Bueno, pues ahí le vamos, raza. El Gobierno nos soltó el proyecto del tren eléctrico, el famoso " , "Tibi”, con unos ochocientos millones de dólares de etiqueta. Un buen chayote, díganle. Y lo peor es que se van a endeudar con el BCIE y el Banco Europeo de Inversiones, pa' que luego sigamos pagando nosotros los baldosas.
La verdad es que ya habíamos visto propuestas de tren eléctrico antes, ¿se acuerdan del proyecto de Alvarado? Ese iba a ser un mamotreto de casi mil quinientos cincuenta millones de dólares, con un montón de líneas y estaciones. Pero, como bien dice el Presidente Chaves, resultó ser un invento sin pies ni cabeza, sin siquiera estudios técnicos bien hechos. Un sueño imposible, como él mismo lo describió, que nos iba a dejar con una deuda descomunal.
Ahora, este nuevo proyecto parece un poquito más sensato, al menos en apariencia. Va a conectar Alajuela y Paraíso en 51 kilómetros de vías dobles, con unas 30 estaciones, incluyendo dos nuevas terminales, una en Paraíso y otra en Alajuela centro. Dicen que va a andar todos los días, cada 10 minutos, y que va a transportar a más de cien mil personas diarias. ¿Será cierto, mae?
Según Incofer, con este tren se podrían reducir seis punto quinientos cuarenta millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero. Eso suena chiva, claro, si realmente funciona y no terminamos con otro brete medio apagado, como tantos proyectos que hemos visto por acá. Es que uno ya queda escéptico, ¿verdad?
El nombre “Tibi” es un guiño a las comunidades indígenas, lo que siempre es bueno ver. Álvaro Bermúdez, el presidente del Incofer, dice que se esforzaron para hacer un proyecto sólido, que esté a la altura de nuestras necesidades y que no nos deje quebrados. Esperemos que sí, porque la plata no crece en los árboles, y menos en Costa Rica, donde el manejo financiero a veces deja mucho que desear.
Rodrigo Chaves ha recalcado que esta vez sí hay una “propuesta seria y responsable”. Se contradice con la anterior, pero bueno, eso ya es costumbre en política. Quiere dar la impresión de que rescató el proyecto del desastre, pero la verdad es que está adaptándolo a una realidad más ajustada a nuestros recursos. Que le den, mientras venga bien para la gente.
Pero ojo, parce. Todo esto requiere aprobación de la Asamblea Legislativa, que ya sabemos cómo andan… Con las vacaciones cerca y una campaña política a toda máquina, no sería raro que le metan mano, que cambien cosas, que pongan sus propios intereses arriba del bienestar nacional. ¡Qué torta sería si terminamos con otro proyecto inflado y lleno de trabas!
Así que, compas, dime yo: ¿crees que este tren eléctrico es una verdadera solución para nuestro transporte público, o simplemente otra promesa electoral que se irá al traste? ¿Estás dispuesto a apostarle, sabiendo nuestro historial con estos megaproyectos? Dale, escribe tu opinión abajo y veamos qué piensa la gente.
La verdad es que ya habíamos visto propuestas de tren eléctrico antes, ¿se acuerdan del proyecto de Alvarado? Ese iba a ser un mamotreto de casi mil quinientos cincuenta millones de dólares, con un montón de líneas y estaciones. Pero, como bien dice el Presidente Chaves, resultó ser un invento sin pies ni cabeza, sin siquiera estudios técnicos bien hechos. Un sueño imposible, como él mismo lo describió, que nos iba a dejar con una deuda descomunal.
Ahora, este nuevo proyecto parece un poquito más sensato, al menos en apariencia. Va a conectar Alajuela y Paraíso en 51 kilómetros de vías dobles, con unas 30 estaciones, incluyendo dos nuevas terminales, una en Paraíso y otra en Alajuela centro. Dicen que va a andar todos los días, cada 10 minutos, y que va a transportar a más de cien mil personas diarias. ¿Será cierto, mae?
Según Incofer, con este tren se podrían reducir seis punto quinientos cuarenta millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero. Eso suena chiva, claro, si realmente funciona y no terminamos con otro brete medio apagado, como tantos proyectos que hemos visto por acá. Es que uno ya queda escéptico, ¿verdad?
El nombre “Tibi” es un guiño a las comunidades indígenas, lo que siempre es bueno ver. Álvaro Bermúdez, el presidente del Incofer, dice que se esforzaron para hacer un proyecto sólido, que esté a la altura de nuestras necesidades y que no nos deje quebrados. Esperemos que sí, porque la plata no crece en los árboles, y menos en Costa Rica, donde el manejo financiero a veces deja mucho que desear.
Rodrigo Chaves ha recalcado que esta vez sí hay una “propuesta seria y responsable”. Se contradice con la anterior, pero bueno, eso ya es costumbre en política. Quiere dar la impresión de que rescató el proyecto del desastre, pero la verdad es que está adaptándolo a una realidad más ajustada a nuestros recursos. Que le den, mientras venga bien para la gente.
Pero ojo, parce. Todo esto requiere aprobación de la Asamblea Legislativa, que ya sabemos cómo andan… Con las vacaciones cerca y una campaña política a toda máquina, no sería raro que le metan mano, que cambien cosas, que pongan sus propios intereses arriba del bienestar nacional. ¡Qué torta sería si terminamos con otro proyecto inflado y lleno de trabas!
Así que, compas, dime yo: ¿crees que este tren eléctrico es una verdadera solución para nuestro transporte público, o simplemente otra promesa electoral que se irá al traste? ¿Estás dispuesto a apostarle, sabiendo nuestro historial con estos megaproyectos? Dale, escribe tu opinión abajo y veamos qué piensa la gente.
