Frizado
ANÓNIMO
Quiero contarles mi primera experiencia sexual.
De carajillo vivíamos en Moravia. Cada cierto tiempo nos visitaba una familia amiga que vivía en los barrios del sur. Todos éramos chiquillos, pero la hermana mayor de la otra familia estaba cerca de los 18. Yo tenía muucho menos que ella (mucho). Su nombre era Laura, y yo estaba tiernamente enamorado de ella. Tenía el cabello castaño y largo, un cuerpo contorneado, piel blanca, unos pechos hermosos que a mi temprana edad me llamaban mucho la atención. No se si ella notaba mi admiración hacia ella, ya que yo no dejaba de mirarla cuando nos visitaba.
Un día nos visitaron desde muy temprano, y jugamos muchos juegos de chiquillos de aquel tiempo. Finalmente alguien propuso que jugáramos “escondido”. Recuerdo que mi hermana comenzó a contar, mientras yo buscaba un buen lugar para esconderme. Finalmente subí las gradas de la casa y llegué a la habitación de mis papás. Como no había nadie, me acerqué al closet, mientras iba llegando alguien sacó la mano del closet y me susurró “pst, aquí “. Cual fue mi sorpresa que quién estaba escondida ahí era Laura!
Recuerdo que nos acomodamos entre los ganchos con ropa. Yo quedé frente a ella, tan ajustado que mi cara rodaba sus pechos. Los sentí suaves, y empecé a imaginar cosas. De pronto, debido al morbo y a la excitación, mi pene comenzó a crecer. Era mi primer erección!! Ella al notar mi cambio, se agachó, me miró con ternura y me dio mi primer beso. Yo inexperto no pude reaccionar bien, hasta que ella empezó a pasar su lengua por mis labios y luego la empezó a introducir en mi boca. El beso más delicioso de mi vida!
De pronto, y de forma rápida, Laura se bajó el short que andaba, luego me desabrochó el pantalón y bajo mi bóxer. Se bajó su tanga rosada, se puso espaldas a mi, tomó mi pene y comenzó a introducirlo en su húmeda vagina! Ella tomó mis manos y las colocó en sus muslos. No puedo describirles el placer y adrenalina que estaba experimentando en ese momento. Era mi primera vez con una mujer, y qué mujer!! Ella empujaba mi cadera hacia ella con fuerza mientras gemía suavemente y con susto. No había pasado mucho rato cuando exploté de placer y me vine dentro de ella. Los dos gritamos de placer!!
Yo no lo podía creer, mientras me volvía a colocar mi ropa, sudaba como un loco.
Con Laura no tuve la oportunidad de repetir, ya que se fueron a vivir muy lejos. Pero desde ese día, no dejo de admirar y desear estar con mujeres maduras.
De carajillo vivíamos en Moravia. Cada cierto tiempo nos visitaba una familia amiga que vivía en los barrios del sur. Todos éramos chiquillos, pero la hermana mayor de la otra familia estaba cerca de los 18. Yo tenía muucho menos que ella (mucho). Su nombre era Laura, y yo estaba tiernamente enamorado de ella. Tenía el cabello castaño y largo, un cuerpo contorneado, piel blanca, unos pechos hermosos que a mi temprana edad me llamaban mucho la atención. No se si ella notaba mi admiración hacia ella, ya que yo no dejaba de mirarla cuando nos visitaba.
Un día nos visitaron desde muy temprano, y jugamos muchos juegos de chiquillos de aquel tiempo. Finalmente alguien propuso que jugáramos “escondido”. Recuerdo que mi hermana comenzó a contar, mientras yo buscaba un buen lugar para esconderme. Finalmente subí las gradas de la casa y llegué a la habitación de mis papás. Como no había nadie, me acerqué al closet, mientras iba llegando alguien sacó la mano del closet y me susurró “pst, aquí “. Cual fue mi sorpresa que quién estaba escondida ahí era Laura!
Recuerdo que nos acomodamos entre los ganchos con ropa. Yo quedé frente a ella, tan ajustado que mi cara rodaba sus pechos. Los sentí suaves, y empecé a imaginar cosas. De pronto, debido al morbo y a la excitación, mi pene comenzó a crecer. Era mi primer erección!! Ella al notar mi cambio, se agachó, me miró con ternura y me dio mi primer beso. Yo inexperto no pude reaccionar bien, hasta que ella empezó a pasar su lengua por mis labios y luego la empezó a introducir en mi boca. El beso más delicioso de mi vida!
De pronto, y de forma rápida, Laura se bajó el short que andaba, luego me desabrochó el pantalón y bajo mi bóxer. Se bajó su tanga rosada, se puso espaldas a mi, tomó mi pene y comenzó a introducirlo en su húmeda vagina! Ella tomó mis manos y las colocó en sus muslos. No puedo describirles el placer y adrenalina que estaba experimentando en ese momento. Era mi primera vez con una mujer, y qué mujer!! Ella empujaba mi cadera hacia ella con fuerza mientras gemía suavemente y con susto. No había pasado mucho rato cuando exploté de placer y me vine dentro de ella. Los dos gritamos de placer!!
Yo no lo podía creer, mientras me volvía a colocar mi ropa, sudaba como un loco.
Con Laura no tuve la oportunidad de repetir, ya que se fueron a vivir muy lejos. Pero desde ese día, no dejo de admirar y desear estar con mujeres maduras.
