Estos relatos los escribi para mi doña, son fantasias en parte reales y en parte solo fantasia, ningun nombre es real y algunas situaciones no pasaron exactamente como se describen, vamos a ver si les gusta el estilo, pura vida!
Durante semanas fantaseamos, yo cada vez me ponía mas atrevido, le pedía que me dijera que amigas de ella me traería para cogérnoslas, ella me decía sus nombres incluso una vez me enseñó fotos de una de ella mientras se sentaba en mi verga y la tenía con una faja alrededor del cuello, como una puta fina, sus jugos encima de mis testículos, mi pene como una piedra sentía sus nalgas, su peso, su calor, le pasé la verga en medio de las piernas y cuando se movía me dejaba el glande sin piel en sus muslos, mientras yo veía las fotos de su amiga, como un catálogo de putas, y le decía que le iba a chupar las piernas, le preguntaba que como la iba a traer vestida, su ropa interior, ese día me regué encima de su ropa interior.
Otro día, se puso una bata cortita y un hilo, me pidió que le tomara unas fotos de su culito, le tomé las fotos y se me paró la verga, se la puse entre sus nalgas, acostaba boca abajo, mientras le rozaba el pene en su vagina y su culito encima de ella, le decía que iba a masturbarme con sus fotos, le decía que iba a enseñárselas a mis amigos, que las iba a poner en sitio web para que otros hombres se masturbaran pensando en su culito, ella empezó a mojarse, callada, sometida a mis deseos, mi puta personal, mi pene quería estallar, lo sentía palpitar, lo pasaba en sus nalgas con facilidad por que su vagina estaba tan mojada que ya había empapado mi verga, mis testículos, mis piernas, la cama, me quité de encima de ella y le dije que me viera masturbarme con sus fotos, casi le doy al ventilador del techo con el primer chorro de semen, ver aquellas nalgas apenas cubiertas por la bata me había puesto a mil, seguimos fantaseando con otros hombres, con otras mujeres hasta que empecé a pensar como hacerle realidad su fantasía.
Empecé a buscar el numero de algunos prostitutos, quería un profesional, mi esposa no lo sospechaba pero yo quería verla gozar, quería verla chupando otro pene en frente mio, quería verla convertida en mi puta, mi perra.
Se lo conté cuando encontré al indicado, le enseñé fotos del tipo, un moreno, alto, cuerpo atlético, un pene que daba envidia, largo, grueso, venoso, parado hasta se curveaba hacía arriba, el día que le enseñe las fotos a mi mujer se puso como una zorra, su vagina se mojó, no me dijo nada, solo se tiró de rodillas enfrente mio y empezó a chuparme el pene, supe que mi candidato era el indicado.
Me puse en contacto con el tipo, me dijo su tarifa, le dije lo que quería, ese día mi esposa se depiló toda, desde temprano la estuve acariciando, tocándole sus nalgas, le chupe su vagina un buen rato, no la dejé tocarme en todo el día, quería mi leche para el espectáculo de la tarde, comimos algo liviano, la llevé al cuarto, la masturbé con los 2 dildos uno por el culo, otro en su vagina, le ponía mi verga en la cara, pero no la dejaba chupármelo, me prendía verla tan puta, tan entregada, su culo abierto, la estaba preparando para su macho, quedó exhausta, se durmió una media hora, se levantó, se bañó, se perfumó, le dije que se pusiera una minifalda blanca de tela suave, pegada al cuerpo, un hilo pequeñito, apenas le llegaba a cubrir sus labios, perfectamente depilados, el hilo pasaba encima del hoyito de su culo, no aguanté se lo chupé un ratito, se puso una blusa de botones, un bra negro de encaje que hacía que sus tetazas quisieran salirse, por
poco le pido una rusa, pero quería guardar fuerzas, le pedí que se pusiera un liguero en la pierna derecha, por fuera de su falda y para cerrar su disfraz de puta unos tacones negros altos, aquella mujer impresionaba, desde que nos casamos no dejaba de verla con deseo, deliciosa, su tremendo culo apenas lo cubría la falda, cuando caminaba o se movía se le salía la punta de las nalgas con su hilo, yo no podía mas, quería tirarla a la cama ahí mismo, metérsela por el culo, que le doliera, regarme en sus entrañas, pero me aguanté, quería verla cumplir nuestra fantasía.
