¡Ay, Dios mío! La bronca en el Hospital México sigue creciendo. Resulta que parece que hubo un desaseo considerable con el fentanilo, generando un verdadero revuelo en el país. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el Ministerio Público y hasta el Colegio de Farmacéuticos andan metidos de lleno en la investigación de este asunto que huele raro, como pescado viejo.
Todo empezó cuando el Ministerio de Salud mandó una orden sanitaria porque vieron unas cositas raras en los inventarios de la farmacia. Según parece, había algunas diferencias considerables entre lo que figuraba en los papeles y lo que realmente tenían a mano. Randall Zúñiga, el jefe del OIJ, confirmó que ya abrieron la investigación y que están coordinando con el Ministerio Público para ir sacando toda la información al sol. De momento, solo están revisando lo del Hospital México, pero uno nunca sabe si esto puede llegar a afectar otras instituciones.
El Colegio de Farmacéuticos, bien precavidos, dijeron que recibieron la denuncia, pero que no podían decir nada más porque es un tema delicado y está bajo investigación. Uno entiende, ¡mejor no meterse en líos! Pero la verdad es que esto da qué pensar, ¿cómo es posible que no se dieran cuenta antes de estas inconsistencias?
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), desde la presidencia de Mónica Taylor, salió a negar que haya habido un robo de fentanilo, morfina y demás psicotrópicos. Aseguran que la diferencia se debe a errores en la carga de datos en sus sistemas informáticos. ¡Un despiche! Dicen que se duplicaron algunos movimientos en el Sistema Integrado de Farmacia (SIFA), lo que causó que aparecieran más medicamentos de los que realmente estaban disponibles.
Taylor, tratando de calmar las aguas, explicó que estos “errores” son solo en los sistemas y no afectan al inventario físico real. Dice que tienen certificados de inventario desde mayo del año pasado y que ahora están actualizando todo con las cargas de despachos. Bueno, ojalá sea cierto, porque la confianza de la gente en el sistema de salud ya estaba bastante abajo y esto no ayuda para nada.
Pero las fallas en el sistema ERP-SAP, ese sistema nuevo que tanto les costó implementar, siguen dando dolores de cabeza. No solo están afectando los inventarios de medicamentos, también están causando problemas con los pagos a proveedores, las citas médicas y un montón de cosas más. ¡Una torta! Parece que el brete de este sistema va a durar más de lo esperado, y mientras tanto, seguimos pagando las consecuencias.
Lo curioso es que, según los registros, se reportaban 31.500 unidades de fentanilo disponibles, pero solo se habían despachado 10.500. ¡Eso suma una diferencia de casi 21.000 unidades! Y ni hablar de la morfina, donde también hubo un faltante de alrededor de 1.100 ampollas. Las autoridades dicen que es por errores en la carga de datos, pero uno no puede evitar preguntarse si detrás de todo esto hay algo más turbio. ¿Será que alguien se aprovechó del caos generado por el nuevo sistema para hacer negocios sucios?
Esta situación nos deja pensando: ¿Cómo podemos garantizar la seguridad y el correcto manejo de los medicamentos controlados en nuestros hospitales? ¿Es suficiente confiar en los sistemas informáticos, o necesitamos reforzar los controles manuales y la supervisión directa? Compartan sus opiniones y experiencias en el foro – ¡esto necesita una buena conversación!
Todo empezó cuando el Ministerio de Salud mandó una orden sanitaria porque vieron unas cositas raras en los inventarios de la farmacia. Según parece, había algunas diferencias considerables entre lo que figuraba en los papeles y lo que realmente tenían a mano. Randall Zúñiga, el jefe del OIJ, confirmó que ya abrieron la investigación y que están coordinando con el Ministerio Público para ir sacando toda la información al sol. De momento, solo están revisando lo del Hospital México, pero uno nunca sabe si esto puede llegar a afectar otras instituciones.
El Colegio de Farmacéuticos, bien precavidos, dijeron que recibieron la denuncia, pero que no podían decir nada más porque es un tema delicado y está bajo investigación. Uno entiende, ¡mejor no meterse en líos! Pero la verdad es que esto da qué pensar, ¿cómo es posible que no se dieran cuenta antes de estas inconsistencias?
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), desde la presidencia de Mónica Taylor, salió a negar que haya habido un robo de fentanilo, morfina y demás psicotrópicos. Aseguran que la diferencia se debe a errores en la carga de datos en sus sistemas informáticos. ¡Un despiche! Dicen que se duplicaron algunos movimientos en el Sistema Integrado de Farmacia (SIFA), lo que causó que aparecieran más medicamentos de los que realmente estaban disponibles.
Taylor, tratando de calmar las aguas, explicó que estos “errores” son solo en los sistemas y no afectan al inventario físico real. Dice que tienen certificados de inventario desde mayo del año pasado y que ahora están actualizando todo con las cargas de despachos. Bueno, ojalá sea cierto, porque la confianza de la gente en el sistema de salud ya estaba bastante abajo y esto no ayuda para nada.
Pero las fallas en el sistema ERP-SAP, ese sistema nuevo que tanto les costó implementar, siguen dando dolores de cabeza. No solo están afectando los inventarios de medicamentos, también están causando problemas con los pagos a proveedores, las citas médicas y un montón de cosas más. ¡Una torta! Parece que el brete de este sistema va a durar más de lo esperado, y mientras tanto, seguimos pagando las consecuencias.
Lo curioso es que, según los registros, se reportaban 31.500 unidades de fentanilo disponibles, pero solo se habían despachado 10.500. ¡Eso suma una diferencia de casi 21.000 unidades! Y ni hablar de la morfina, donde también hubo un faltante de alrededor de 1.100 ampollas. Las autoridades dicen que es por errores en la carga de datos, pero uno no puede evitar preguntarse si detrás de todo esto hay algo más turbio. ¿Será que alguien se aprovechó del caos generado por el nuevo sistema para hacer negocios sucios?
Esta situación nos deja pensando: ¿Cómo podemos garantizar la seguridad y el correcto manejo de los medicamentos controlados en nuestros hospitales? ¿Es suficiente confiar en los sistemas informáticos, o necesitamos reforzar los controles manuales y la supervisión directa? Compartan sus opiniones y experiencias en el foro – ¡esto necesita una buena conversación!
