En un controvertido giro de los acontecimientos, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) y el Ministerio de Salud han autorizado nuevamente el consumo de agua de varias Asociaciones Administradoras de Sistemas de Acueductos y Alcantarillados Comunales (ASADAS) en Cartago, a pesar de que habían sido clausuradas debido a la presencia del fungicida clorotalonil en sus aguas. Esta decisión se produce tras modificar los límites permitidos para los derivados de clorotalonil en el agua, lo cual ha suscitado una ola de preocupación entre expertos y ciudadanos sobre la calidad y seguridad del agua potable en la región.
En Costa Rica, el fungicida se ha utilizado ampliamente, particularmente en cultivos de papa y hortalizas que se producen en las tierras altas de Cartago. Como resultado, el químico ha infiltrado los sistemas de agua locales, generando preocupación sobre la seguridad del consumo de agua potable en las comunidades que dependen de las ASADAS afectadas.
No obstante, con la reciente flexibilización de estos límites por parte de AyA y el Ministerio de Salud, las ASADAS han sido reabiertas y se ha autorizado nuevamente el consumo del agua, bajo el argumento de que los nuevos límites cumplen con los estándares internacionales. Esta decisión ha generado controversia, pues se argumenta que los estándares adoptados no necesariamente garantizan la inocuidad del agua, especialmente cuando se considera la acumulación de este químico en el organismo humano.
José María Villalta, diputado del Frente Amplio, calificó la decisión como un acto irresponsable y un peligro para la salud pública. "Es inaudito que se flexibilicen los límites de un químico cancerígeno para facilitar el consumo de agua. Se está jugando con la salud de la población", afirmó el legislador, quien también exhortó al Ministerio de Salud a reconsiderar esta decisión.
Por su parte, la Federación de Ecologistas de Costa Rica manifestó su descontento con un comunicado en el que enfatizaron los riesgos de salud asociados al consumo prolongado de agua contaminada con clorotalonil, incluso en concentraciones bajas. En dicho comunicado, se hace referencia a estudios que relacionan la exposición al clorotalonil con problemas respiratorios, daño renal, y un aumento en el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
Varias ASADAS en la región de Cartago han luchado durante años con la contaminación de sus fuentes hídricas debido al uso intensivo de agroquímicos en la agricultura local. La reciente modificación de los límites permitidos del clorotalonil parece ser una solución temporal que no atiende el problema de raíz: la contaminación del agua por prácticas agrícolas insostenibles.
Expertos en salud pública han advertido que los efectos de la exposición crónica al clorotalonil no se limitan a riesgos inmediatos, sino que podrían tener implicaciones a largo plazo para la salud de las comunidades. El riesgo de cáncer, así como posibles efectos adversos en el desarrollo infantil y problemas renales, son algunas de las principales preocupaciones que se han planteado.
La ciudadanía también juega un papel fundamental. La presión de los ciudadanos para que se garantice la calidad del agua potable es clave para lograr cambios. En este sentido, se ha convocado a movilizaciones y manifestaciones en las comunidades afectadas de Cartago, donde los vecinos exigen explicaciones y acciones concretas por parte de las autoridades.
La presencia de clorotalonil en el agua potable, incluso en niveles considerados "seguros" según los nuevos estándares, representa un riesgo que no debe ser subestimado. La comunidad científica y los ciudadanos de Cartago continúan exigiendo respuestas y acciones que vayan más allá de ajustar los límites permitidos: demandan soluciones que garanticen agua realmente limpia y libre de contaminantes.
El debate sobre el clorotalonil y la calidad del agua potable en Costa Rica apenas comienza, y sus resultados podrían sentar un precedente para el manejo de la seguridad hídrica en el país. En este contexto, es fundamental que las autoridades reconsideren las medidas adoptadas y trabajen en conjunto con las comunidades, expertos y organizaciones ecologistas para proteger uno de los recursos más valiosos y esenciales para la vida: el agua potable.
Clorotalonil: Un Químico Controversial
El clorotalonil es un fungicida utilizado en la agricultura para el control de hongos en varios cultivos. A pesar de su popularidad entre los agricultores debido a su efectividad, también se le considera altamente peligroso para la salud humana y el medio ambiente. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos clasifica al clorotalonil como un posible cancerígeno humano, y la Unión Europea prohibió su uso en 2020 debido a los riesgos asociados con su presencia en el agua subteránea.En Costa Rica, el fungicida se ha utilizado ampliamente, particularmente en cultivos de papa y hortalizas que se producen en las tierras altas de Cartago. Como resultado, el químico ha infiltrado los sistemas de agua locales, generando preocupación sobre la seguridad del consumo de agua potable en las comunidades que dependen de las ASADAS afectadas.
AyA y Ministerio de Salud Modifican los Límites Permitidos
El reciente levantamiento de la clausura de algunas ASADAS en Cartago fue posible gracias a una modificación en los límites permitidos de derivados del clorotalonil en el agua. Anteriormente, los niveles de clorotalonil encontrados en las aguas de estas ASADAS excedían los límites considerados seguros para el consumo humano, lo cual había derivado en la decisión de clausurarlas.
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No obstante, con la reciente flexibilización de estos límites por parte de AyA y el Ministerio de Salud, las ASADAS han sido reabiertas y se ha autorizado nuevamente el consumo del agua, bajo el argumento de que los nuevos límites cumplen con los estándares internacionales. Esta decisión ha generado controversia, pues se argumenta que los estándares adoptados no necesariamente garantizan la inocuidad del agua, especialmente cuando se considera la acumulación de este químico en el organismo humano.
Las Reacciones de la Comunidad y los Expertos
Las reacciones no se han hecho esperar. Organizaciones ecologistas, expertos en salud pública y vecinos de las comunidades afectadas han expresado su preocupación y desacuerdo con la decisión de modificar los límites permitidos del clorotalonil. Muchos señalan que esta medida representa una amenaza para la salud de las personas, y que se está priorizando la continuación del suministro de agua sobre la garantía de su calidad.José María Villalta, diputado del Frente Amplio, calificó la decisión como un acto irresponsable y un peligro para la salud pública. "Es inaudito que se flexibilicen los límites de un químico cancerígeno para facilitar el consumo de agua. Se está jugando con la salud de la población", afirmó el legislador, quien también exhortó al Ministerio de Salud a reconsiderar esta decisión.
Por su parte, la Federación de Ecologistas de Costa Rica manifestó su descontento con un comunicado en el que enfatizaron los riesgos de salud asociados al consumo prolongado de agua contaminada con clorotalonil, incluso en concentraciones bajas. En dicho comunicado, se hace referencia a estudios que relacionan la exposición al clorotalonil con problemas respiratorios, daño renal, y un aumento en el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
El Papel de las ASADAS en la Crisis
Las ASADAS desempeñan un papel fundamental en el suministro de agua potable en muchas comunidades rurales de Costa Rica. Estas organizaciones comunales se encargan de administrar y distribuir el agua, garantizando el acceso a este recurso esencial en lugares donde el AyA no llega de manera directa. Sin embargo, la presencia de clorotalonil en sus fuentes de agua ha puesto de manifiesto las limitaciones que enfrentan estas entidades en términos de recursos y capacidades para garantizar la calidad del agua.Varias ASADAS en la región de Cartago han luchado durante años con la contaminación de sus fuentes hídricas debido al uso intensivo de agroquímicos en la agricultura local. La reciente modificación de los límites permitidos del clorotalonil parece ser una solución temporal que no atiende el problema de raíz: la contaminación del agua por prácticas agrícolas insostenibles.
¿Un Retroceso en la Protección del Agua Potable?
La decisión de modificar los límites permitidos para el clorotalonil podría considerarse como un retroceso en la protección de la calidad del agua potable en Costa Rica. En lugar de trabajar para reducir la contaminación y garantizar agua realmente pura para las comunidades, se está optando por ajustar los parámetros de seguridad para que el agua disponible cumpla con los nuevos estándares, aunque estos sean menos estrictos.Expertos en salud pública han advertido que los efectos de la exposición crónica al clorotalonil no se limitan a riesgos inmediatos, sino que podrían tener implicaciones a largo plazo para la salud de las comunidades. El riesgo de cáncer, así como posibles efectos adversos en el desarrollo infantil y problemas renales, son algunas de las principales preocupaciones que se han planteado.
¿Qué Se Puede Hacer?
Ante esta situación, los ecologistas y defensores de la salud pública insisten en la necesidad de adoptar medidas preventivas para proteger las fuentes de agua de la contaminación. Entre las soluciones propuestas está la regulación más estricta del uso de agroquímicos en las áreas cercanas a fuentes de agua, así como la promoción de prácticas agrícolas más sostenibles que reduzcan la dependencia de sustancias tóxicas como el clorotalonil.La ciudadanía también juega un papel fundamental. La presión de los ciudadanos para que se garantice la calidad del agua potable es clave para lograr cambios. En este sentido, se ha convocado a movilizaciones y manifestaciones en las comunidades afectadas de Cartago, donde los vecinos exigen explicaciones y acciones concretas por parte de las autoridades.
Un Futuro Incierto para el Agua Potable en Cartago
El levantamiento de la clausura de las ASADAS en Cartago, tras modificar los límites permitidos para el clorotalonil, plantea serias dudas sobre el compromiso del gobierno con la protección de la salud pública y la calidad del agua potable. Si bien la necesidad de asegurar el suministro de agua es incuestionable, también lo es la necesidad de garantizar que este recurso vital sea seguro para el consumo humano.La presencia de clorotalonil en el agua potable, incluso en niveles considerados "seguros" según los nuevos estándares, representa un riesgo que no debe ser subestimado. La comunidad científica y los ciudadanos de Cartago continúan exigiendo respuestas y acciones que vayan más allá de ajustar los límites permitidos: demandan soluciones que garanticen agua realmente limpia y libre de contaminantes.
El debate sobre el clorotalonil y la calidad del agua potable en Costa Rica apenas comienza, y sus resultados podrían sentar un precedente para el manejo de la seguridad hídrica en el país. En este contexto, es fundamental que las autoridades reconsideren las medidas adoptadas y trabajen en conjunto con las comunidades, expertos y organizaciones ecologistas para proteger uno de los recursos más valiosos y esenciales para la vida: el agua potable.
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