Sonó mi celular, el mensaje “estoy afuera“ fui a abrir la puerta, a ella le dije que se sentara en el sofá de la sala, entró el macho, Pablo, cuando lo vió hizo un suspiro, no se si de excitación, se levantó lo saludó tímida, se bajaba su falda, le ofrecimos una bebida al tipo, que se sentó en el sillón, andaba un traje de ejecutivo, yo le pedí que llegara asi, a mi esposa le excita ver hombres en traje entero, se quedó viendo su culo mientras ella iba por las bebidas, con un tanto de descaro se agarró la verga encima del pantalón y la acomodó, yo estaba sentado en otro sillón en frente de ellos, volvió con los refrescos y le dije que se sentara en las piernas del tipo, se sentó de lado en su rodilla, todavía tímida, creo que estaba esperando ver si yo me arrepentía, o si me ponía celoso, la verdad es que ya tenía el pene como una piedra solo de verla cerca de ese tipo, vestida asi, le dije, amor, sentate más cómoda, me vió, hizo una cara de puta que no voy a olvidar, se levantó y re acomodó ese culito encima del pene del stripper, el tipo puso los ojos en blanco, le rodeó el culo con el brazo, empezó a besarle la espalda, le tocaba las piernas, ella se retorcía, la fascina que le toquen la espalda y el cuello, empezó a besarlo apasionadamente, ya la erección del tipo no era un secreto, ni la mía, entonces como director de una peli porno le dije al tipo que se levantara y sacara su pene, quería ver si era cosa de la foto o si realmente tenía esa herramienta entre las piernas.
El obediente se levantó, se quitó el saco, abrió el zipper y sacó de su bóxer una verga impresionante, totalmente erecta, venuda, se veía brillante el glande, seguramente exitado con la putita de mi mujer, que al ver aquella verga mucho más grande que la mía, se quedó con la boca abierta, me acerqué a ella, la tomé de la mano y se la puse en la verga del tipo, ella empezó a batir aquel pedazo de carne con sus manitas pequeñas, le dije amor, ponete de rodillas, mirala más de cerca, no dijo nada, solo hacía caso, aquella verga la tenía hipnotizada, yo sentía que los huevos me iban a explotar, se agachó, la vió de lado, de abajo, y la besó, primero apenas con los labios, luego empezó a pasarle la lengua por el glande, como una paleta, el tipo la miraba con unos ojos, ella empezó a comerse aquella chota como una profesional, se la metía hasta el fondo, solo quedaban los huevos afuera de la boca, yo estaba en extasis, quería verla hacer más, me bajé el pantalón, mi pene pequeño apenas se veía a la par de aquella herramienta, pero igual me mamaba la verga en turnos con aquel trozo, yo le metia la verga con ansias hasta el fondo de la garganta y le dije a Pablo que hiciera lo mismo, al principio ella metía las manos para no ahogarse, pero yo quería verla hacer arcadas, vomitarse encima de aquella verga, entonces le agarré las manos por detrás y el tipo le agarró la cabeza y le metía la verga hasta los pulmones, ella hacía arcadas, botaba saliva, yo le ponía mi verga en el pelo, luego me senté detrás de ella y mientras el arremetía contra su boquita yo me empecé a
masturbar en medio de sus nalgas, le había levantado su minifalda un poquito, ella se acomodó, la puse de pie, agachada para que siguiera mamando aquella verga y yo le pasaba la mía por su culo, su vagina goteaba como nunca, la dejé mamar un rato más, luego la jalé, la puse de espaldas apoyada en el sillón, le dije al tipo que quería verlo arrimarle la verga al culo, a la vagina, pero sin quitarle la ropa, el se desnudó completamente en nuestra sala, yo hice lo mismo, solo ella seguía vestida, su camisa llena de saliva, el hilo mojado, su falda se había subido un poco, dejaba su culito cubierto hasta la mitad y su vagina en el hilito en medio de aquellas nalgas, yo empecé a masturbarme en el sillón, subía y bajaba el prepucio.
El Se puso detrás de ella, su pene parecía haber crecido un poco más si era posible, o no se si era mi templazón, se acercó a ella y si mediar palabras empezó a restregarle la vagina con el pene, encima de su ropa interior, ella gemía de placer, yo me masturbaba cada vez mas fuerte, el tipo le pasaba aquel pedazo de carne a mi esposa en la vagina y las nalgas como que era un borrador, le corrió un poco el hilo y le pasaba el glande encima de los labios de su vagina, literalmente goteaba, no aguanté más, le dije que viniera a mamarme la verga, ella se bajó del sillón, vino se agachó dejándole el culo a disposición al tipo que rápidamente entendió, corrió su hilo y empezó a tratar de penetrarla, mientras ella me chupaba el pene con mis manos le separé el culo para que el pene del stripper entrada fácilmente, y por fin pasó, aquel pedazo de carne entró en la vagina de mi mujer, se quedó quieta, dejó de chupar, lo disfrutó, yo empecé a bombearle la boca rápido, quería regarme para ir del otro lado a ver como la culeaba el tipo, el por su parte hacía lo mismo en su panochita, la bombeaba duro como a ella le gusta, no aguanté más y le solté toda la leche acumulada del día, tragó un poco, no