¡Dígale adiós al GAM, mae! Concasa, esos de las construcciones, le metieron mano a un proyectazo en Guanacaste llamado Natarundi. Ya van con la segunda fase, una verdadera torta de plata, pues hablan de unos US$41 millones pa’ levantar seis edificios con 240 apartamientos. Esto sí que es romper el molde, porque hasta ahora siempre andaban pegaditos al Gran Área Metropolitana.
Concasa ya tiene un historial de proyectos bien conocidos acá en Costa Rica, unos veinte entregados ya, así que no son unos novatos. Pero este Natarundi marca un hito: es la primera vez que se aventuran tan lejos del centro del país, justo ahí en Huacas, Guanacaste. Y ojo, no es cualquier lugar; estamos hablando de estar cerquita de playas top como Tamarindo, Flamingo y Conchal. Eso le da un valor agregado, diay…
Alfonso González, el encargado de vender estos apartamientos, nos cuenta que la idea es darle a la gente la oportunidad de tener una casita en un lugar paradisíaco, con todas las facilidades de un proyecto planeado y la promesa de que la propiedad vaya a subir de precio. En la primera etapa, los que compraron ya vieron cómo sus inversiones crecieron un 34%, ¡qué carga! Una cifra que anima a cualquiera a meterle unas lunas, ¿verdad?
Pero calma, que no todo es miel sobre hojuelas. La clave del éxito de Natarundi, según Concasa, ha sido entender lo que busca la gente de Guanacaste: buena ubicación, diseños lindos y precios que no te vayan a dejar pelao’. La primera fase se vendió rapidísimo, dicen que en el primer día colocaron casi el 30% de las unidades y en dos semanas ya estaban al 50%. Eso demuestra que hay hambre de vivienda en la zona, aunque también pone alertas sobre si esto no será una burbuja inflándose muy rápido.
Y ni hablar de la inversión total que Concasa ya ha hecho en Guanacaste: US$64.5 millones en poco tiempo. Eso sí que es apostarle fuerte a la provincia, viéndola como un nuevo polo de atracción tanto para vivir como para invertir. Dicen que ya están pensando en otros proyectos por allá y también en Alajuela pa' el 2026, así que parece que Concasa anda con ganas de expandirse por todo el país. Un brete de ambiciones tienen estos señores, chunches.
Lo interesante de todo esto es ver cómo está cambiando el panorama inmobiliario en Costa Rica. Antes, todos querían vivir en Escazú o Santa Ana, pero ahora la gente está buscando opciones más frescas, más relajadas, y con acceso a la naturaleza. Guanacaste tiene mucho potencial, con sus playas, su clima y su ambiente tranquilo. Pero también hay que ser conscientes de los desafíos, como la infraestructura limitada y la necesidad de proteger los recursos naturales.
Algunos expertos advierten que el auge inmobiliario en Guanacaste podría traer consigo problemas como el aumento de los precios de alquiler, la especulación y la presión sobre los servicios públicos. Es importante que el gobierno y los municipios estén preparados para manejar estos retos y garantizar que el crecimiento sea sostenible y beneficie a toda la comunidad, no solo a los inversionistas. Además, tenemos que recordar que esas playas bonitas son un tesoro nacional que debemos cuidar, mae.
Así que, ¿será Natarundi el inicio de una nueva era dorada para Guanacaste o simplemente otra moda pasajera? Con tantas inversiones llegando a la zona, ¿cree usted que Costa Rica corre el riesgo de repetir los errores del pasado y crear una burbuja inmobiliaria que termine explotando? Comparta su opinión en el foro y díganos qué piensa de este movimiento:
Concasa ya tiene un historial de proyectos bien conocidos acá en Costa Rica, unos veinte entregados ya, así que no son unos novatos. Pero este Natarundi marca un hito: es la primera vez que se aventuran tan lejos del centro del país, justo ahí en Huacas, Guanacaste. Y ojo, no es cualquier lugar; estamos hablando de estar cerquita de playas top como Tamarindo, Flamingo y Conchal. Eso le da un valor agregado, diay…
Alfonso González, el encargado de vender estos apartamientos, nos cuenta que la idea es darle a la gente la oportunidad de tener una casita en un lugar paradisíaco, con todas las facilidades de un proyecto planeado y la promesa de que la propiedad vaya a subir de precio. En la primera etapa, los que compraron ya vieron cómo sus inversiones crecieron un 34%, ¡qué carga! Una cifra que anima a cualquiera a meterle unas lunas, ¿verdad?
Pero calma, que no todo es miel sobre hojuelas. La clave del éxito de Natarundi, según Concasa, ha sido entender lo que busca la gente de Guanacaste: buena ubicación, diseños lindos y precios que no te vayan a dejar pelao’. La primera fase se vendió rapidísimo, dicen que en el primer día colocaron casi el 30% de las unidades y en dos semanas ya estaban al 50%. Eso demuestra que hay hambre de vivienda en la zona, aunque también pone alertas sobre si esto no será una burbuja inflándose muy rápido.
Y ni hablar de la inversión total que Concasa ya ha hecho en Guanacaste: US$64.5 millones en poco tiempo. Eso sí que es apostarle fuerte a la provincia, viéndola como un nuevo polo de atracción tanto para vivir como para invertir. Dicen que ya están pensando en otros proyectos por allá y también en Alajuela pa' el 2026, así que parece que Concasa anda con ganas de expandirse por todo el país. Un brete de ambiciones tienen estos señores, chunches.
Lo interesante de todo esto es ver cómo está cambiando el panorama inmobiliario en Costa Rica. Antes, todos querían vivir en Escazú o Santa Ana, pero ahora la gente está buscando opciones más frescas, más relajadas, y con acceso a la naturaleza. Guanacaste tiene mucho potencial, con sus playas, su clima y su ambiente tranquilo. Pero también hay que ser conscientes de los desafíos, como la infraestructura limitada y la necesidad de proteger los recursos naturales.
Algunos expertos advierten que el auge inmobiliario en Guanacaste podría traer consigo problemas como el aumento de los precios de alquiler, la especulación y la presión sobre los servicios públicos. Es importante que el gobierno y los municipios estén preparados para manejar estos retos y garantizar que el crecimiento sea sostenible y beneficie a toda la comunidad, no solo a los inversionistas. Además, tenemos que recordar que esas playas bonitas son un tesoro nacional que debemos cuidar, mae.
Así que, ¿será Natarundi el inicio de una nueva era dorada para Guanacaste o simplemente otra moda pasajera? Con tantas inversiones llegando a la zona, ¿cree usted que Costa Rica corre el riesgo de repetir los errores del pasado y crear una burbuja inmobiliaria que termine explotando? Comparta su opinión en el foro y díganos qué piensa de este movimiento: