¡Ay, mae! Después de un buen bache y hasta un rifatón de comentarios en redes sociales, Celso Borges está de vuelta en la Selección Nacional. Sí, ese mismo, el que andaba regalado después de esas apariciones discretas contra Nicaragua y Haití. Parece que el Piojo Herrera le echó ojo y decidió darle una oportunidad para meterle mano al asunto de la eliminatoria. ¡Menuda movida!
Como les cuento, la Federación Costarricense de Fútbol soltó la lista de convocados para los próximos duelos contra Honduras y Nicaragua, y sorpresa, sorpresa, ahí estaba el nombre de Celso. Junto a otros huesitos viejos como Allan Cruz, que también había estado dando tumbos pero parece que ahora sí quiere ponerlele empeño. Ya saben cómo es esto, la vida del futbolista da muchas vueltas, ¿verdad?
Muchos se preguntaban qué onda con Celso, porque después de esos partidos donde no brilló precisamente, él mismo pidió bajarse del barco, como dicen por acá. Un golpe de timón, buscando aire fresco y reiniciando el motor, vaya. Pero bueno, ahora parece que el Piojo vio algo que los demás no vieron, o quizás simplemente necesitaba experiencia en el medio campo para enfrentar estos duelos cruciales de la eliminatoria camino al Mundial.
Y ni hablar de la novela del manudo Creishel Pérez, que quedó afuera del equipo de Saprissa por un problemota con John Pau Ruiz en un bar. Se dice que hubo empujones y palabras fuertes, todo entre copas. ¡Qué pena! El Piojo, sin embargo, decidió llamarlo igual para este microciclo, demostrando que sabe separar el brete del fútbol. A veces, uno necesita un empujoncito para enderezar el rumbo, ¿no creen?
Hablando del Piojo, lo escuché diciendo que está viendo a unos muchachos nuevos, que no los conoce tanto, y que quiere darles espacio en los entrenamientos. Eso me parece bacán, porque siempre es bueno tener caras nuevas metiendo presión, incentivando a los veteranos a rendir al máximo. Esa competencia sana puede ser clave para llegar lejos en la eliminatoria, ¡qué nervios!
Pero claro, no todo es color de rosa. El Piojo también dejó caer que hay algunas cositas que necesitan mejorar, que todavía hay margen para crecer como equipo. No hay competencia más dura que la eliminatoria, y cada error cuenta. Hay que aprender rápido, porque no hay tiempo para lamentos. El resto de Latinoamérica ya anda mirando al Tiquísimo, listos para aprovechar cualquier resbalón.
Por cierto, ¿recuerdan cuando gritábamos “¡Vamos Ticos!” a todo pulmón en Sudáfrica? Esa época parece tan lejana… Ahora toca laburar duro, recuperar la confianza y demostrar que aún podemos competir contra los grandes. Que no nos confundan con el equipo de hace unos meses, que parecía irse al traste. Tenemos que agarrarle la mosca al toro y salir adelante.
Con todo esto, me queda una pregunta abierta para ustedes, mis queridos foristas: ¿creen que la reincorporación de Celso Borges y Allan Cruz será suficiente para impulsar a la Selección Nacional en los próximos duelos eliminatorios, o necesitamos algo más radical para revertir la situación? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan!
Como les cuento, la Federación Costarricense de Fútbol soltó la lista de convocados para los próximos duelos contra Honduras y Nicaragua, y sorpresa, sorpresa, ahí estaba el nombre de Celso. Junto a otros huesitos viejos como Allan Cruz, que también había estado dando tumbos pero parece que ahora sí quiere ponerlele empeño. Ya saben cómo es esto, la vida del futbolista da muchas vueltas, ¿verdad?
Muchos se preguntaban qué onda con Celso, porque después de esos partidos donde no brilló precisamente, él mismo pidió bajarse del barco, como dicen por acá. Un golpe de timón, buscando aire fresco y reiniciando el motor, vaya. Pero bueno, ahora parece que el Piojo vio algo que los demás no vieron, o quizás simplemente necesitaba experiencia en el medio campo para enfrentar estos duelos cruciales de la eliminatoria camino al Mundial.
Y ni hablar de la novela del manudo Creishel Pérez, que quedó afuera del equipo de Saprissa por un problemota con John Pau Ruiz en un bar. Se dice que hubo empujones y palabras fuertes, todo entre copas. ¡Qué pena! El Piojo, sin embargo, decidió llamarlo igual para este microciclo, demostrando que sabe separar el brete del fútbol. A veces, uno necesita un empujoncito para enderezar el rumbo, ¿no creen?
Hablando del Piojo, lo escuché diciendo que está viendo a unos muchachos nuevos, que no los conoce tanto, y que quiere darles espacio en los entrenamientos. Eso me parece bacán, porque siempre es bueno tener caras nuevas metiendo presión, incentivando a los veteranos a rendir al máximo. Esa competencia sana puede ser clave para llegar lejos en la eliminatoria, ¡qué nervios!
Pero claro, no todo es color de rosa. El Piojo también dejó caer que hay algunas cositas que necesitan mejorar, que todavía hay margen para crecer como equipo. No hay competencia más dura que la eliminatoria, y cada error cuenta. Hay que aprender rápido, porque no hay tiempo para lamentos. El resto de Latinoamérica ya anda mirando al Tiquísimo, listos para aprovechar cualquier resbalón.
Por cierto, ¿recuerdan cuando gritábamos “¡Vamos Ticos!” a todo pulmón en Sudáfrica? Esa época parece tan lejana… Ahora toca laburar duro, recuperar la confianza y demostrar que aún podemos competir contra los grandes. Que no nos confundan con el equipo de hace unos meses, que parecía irse al traste. Tenemos que agarrarle la mosca al toro y salir adelante.
Con todo esto, me queda una pregunta abierta para ustedes, mis queridos foristas: ¿creen que la reincorporación de Celso Borges y Allan Cruz será suficiente para impulsar a la Selección Nacional en los próximos duelos eliminatorios, o necesitamos algo más radical para revertir la situación? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan!