Es una exageración.
Sí es cierto que son en promedio menos corteses que los costarricenses; no son de saludar a nadie que no conozcan, dan las gracias con mucha menos frecuencia, es menos probable que te digan "salud" si estornudás o que te den las gracias si les decís salud, son de pedir las cosas de manera seria y fría.
Pero de eso a decir que son odiosos o groseros como población es distinto y es falso. Si vos les hacés conversación te siguen la corriente, si te reís cuando ya los vas conociendo, se ríen igual. Son incluso algo más confiados que los costarricenses para hablar una vez ya te ubican. Diría que el porcentaje de mujeres creídas es menor que acá.
En Costa Rica hay más hipocresía, los panameños en cambio son más de decir las cosas directamente, por ejemplo, si acá alguien tiene un carretillo y vos se lo pedís para mezclar cemento, y esa persona no quiere, es más probable que te ponga de excusa que "está ocupado" o "está malo", en Panamá en cambio te dirán: No, no quiero, y ya. Quizás ese choque de morales haga que algunos los perciban así.
Por otro lado, la amabilidad del costarricense está muy idealizada y sobrevalorada, el costarricense lo que es, es cortés, saluda a todo mundo, da las gracias por todo, le sonríe a todos, pero muy amable y humanitario como tal no es que sea.
Algo curioso ocurre al comparar con Chile, país en el que he vivido bastante… Los chilenos en cuanto a cortesía son un punto medio entre costarricenses y panameños (menos corteses que los primeros, más corteses que los segundos).
Sin embargo si hablamos de amabilidad y humanidad como tal, nos ganan. En Costa Rica si le pedís una dirección a alguien, con cortesía te da las señas y hasta ahí, en Chile es mucho más probable que alguien saque el celular para darte la dirección con el mayor detalle posible e incluso que hasta saque tiempo para acompañarte en persona a tu destino. Si decís en una fila que no te alcanza para el pasaje del metro o el bus, en Costa Rica mucha gente se hace la desentendida, en Chile es mucho más rápido que te den una monedita para que te montés (es una emergencia, distinto a darle plata a drogadictos). Si en una carretera te ocurre una emergencia, se bajan para ver cómo pueden ayudarte y hasta te transportan por iniciativa. Yo la verdad valoraría más esos gestos a que me digan gracias por todo o me saluden a cada rato.
El costarricense lo que sí es, es eso: cortés, formal. Pero en amabilidad y humanidad… diría que somos normales.