¡Ay, papá! Esto sí que es arroz con leche. Resulta que andamos con un buen lío en el Hospital México; 21 mil dosis de fentanilo desaparecidas, ¿usted cree? Y eso, mis queridos lectores, no es ningún juego. El OIJ ya abrió una investigación de oficio, viendo la cosa como noticia criminis, como bien dijeron ellos. Uno se queda pensando qué onda con todo este majeadero.
Según el Organismo de Investigación Judicial, y confirmando lo que ya adelantó CR Hoy, el faltante se descubrió tras una revisión de inventario ordenada por el Ministerio de Salud. No habían puesto la denuncia formal, pero al ver la gravedad de la cosa, los del OIJ se pusieron las pilas. Lo que más preocupa no es solo el faltante en sí, sino el posible desvío de este fármaco a canales ilícitos. ¡Imagínate el bronca si cae en malas manos!
La orden sanitaria emitida por Salud es directa: no solo hay un faltante alarmante de fentanilo, sino también de morfina – mil cien unidades, gracias a una carga duplicada. Parece que el nuevo sistema ERP-SAP de la CCSS anda más perdido que chancho en Feria. Según lo que dice la orden, existe una deficiencia grave en el control, manejo y almacenamiento de estos psicotrópicos, poniendo en riesgo la salud de los pacientes y aumentando la posibilidad de que terminen en la calle.
Y ahí no acaba la telenovela. Durante la inspección realizada el pasado 2 de septiembre, Salud evidenció varias irregularidades relacionadas con el reglamento de control de drogas. El famoso ERP-SAP, que prometía modernizar la administración de la CCSS, parece estar generando más problemas que soluciones. Según Douglas Montero, el director del Hospital México ya había alertado sobre las fallas del software meses atrás. Ahora, los pedidos, facturas y despachos de medicamentos no se cargan correctamente, creando un caos generalizado.
¿Pero cuál es el verdadero peligro? Que el manejo de los inventarios, especialmente de estos fármacos tan sensibles, está prácticamente en manos de terceros. Esa es la frase clave, ¿eh? Además, el sistema no permite rastrear los productos, lo que facilita enormemente cualquier intento de desvío. La CCSS ahora tiene 10 días hábiles para presentar un plan correctivo, o el caso irá directo a la Dirección de Drogas y Estupefacientes. ¡Con razón el ambiente está tenso por acá!
Ahora, dejando de lado la problemática interna de la CCSS, vamos al meollo del asunto: el fentanilo. Este químico poderoso, utilizado para aliviar dolores intensos en pacientes con cáncer o postoperatorios, es hasta cien veces más fuerte que la morfina y cincuenta veces más que la heroína. Pero lo que realmente nos preocupa es de dónde sacan los fabricantes de pastillas ilegales este insumo. Parece que alguien anda vendiendo por debajo de la mesa, y eso es inadmisible.
El OIJ ha confirmado que sigue recibiendo denuncias de robos de ampollas en diferentes hospitales del país. Aunque hasta ahora no se han detectado robos masivos, la preocupación radica en que estas pequeñas sustracciones terminan en manos de delincuentes. Michael Soto, director del OIJ, explica que a menudo, estos compuestos son utilizados para adulterar drogas como crack y cocaína, haciéndolas exponencialmente más adictivas y peligrosas. El resultado: seis personas murieron en Costa Rica en el primer trimestre de 2025 por consumir fentanilo como droga, sin receta médica. Una tragedia que nos debería hacer reflexionar.
En fin, este majeadero del fentanilo desaparecido en el Hospital México pinta para ser un problema grande, con ramificaciones que van más allá de la simple pérdida de medicamentos. Nos deja preguntando: ¿Cómo podemos garantizar la seguridad de nuestros sistemas de salud y evitar que fármacos esenciales caigan en manos equivocadas? ¿Creen que el ERP-SAP, implementado con tanta pompa, será la causa definitiva de este desastre o hay factores internos en el hospital que merecen una mayor investigación?
Según el Organismo de Investigación Judicial, y confirmando lo que ya adelantó CR Hoy, el faltante se descubrió tras una revisión de inventario ordenada por el Ministerio de Salud. No habían puesto la denuncia formal, pero al ver la gravedad de la cosa, los del OIJ se pusieron las pilas. Lo que más preocupa no es solo el faltante en sí, sino el posible desvío de este fármaco a canales ilícitos. ¡Imagínate el bronca si cae en malas manos!
La orden sanitaria emitida por Salud es directa: no solo hay un faltante alarmante de fentanilo, sino también de morfina – mil cien unidades, gracias a una carga duplicada. Parece que el nuevo sistema ERP-SAP de la CCSS anda más perdido que chancho en Feria. Según lo que dice la orden, existe una deficiencia grave en el control, manejo y almacenamiento de estos psicotrópicos, poniendo en riesgo la salud de los pacientes y aumentando la posibilidad de que terminen en la calle.
Y ahí no acaba la telenovela. Durante la inspección realizada el pasado 2 de septiembre, Salud evidenció varias irregularidades relacionadas con el reglamento de control de drogas. El famoso ERP-SAP, que prometía modernizar la administración de la CCSS, parece estar generando más problemas que soluciones. Según Douglas Montero, el director del Hospital México ya había alertado sobre las fallas del software meses atrás. Ahora, los pedidos, facturas y despachos de medicamentos no se cargan correctamente, creando un caos generalizado.
¿Pero cuál es el verdadero peligro? Que el manejo de los inventarios, especialmente de estos fármacos tan sensibles, está prácticamente en manos de terceros. Esa es la frase clave, ¿eh? Además, el sistema no permite rastrear los productos, lo que facilita enormemente cualquier intento de desvío. La CCSS ahora tiene 10 días hábiles para presentar un plan correctivo, o el caso irá directo a la Dirección de Drogas y Estupefacientes. ¡Con razón el ambiente está tenso por acá!
Ahora, dejando de lado la problemática interna de la CCSS, vamos al meollo del asunto: el fentanilo. Este químico poderoso, utilizado para aliviar dolores intensos en pacientes con cáncer o postoperatorios, es hasta cien veces más fuerte que la morfina y cincuenta veces más que la heroína. Pero lo que realmente nos preocupa es de dónde sacan los fabricantes de pastillas ilegales este insumo. Parece que alguien anda vendiendo por debajo de la mesa, y eso es inadmisible.
El OIJ ha confirmado que sigue recibiendo denuncias de robos de ampollas en diferentes hospitales del país. Aunque hasta ahora no se han detectado robos masivos, la preocupación radica en que estas pequeñas sustracciones terminan en manos de delincuentes. Michael Soto, director del OIJ, explica que a menudo, estos compuestos son utilizados para adulterar drogas como crack y cocaína, haciéndolas exponencialmente más adictivas y peligrosas. El resultado: seis personas murieron en Costa Rica en el primer trimestre de 2025 por consumir fentanilo como droga, sin receta médica. Una tragedia que nos debería hacer reflexionar.
En fin, este majeadero del fentanilo desaparecido en el Hospital México pinta para ser un problema grande, con ramificaciones que van más allá de la simple pérdida de medicamentos. Nos deja preguntando: ¿Cómo podemos garantizar la seguridad de nuestros sistemas de salud y evitar que fármacos esenciales caigan en manos equivocadas? ¿Creen que el ERP-SAP, implementado con tanta pompa, será la causa definitiva de este desastre o hay factores internos en el hospital que merecen una mayor investigación?