¡Ay, Dios mío! Esto del Reino Unido me tiene pensando. Una jovencita de 22 años, Roksana Lecka, se llevó una condena de ocho años de prisión por maltratar a 21 bebés en guarderías de Londres. Ocho años, chunches, ¡eso es bastante brete!
La historia es escalofriante, nadie puede negarlo. Resulta que la muchacha llegó a golpear, patear e incluso lanzar de cabeza a esos peques, algunos apenas con 18 meses. Imagínate la angustia de los papás, qué vara tan terrible. Las cámaras de seguridad captaron todo, así que no había mucho espacio para negaciones.
Según las autoridades británicas, Lecka cometió siete delitos de crueldad hacia menores y otros catorce cargos adicionales relacionados con el abuso. La jueza Plaschkes no tuvo piedad: “Su conducta criminal solo puede describirse como sádica”. ¡Y vaya que lo era, diay!, es difícil siquiera imaginar la desesperación de esos nenes.
Pero aquí viene el detalle que me tiene con la mosca detrás de la oreja: la defensa alegó que el consumo de cannabis y la imposibilidad de usar su vaporizador en el trabajo influyeron en su comportamiento. ¡¿En serio?! ¿Eso es excusa o qué?
Lecka misma admitió ante el tribunal que “no era consciente de lo que hacía... el cannabis afectaba mi memoria”. Ya sé que el ‘verde’ afecta, pero llegar a maltratar a bebés... eso ya es otra cosa, chunches. Se ve que la vara anduvo bien salada ahí, pa' la muchacha.
Este caso ha levantado muchísimo polvo allá en Inglaterra. Están hablando de reforzar los controles en las guarderías y exigir mayor supervisión al personal. Pero yo creo que va más allá. ¿De verdad estamos entendiendo el impacto de estas sustancias en nuestro cerebro y en nuestras acciones?
Aquí en Costa Rica también hemos tenido nuestros propios casos de negligencia y abusos en centros infantiles. Uno pensaría que estaríamos más atentos, pero parece que siempre hay margen de mejora. Es vital que padres y cuidadores estén alerta y denuncien cualquier sospecha, porque la seguridad de los niños es lo primero, siempre.
En fin, este asunto me deja con muchas preguntas. ¿Cómo podemos prevenir estos actos atroces? ¿Es posible justificar algún tipo de abuso con problemas personales o consumo de drogas? ¿Deberían endurecerse las leyes para proteger a los infantes? ¡Compas del Foro, qué opinan ustedes? Compartan sus ideas y experiencias sobre este tema tan delicado!
La historia es escalofriante, nadie puede negarlo. Resulta que la muchacha llegó a golpear, patear e incluso lanzar de cabeza a esos peques, algunos apenas con 18 meses. Imagínate la angustia de los papás, qué vara tan terrible. Las cámaras de seguridad captaron todo, así que no había mucho espacio para negaciones.
Según las autoridades británicas, Lecka cometió siete delitos de crueldad hacia menores y otros catorce cargos adicionales relacionados con el abuso. La jueza Plaschkes no tuvo piedad: “Su conducta criminal solo puede describirse como sádica”. ¡Y vaya que lo era, diay!, es difícil siquiera imaginar la desesperación de esos nenes.
Pero aquí viene el detalle que me tiene con la mosca detrás de la oreja: la defensa alegó que el consumo de cannabis y la imposibilidad de usar su vaporizador en el trabajo influyeron en su comportamiento. ¡¿En serio?! ¿Eso es excusa o qué?
Lecka misma admitió ante el tribunal que “no era consciente de lo que hacía... el cannabis afectaba mi memoria”. Ya sé que el ‘verde’ afecta, pero llegar a maltratar a bebés... eso ya es otra cosa, chunches. Se ve que la vara anduvo bien salada ahí, pa' la muchacha.
Este caso ha levantado muchísimo polvo allá en Inglaterra. Están hablando de reforzar los controles en las guarderías y exigir mayor supervisión al personal. Pero yo creo que va más allá. ¿De verdad estamos entendiendo el impacto de estas sustancias en nuestro cerebro y en nuestras acciones?
Aquí en Costa Rica también hemos tenido nuestros propios casos de negligencia y abusos en centros infantiles. Uno pensaría que estaríamos más atentos, pero parece que siempre hay margen de mejora. Es vital que padres y cuidadores estén alerta y denuncien cualquier sospecha, porque la seguridad de los niños es lo primero, siempre.
En fin, este asunto me deja con muchas preguntas. ¿Cómo podemos prevenir estos actos atroces? ¿Es posible justificar algún tipo de abuso con problemas personales o consumo de drogas? ¿Deberían endurecerse las leyes para proteger a los infantes? ¡Compas del Foro, qué opinan ustedes? Compartan sus ideas y experiencias sobre este tema tan delicado!
