Dicen que no hay novia fea ni muerto malo. Ahora toda la prensa y los políticos se deshacen en ensalzar a don Luis Paulino y no quisiera irrespetar la pena de sus familiares, pero este señor quedó debiendo mucho a la Patria.
Cómo lo denunció en su oportunidad Juan Diego Castro, a Luis Paulino se le debe la entrada de un grupo de cercanos a él que aprovecharon para conseguir jugosas y millonarias consultorías.
Además, entre lo que recuerdo, él procedía de la escuela "abolicionista" que sentó sus cátedras en la UCR. De acuerdo con esta escuela los delincuentes son producto de nosotros, los honrados. O sea, son pobres vícticmas y los culpables somos los que trabajamos honestamente y nos rompemos el lomo para tener nuestros bienes, para que esos delincuentes se los lleven. De allí empezó la historia de los delincuentes que llegan a los Tribunales y los dejan en libertad por el "pobrecito".
Recuerden que Luis Paulino salió en defensa del "pobrecito" asesino aquel que mató al Gerente de la sucursal del Banco de Costa Rica en Tibás, a su esposa y a su hijo (un bebé). El tipo trabajaba en el banco y mató a su jefe y su familia por dinero. Su madre, de La Puebla de Heredia, una señora trabajadora que luchó para darle estudio y un buen ejemplo. El asesino no le importó ni su madre ni sus víctimas y fue sentenciado a 50 años. Don Luis Paulino saltó en su defensa diciendo que la sentencia de 50 años era muy fuerte (aunque bien sabemos que nunca cumplen los 50 años). A don Luis Paulino le preocupó los 50 años del asesino, pero nunca los 180 años que le cortó a la familia que asesinó (si consideramos 50 años para cada uno de los padres y 80 para el bebé, que dejaron de vivir).
También fue don Luis Paulino el que nombró una abogada recién incorporada al Colegio de Abogados como jueza en un Tribunal en la zona sur. Allí, la muchacha fue nombrada creo que por uno o dos meses. A lo que se limitó fue a pedir el expediente de unos narcotraficantes (que ni siquiera era asunto de su despacho) y darles la excarcelacion. Los tipos se fueron del país como alma que lleva el diablo y la chica regresó a su puesto en San José y aquí nada pasó, supongo que por ser nombrada por don Luis Paulino.
En fin, no hay novia fea ni muerto malo.