¡Ay, Dios mío! La pura verdá, parece que el Estado de la Nación nos dio una bofetada de realidad. El reporte del Programa Estado de la Nación 2025 no pintó nada bonito, compa. Directamente nos dijeron que nuestra democracia está en ‘condiciones tóxicas’, vamos, que estamos bastante feos. Una cosa es decir que hay problemas, pero ponerlo así… eso sí duele, ¿no?
Todo arranca con los ataques constantes entre los Poderes del Estado. Parece novela, pero ya va dando hartura. El Ejecutivo, la Asamblea y el Poder Judicial no se andan con rodeos, se lanzan pullas de derecha a izquierda, y mientras tanto, nosotros, los ticos, miramos cómo se pelean nuestros impuestos y nuestro futuro. Se olvidan que tienen que trabajar juntos por el bien del país, diay.
El informe del Estado de la Nación señala que la administración de Rodrigo Chaves llevó las cosas al extremo, reconfigurando las conferencias de prensa en escenarios de pelea política. Imagínate, ¡464 alusiones directas a autoridades, instituciones y periodistas entre mayo de 2024 y abril de 2025! Eso es más que un debate acalorado en el Barrio Amón, ¿me entienden? Ya ni les cuento la marcha contra el Fiscal General, Carlo Díaz... Eso fue de quedarse grabado en la memoria colectiva, una jugada que jamás había visto Costa Rica.
Y no es solo el tema de los ataques verbales. Según el estudio, ahora tenemos un ‘control político invertido’, donde el Gobierno le pide cuentas a los demás poderes en vez de rendirlas él mismo. Esto, señores, es peligroso porque debilita las instituciones y abre espacio para la corrupción y la impunidad. El investigador Ronald Alfaro lo puso claro: ‘Compromete la estabilidad política y la posibilidad de mejorar la calidad de vida de la población’.
Pero la cosa no termina ahí. El informe también destapa otro problema grave: la incapacidad de nuestros políticos para resolver los problemas reales de la gente. Se dice que la producción de leyes y decretos que realmente ayudan a la sociedad se ha reducido a la mitad en la última década, y en la administración Chaves Robles, ¡la cosa está peor! Ocho leyes y siete decretos progresivos por cada uno regresivo. Un papelón, díganlo ustedes.
Además, el gobierno anda impulsando un proyecto político inusual, como si estuviera en campaña permanente. Creación de marcas institucionales, lanzamiento del nuevo Partido Pueblo Soberano (PPS) y captación de alcaldes… ¡Una movida completa! Y encima, varios alcaldes, la mayoría del Valle Central, se fueron del PPS, dejando pasar rumores de que quieren aprovecharse del éxito actual de la figura presidencial. Hay denuncias por violar normas sobre beligerancia política, pero ¿quién escucha de verdad?
Para rematar, el informe pinta un panorama preocupante para las próximas elecciones de 2026: el abstencionismo está disparado y el sistema de partidos está colapsando. Más de ocho de cada diez personas no se identifican con ninguna agrupación política, y la participación electoral sigue bajando. El mae ya no confía en nadie, se siente desconectado de la política. Con tantas opciones y tan poca confianza, ¿qué futuro nos espera?
En fin, compa, este informe del Estado de la Nación nos deja bastante pendiente. ¿Será posible recuperar la confianza en nuestras instituciones y en nuestros líderes? ¿Cómo podemos salir de estas ‘condiciones tóxicas’ y construir un futuro mejor para Costa Rica? Déjanos tus ideas en los comentarios, ¡necesitamos una buena plática para ver qué hacemos!
Todo arranca con los ataques constantes entre los Poderes del Estado. Parece novela, pero ya va dando hartura. El Ejecutivo, la Asamblea y el Poder Judicial no se andan con rodeos, se lanzan pullas de derecha a izquierda, y mientras tanto, nosotros, los ticos, miramos cómo se pelean nuestros impuestos y nuestro futuro. Se olvidan que tienen que trabajar juntos por el bien del país, diay.
El informe del Estado de la Nación señala que la administración de Rodrigo Chaves llevó las cosas al extremo, reconfigurando las conferencias de prensa en escenarios de pelea política. Imagínate, ¡464 alusiones directas a autoridades, instituciones y periodistas entre mayo de 2024 y abril de 2025! Eso es más que un debate acalorado en el Barrio Amón, ¿me entienden? Ya ni les cuento la marcha contra el Fiscal General, Carlo Díaz... Eso fue de quedarse grabado en la memoria colectiva, una jugada que jamás había visto Costa Rica.
Y no es solo el tema de los ataques verbales. Según el estudio, ahora tenemos un ‘control político invertido’, donde el Gobierno le pide cuentas a los demás poderes en vez de rendirlas él mismo. Esto, señores, es peligroso porque debilita las instituciones y abre espacio para la corrupción y la impunidad. El investigador Ronald Alfaro lo puso claro: ‘Compromete la estabilidad política y la posibilidad de mejorar la calidad de vida de la población’.
Pero la cosa no termina ahí. El informe también destapa otro problema grave: la incapacidad de nuestros políticos para resolver los problemas reales de la gente. Se dice que la producción de leyes y decretos que realmente ayudan a la sociedad se ha reducido a la mitad en la última década, y en la administración Chaves Robles, ¡la cosa está peor! Ocho leyes y siete decretos progresivos por cada uno regresivo. Un papelón, díganlo ustedes.
Además, el gobierno anda impulsando un proyecto político inusual, como si estuviera en campaña permanente. Creación de marcas institucionales, lanzamiento del nuevo Partido Pueblo Soberano (PPS) y captación de alcaldes… ¡Una movida completa! Y encima, varios alcaldes, la mayoría del Valle Central, se fueron del PPS, dejando pasar rumores de que quieren aprovecharse del éxito actual de la figura presidencial. Hay denuncias por violar normas sobre beligerancia política, pero ¿quién escucha de verdad?
Para rematar, el informe pinta un panorama preocupante para las próximas elecciones de 2026: el abstencionismo está disparado y el sistema de partidos está colapsando. Más de ocho de cada diez personas no se identifican con ninguna agrupación política, y la participación electoral sigue bajando. El mae ya no confía en nadie, se siente desconectado de la política. Con tantas opciones y tan poca confianza, ¿qué futuro nos espera?
En fin, compa, este informe del Estado de la Nación nos deja bastante pendiente. ¿Será posible recuperar la confianza en nuestras instituciones y en nuestros líderes? ¿Cómo podemos salir de estas ‘condiciones tóxicas’ y construir un futuro mejor para Costa Rica? Déjanos tus ideas en los comentarios, ¡necesitamos una buena plática para ver qué hacemos!