¡Ay, Dios mío! El panorama en el PUSC parece un brete, directo. Juan Carlos Hidalgo, el aspirante a la presidencia, ha soltado la bomba: va a sacar del carro a los diputados que se atrevan a ir en contra del levantamiento de la inmunidad al Presidente Chaves. ¡Imagínate la bronca! Parece que dentro del partido hay más divisiones que gallinas en corral.
Todo esto viene por el caso “BCIE-cariñitos”, donde Chaves enfrenta acusaciones de peculado. Después de que el comité de ética recomendara levantarle el fuero para enfrentar cargos en los tribunales, varios diputados del PUSC han decidido darle la espalda a su propio candidato, creando un verdadero quilombo político. De repente, todo mundo se hace rogado para dar el visto bueno a algo que públicamente habían apoyado… ¡Qué pena ajena!
Hidalgo no se anduvo con rodeos. En un mensaje contundente, amenazó con echar a patadas a aquellos que no se sumen a su plan. “A quienes insistan en continuar con las viejas mañas; a quienes prefieran negociar bajo la mesa; a quienes sucumban a los ‘cariñitos’, les digo con toda claridad y contundencia: aquí no hacen falta; no los quiero a mi lado; no tienen espacio en esta campaña, ni lo tendrán en mi próximo gobierno”, sentenció. ¡Parece que está dispuesto a meter mano dura para imponer su criterio!
Entre los diputados que han levantado la voz en contra están Melina Ajoy, Leslay Bojorges y María Marta Carballo. Ajoy, incluso, admitió que tendrá que tomarse un cafecito con Hidalgo para aclarar la situación. ¡Un cafecito diplomático para intentar apagar el incendio! Bojorges, por su parte, acusó a Hidalgo de “embarcarlo” una vez más, recordando una disputa anterior donde él fue expulsado de la fracción legislativa. La vara está alta, señores.
El caso de Bojorges es aún más turbio porque está siendo investigado por la Fiscalía en el llamado “caso Richter”. Pareciera que cualquier sombra que se acerque a su figura se convierte en munición para sus adversarios políticos. Y Carballo, fiel a su estilo, ha defendido su postura con uñas y dientes, exigiendo respeto a su decisión. ¡Cada quién con su chunche, dicen por ahí!
Lo curioso es que, pese a la crisis, algunos diputados del PUSC sí están a favor de levantar la inmunidad de Chaves, como Daniela Rojas, Vanessa Castro, Carlos Felipe García y Alejandro Pacheco. También se rumorea que Horacio Alvarado podría sumarse a la lista. Con estos nombres, se podría llegar a formar una mayoría que apruebe la medida, aunque la discusión promete ser larga y tensa. ¡Se espera que la cosa se alargue hasta las 6:55 p.m.! Un espectáculo digno de verse, diay.
La situación demuestra, una vez más, la complejidad de la política costarricense y la importancia de los principios. Hidalgo, representante del PUSC, insiste en que “nadie debe estar por encima de la ley”, pero sus propios compañeros parecen tener otras prioridades. ¿Será que la ambición política supera la convicción moral? Veremos cómo se desarrolla este drama, que pinta para ser uno de los capítulos más movidos de la campaña presidencial.
Ante este panorama caótico, surge la pregunta: ¿Debería el PUSC reconsiderar su estrategia y buscar un acuerdo interno para evitar una división tan profunda, o Hidalgo está haciendo bien al defender sus principios a pesar de las consecuencias? ¡Compas, déjenme saber su opinión en el foro!
Todo esto viene por el caso “BCIE-cariñitos”, donde Chaves enfrenta acusaciones de peculado. Después de que el comité de ética recomendara levantarle el fuero para enfrentar cargos en los tribunales, varios diputados del PUSC han decidido darle la espalda a su propio candidato, creando un verdadero quilombo político. De repente, todo mundo se hace rogado para dar el visto bueno a algo que públicamente habían apoyado… ¡Qué pena ajena!
Hidalgo no se anduvo con rodeos. En un mensaje contundente, amenazó con echar a patadas a aquellos que no se sumen a su plan. “A quienes insistan en continuar con las viejas mañas; a quienes prefieran negociar bajo la mesa; a quienes sucumban a los ‘cariñitos’, les digo con toda claridad y contundencia: aquí no hacen falta; no los quiero a mi lado; no tienen espacio en esta campaña, ni lo tendrán en mi próximo gobierno”, sentenció. ¡Parece que está dispuesto a meter mano dura para imponer su criterio!
Entre los diputados que han levantado la voz en contra están Melina Ajoy, Leslay Bojorges y María Marta Carballo. Ajoy, incluso, admitió que tendrá que tomarse un cafecito con Hidalgo para aclarar la situación. ¡Un cafecito diplomático para intentar apagar el incendio! Bojorges, por su parte, acusó a Hidalgo de “embarcarlo” una vez más, recordando una disputa anterior donde él fue expulsado de la fracción legislativa. La vara está alta, señores.
El caso de Bojorges es aún más turbio porque está siendo investigado por la Fiscalía en el llamado “caso Richter”. Pareciera que cualquier sombra que se acerque a su figura se convierte en munición para sus adversarios políticos. Y Carballo, fiel a su estilo, ha defendido su postura con uñas y dientes, exigiendo respeto a su decisión. ¡Cada quién con su chunche, dicen por ahí!
Lo curioso es que, pese a la crisis, algunos diputados del PUSC sí están a favor de levantar la inmunidad de Chaves, como Daniela Rojas, Vanessa Castro, Carlos Felipe García y Alejandro Pacheco. También se rumorea que Horacio Alvarado podría sumarse a la lista. Con estos nombres, se podría llegar a formar una mayoría que apruebe la medida, aunque la discusión promete ser larga y tensa. ¡Se espera que la cosa se alargue hasta las 6:55 p.m.! Un espectáculo digno de verse, diay.
La situación demuestra, una vez más, la complejidad de la política costarricense y la importancia de los principios. Hidalgo, representante del PUSC, insiste en que “nadie debe estar por encima de la ley”, pero sus propios compañeros parecen tener otras prioridades. ¿Será que la ambición política supera la convicción moral? Veremos cómo se desarrolla este drama, que pinta para ser uno de los capítulos más movidos de la campaña presidencial.
Ante este panorama caótico, surge la pregunta: ¿Debería el PUSC reconsiderar su estrategia y buscar un acuerdo interno para evitar una división tan profunda, o Hidalgo está haciendo bien al defender sus principios a pesar de las consecuencias? ¡Compas, déjenme saber su opinión en el foro!
