
La investigación continúa a paso firme, y esperamos que pronto se pueda aclarar la verdad y llevar a los responsables ante la justicia. Se están tomando muestras de tierra, analizando ADN y revisando meticulosamente cada detalle de la finca. No descansarán hasta encontrar el cuerpo de Ligia y saber exactamente qué pasó. El país entero está pendiente de este caso, esperando respuestas. ¡Esperemos que encuentren pistas a cachete!
Con tanta información dando vueltas, y tantas preguntas sin respuesta, me pregunto: ¿Crees que la comunidad de Florencia podrá recuperarse de este terrible golpe, o este caso marcará para siempre la confianza y seguridad de sus habitantes? Déjanos tus opiniones en el foro, nos interesa mucho saber qué piensas sobre todo esto, ¡dale!
