¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que ahora tenemos más detalles sobre el caso Tradeco, ese lío de la construcción de la ruta Barranca-Limonal. El exgerente del INS, Luis Fernando Monge, soltó la bomba ayer en la Asamblea: sí, recibió llamadas del mismísimo presidente Chaves preguntándole por el seguro para esa empresa mexicana, Tradeco. ¡Imagínate el rollo!
Como bien saben, Tradeco no cumplía con todos los requisitos financieros para hacer la obra, pero parece que alguien muy arriba quería allanarle el camino. Esto viene de atrás, pues ya la exprim presidenta del INS, Mónica Araya, había dicho que Chaves le hacía presión para que le diera el visto bueno al seguro, y hasta le gritó cuando ella se negó. ¿Se imaginan eso, una bronca así en plena oficina?
Monge contó que nunca habló directamente con el presidente sobre el tema, pero sí confirmó que le pasaron la información cuando doña Gabriela, una funcionaria del INS, lo llamó durante una junta directiva. “Me dijo que tenía a don Rodrigo en la línea, queriendo preguntarme cositas del seguro”, comentó Monge, con cara de pocos amigos. Él, fiel a lo que indicaban los técnicos, recomendó negarle el seguro, pues era un riesgo considerable.
Y aquí viene lo interesante: toda esta movida está siendo investigada por la Fiscalía General. Se les abrió una causa por peculado a Chaves y al exministro de Obras Públicas, Mauricio Batalla. ¡Qué sal! Parece que este caso se va a arrastrar por mucho tiempo y nos va a salir caro a los ciudadanos. Además, recordemos que hay otras investigaciones abiertas relacionadas con esto, como la llamada 'Pista Oscura', donde también aparecen nombres turbios.
Ahora, recuerden que hace unos meses el Ministerio de Obras Públicas intentó meterle mano a la negociación para darle el proyecto a Tradeco, sin pasar por un concurso público normal. Esto lo reveló el exministro Luis Amador Jiménez, quien terminó yéndose del MOPT porque no compartía la idea de favorecer a la empresa mexicana. Dice que Chaves lo citó a Casa Presidencial para decirle que quería que Tradeco se quedara con el contrato, ¡una clara señal de que había intereses particulares involucrados!
Amador también contó que hubo otros roces con el presidente, especialmente por el tema de la rehabilitación del aeropuerto Juan Santamaría, donde Chaves prefería otra empresa, Pedregal, mientras que a él se le adjudicó el trabajo a Constructora MECO. Este desacuerdo, aparentemente, terminó con su despido. Al parecer, el presidente no tolera que le digan que no a sus caprichos.
Para rematar, el abogado de Tradeco, Randall Chuken, reconoció haber tenido al menos seis reuniones con el presidente Chaves en Casa Presidencial para hablar del tema. ¡Cuánta gente metida en este brete! Y todo esto, mientras nosotros sufrimos con las carreteras en mal estado y los proyectos inconclusos. Es que, ¡qué torta! Parece que algunos prefieren lucrar a solucionar los problemas del país.
Considerando toda esta maraña de información, las presiones, los testimonios contradictorios y las investigaciones en curso, ¿creen que el Presidente Chaves debería renunciar o seguir adelante a pesar de la controversia? ¿Qué medidas deberían tomarse para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro y asegurar que los contratos públicos sean transparentes y justos?
Como bien saben, Tradeco no cumplía con todos los requisitos financieros para hacer la obra, pero parece que alguien muy arriba quería allanarle el camino. Esto viene de atrás, pues ya la exprim presidenta del INS, Mónica Araya, había dicho que Chaves le hacía presión para que le diera el visto bueno al seguro, y hasta le gritó cuando ella se negó. ¿Se imaginan eso, una bronca así en plena oficina?
Monge contó que nunca habló directamente con el presidente sobre el tema, pero sí confirmó que le pasaron la información cuando doña Gabriela, una funcionaria del INS, lo llamó durante una junta directiva. “Me dijo que tenía a don Rodrigo en la línea, queriendo preguntarme cositas del seguro”, comentó Monge, con cara de pocos amigos. Él, fiel a lo que indicaban los técnicos, recomendó negarle el seguro, pues era un riesgo considerable.
Y aquí viene lo interesante: toda esta movida está siendo investigada por la Fiscalía General. Se les abrió una causa por peculado a Chaves y al exministro de Obras Públicas, Mauricio Batalla. ¡Qué sal! Parece que este caso se va a arrastrar por mucho tiempo y nos va a salir caro a los ciudadanos. Además, recordemos que hay otras investigaciones abiertas relacionadas con esto, como la llamada 'Pista Oscura', donde también aparecen nombres turbios.
Ahora, recuerden que hace unos meses el Ministerio de Obras Públicas intentó meterle mano a la negociación para darle el proyecto a Tradeco, sin pasar por un concurso público normal. Esto lo reveló el exministro Luis Amador Jiménez, quien terminó yéndose del MOPT porque no compartía la idea de favorecer a la empresa mexicana. Dice que Chaves lo citó a Casa Presidencial para decirle que quería que Tradeco se quedara con el contrato, ¡una clara señal de que había intereses particulares involucrados!
Amador también contó que hubo otros roces con el presidente, especialmente por el tema de la rehabilitación del aeropuerto Juan Santamaría, donde Chaves prefería otra empresa, Pedregal, mientras que a él se le adjudicó el trabajo a Constructora MECO. Este desacuerdo, aparentemente, terminó con su despido. Al parecer, el presidente no tolera que le digan que no a sus caprichos.
Para rematar, el abogado de Tradeco, Randall Chuken, reconoció haber tenido al menos seis reuniones con el presidente Chaves en Casa Presidencial para hablar del tema. ¡Cuánta gente metida en este brete! Y todo esto, mientras nosotros sufrimos con las carreteras en mal estado y los proyectos inconclusos. Es que, ¡qué torta! Parece que algunos prefieren lucrar a solucionar los problemas del país.
Considerando toda esta maraña de información, las presiones, los testimonios contradictorios y las investigaciones en curso, ¿creen que el Presidente Chaves debería renunciar o seguir adelante a pesar de la controversia? ¿Qué medidas deberían tomarse para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro y asegurar que los contratos públicos sean transparentes y justos?
