Ay, Dios mío, qué bronca nos cayó. Resulta que después de tanto golpear a los peces gordos del narcotráfico en Puntarenas – recuerden a Gordo Ramos, Los Picachú y toda esa banda –, parece que surgieron unos nuevos espigones. Esta vez, comandados por un tipo que le apodaron alias ‘Leo’. La cosa se puso fea, pura torta, porque ahora tenemos otro brete que resolver.
Según la información que nos llegó, este alias ‘Leo’ no era precisamente un novato en el negocio. Al parecer, aprovechó el vacío de poder que dejaron sus predecesores, esos que andaban dando candela hasta que el OIJ los agarró. Se dice que tenía un sistema bien ingenioso para esconder botes llenos de sustancia blanca en los manglares de Aranjuez, justo ahí donde nadie los veía venir. Luego, repartía la mercadería por distintos rincones del cantón central, como Barranca, Chacarita y Esparza. Un verdadero chunche bien organizado, diay.
Michael Soto, el subdirector del OIJ, nos explicó que esto es lo que ellos llaman ‘resiliencia delictiva’. Es decir, aunque les peguen duro a una banda, siempre van a salir otros maes buscando hacerse los negocios. “Cuando uno golpea unas estructuras, aparece otra pujando por el territorio para vender la droga”, nos comentó Soto, mientras tomaba un café. Una verdadera rueda que nunca se detiene, mae… ¡qué carga!
Y hablando de golpes, el OIJ y la Fiscalía Adjunta de Puntarenas hicieron un operativo tremendo esta semana, con allanamientos en varias zonas del cantón central. Agarraron a 10 sospechosos, incluyendo al mismísimo alias ‘Leo’, que estaban tranquilos comiendo en un restaurante a la altura de la ruta Interamericana Norte. Pablo Calvo, el jefe regional del OIJ, confirmó que a estos señores también los relacionan con robos de contenedores y lavado de dinero. ¡Qué nivel de artimañas!
Pero la cosa no termina ahí. Según el OIJ, hay indicios de que este grupo podría estar involucrado en atentados contra la vida e incluso asesinatos. Por ahora, la investigación sigue abierta para aclarar todos esos detalles turbios. También están revisando a ver si pudieron haber legitimado unos billetes sucios con esos tingues, pues así se hacen ricos rápido.
Lo que más me preocupa a mí, sinceramente, es cómo siguen apareciendo estos grupos criminales, tan organizados y con tantos recursos. Uno piensa que con tanto esfuerzo y gasto en seguridad, ya debíamos tener controlado el asunto. Pero parece que cada vez que logramos darle un frenazo, surgen otros actores listos para ocupar el lugar. Esto demuestra que la lucha contra el narcotráfico es una batalla constante, una que no podemos perder bajo ningún concepto.
Además, no olvidemos que detrás de todo esto hay familias destruidas, comunidades afectadas y un país entero que sufre las consecuencias de esta violencia. Es hora de que pongamos todos los granos de arena para combatir este problema de raíz, invirtiendo en educación, oportunidades laborales y programas sociales que ayuden a sacar a nuestros jóvenes de la calle. Porque al final del día, la solución no pasa solamente por reprimir, sino también por ofrecer alternativas a quienes se ven tentados a caer en las garras del crimen.
Así que aquí va mi pregunta, compas del Foro: ¿Ustedes creen que realmente estamos haciendo lo suficiente para combatir el narcotráfico en Costa Rica, o necesitamos cambiar radicalmente nuestra estrategia? ¿Qué medidas propone usted para acabar con esta cadena de violencia y proteger a nuestras comunidades?
Según la información que nos llegó, este alias ‘Leo’ no era precisamente un novato en el negocio. Al parecer, aprovechó el vacío de poder que dejaron sus predecesores, esos que andaban dando candela hasta que el OIJ los agarró. Se dice que tenía un sistema bien ingenioso para esconder botes llenos de sustancia blanca en los manglares de Aranjuez, justo ahí donde nadie los veía venir. Luego, repartía la mercadería por distintos rincones del cantón central, como Barranca, Chacarita y Esparza. Un verdadero chunche bien organizado, diay.
Michael Soto, el subdirector del OIJ, nos explicó que esto es lo que ellos llaman ‘resiliencia delictiva’. Es decir, aunque les peguen duro a una banda, siempre van a salir otros maes buscando hacerse los negocios. “Cuando uno golpea unas estructuras, aparece otra pujando por el territorio para vender la droga”, nos comentó Soto, mientras tomaba un café. Una verdadera rueda que nunca se detiene, mae… ¡qué carga!
Y hablando de golpes, el OIJ y la Fiscalía Adjunta de Puntarenas hicieron un operativo tremendo esta semana, con allanamientos en varias zonas del cantón central. Agarraron a 10 sospechosos, incluyendo al mismísimo alias ‘Leo’, que estaban tranquilos comiendo en un restaurante a la altura de la ruta Interamericana Norte. Pablo Calvo, el jefe regional del OIJ, confirmó que a estos señores también los relacionan con robos de contenedores y lavado de dinero. ¡Qué nivel de artimañas!
Pero la cosa no termina ahí. Según el OIJ, hay indicios de que este grupo podría estar involucrado en atentados contra la vida e incluso asesinatos. Por ahora, la investigación sigue abierta para aclarar todos esos detalles turbios. También están revisando a ver si pudieron haber legitimado unos billetes sucios con esos tingues, pues así se hacen ricos rápido.
Lo que más me preocupa a mí, sinceramente, es cómo siguen apareciendo estos grupos criminales, tan organizados y con tantos recursos. Uno piensa que con tanto esfuerzo y gasto en seguridad, ya debíamos tener controlado el asunto. Pero parece que cada vez que logramos darle un frenazo, surgen otros actores listos para ocupar el lugar. Esto demuestra que la lucha contra el narcotráfico es una batalla constante, una que no podemos perder bajo ningún concepto.
Además, no olvidemos que detrás de todo esto hay familias destruidas, comunidades afectadas y un país entero que sufre las consecuencias de esta violencia. Es hora de que pongamos todos los granos de arena para combatir este problema de raíz, invirtiendo en educación, oportunidades laborales y programas sociales que ayuden a sacar a nuestros jóvenes de la calle. Porque al final del día, la solución no pasa solamente por reprimir, sino también por ofrecer alternativas a quienes se ven tentados a caer en las garras del crimen.
Así que aquí va mi pregunta, compas del Foro: ¿Ustedes creen que realmente estamos haciendo lo suficiente para combatir el narcotráfico en Costa Rica, o necesitamos cambiar radicalmente nuestra estrategia? ¿Qué medidas propone usted para acabar con esta cadena de violencia y proteger a nuestras comunidades?