pudo con todo, se salía por su boca, por su nariz, pero no le importó, aquel pedazo de carne entre las piernas la tenía extasiada, rápido me corrí y lo dejé solos, me senté atrás de ellos a esperar que se me volviera a parar, el tipo le agarraba las tetas, las besaba, le bombeaba la vagina rápido y después despacio, la sacaba toda y volvia a meterla, la había subido al sillón y se ponía detrás de ella como un animal, yo veía sus piernas moverse, chorreaba jugos por sus muslos, en menos de 5 minutos tenía el pene arriba de nuevo y estaba masturbándome, el tipo le dio vuelta, le levantó las piernas y le metía la verga en la puchita hasta que le pegaban los huevos en el culo, ella gritaba, gemia, le decía que le diera más duro, les dije que fueramos al cuarto, el la alzó y sin sacarle la verga se la llevó encima hasta nuestra cama, la tiró de espaldas y se le montó encima, estaba excitado tanto como nosotros, la besaba, la tocaba, le metia la verga, la puso de 4, la bombeó como por 5 minutos seguidos duro, ella pegaba su cara al colchón, su vagina sonaba como una bolsa de agua, su culito se había dilatado y el tipo le metía 2 dedos, luego ella se puso encima de el y brincaba, se tocaba las tetas, estaba completamente fuera de si, me decía, AMOR ME ESTAN ROMPIENDO EL CULO, TE GUSTA? TE GUSTA QUE ME CULEE? Yo le respondía que si mientras me masturbaba enfrente de ella, no pude más, la agaché, me puse detrás de ella y le metí mi verga por el culo, de un solo sentón creo que le dolió pero no le importó ella de dejó hacer, empecé a bombearle el culo con fuerza, mientras sentía por dentro la verga del otro tipo en su vagina, el tipo perdió el ritmo, se quedó quieto y podía sentir su pene eyaculando, casi al mismo momento empecé a eyacular dentro del culo de mi esposa, nos quedamos acostados los 3
en la cama, el tipo tomó su ropa y se fue como acordamos, mi mujer y yo nos quedamos cogiendo toda la tarde excitados por lo que acababa de pasar.
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Durante semanas fantaseamos, yo cada vez me ponía mas atrevido, le pedía que me dijera que amigas de ella me traería para cogérnoslas, ella me decía sus nombres incluso una vez me enseñó fotos de una de ella mientras se sentaba en mi verga y la tenía con una faja alrededor del cuello, como una puta fina, sus jugos encima de mis testículos, mi pene como una piedra sentía sus nalgas, su peso, su calor, le pasé la verga en medio de las piernas y cuando se movía me dejaba el glande sin piel en sus muslos, mientras yo veía las fotos de su amiga, como un catálogo de putas, y le decía que le iba a chupar las piernas, le preguntaba que como la iba a traer vestida, su ropa interior, ese día me regué encima de su ropa interior.
Otro día, se puso una bata cortita y un hilo, me pidió que le tomara unas fotos de su culito, le tomé las fotos y se me paró la verga, se la puse entre sus nalgas, acostaba boca abajo, mientras le rozaba el pene en su vagina y su culito encima de ella, le decía que iba a masturbarme con sus fotos, le decía que iba a enseñárselas a mis amigos, que las iba a poner en sitio web para que otros hombres se masturbaran pensando en su culito, ella empezó a mojarse, callada, sometida a mis deseos, mi puta personal, mi pene quería estallar, lo sentía palpitar, lo pasaba en sus nalgas con facilidad por que su vagina estaba tan mojada que ya había empapado mi verga, mis testículos, mis piernas, la cama, me quité de encima de ella y le dije que me viera masturbarme con sus fotos, casi le doy al ventilador del techo con el primer chorro de semen, ver aquellas nalgas apenas cubiertas por la bata me había puesto a mil, seguimos fantaseando con otros hombres, con otras mujeres hasta que empecé a pensar como hacerle realidad su fantasía.
Empecé a buscar el numero de algunos prostitutos, quería un profesional, mi esposa no lo sospechaba pero yo quería verla gozar, quería verla chupando otro pene en frente mio, quería verla convertida en mi puta, mi perra.
Se lo conté cuando encontré al indicado, le enseñé fotos del tipo, un moreno, alto, cuerpo atlético, un pene que daba envidia, largo, grueso, venoso, parado hasta se curveaba hacía arriba, el día que le enseñe las fotos a mi mujer se puso como una zorra, su vagina se mojó, no me dijo nada, solo se tiró de rodillas enfrente mio y empezó a chuparme el pene, supe que mi candidato era el indicado.
Me puse en contacto con el tipo, me dijo su tarifa, le dije lo que quería, ese día mi esposa se depiló toda, desde temprano la estuve acariciando, tocándole sus nalgas, le chupe su vagina un buen rato, no la dejé tocarme en todo el día, quería mi leche para el espectáculo de la tarde, comimos algo liviano, la llevé al cuarto, la masturbé con los 2 dildos uno por el culo, otro en su vagina, le ponía mi verga en la cara, pero no la dejaba chupármelo, me prendía verla tan puta, tan entregada, su culo abierto, la estaba preparando para su macho, quedó exhausta, se durmió una media hora, se levantó, se bañó, se perfumó, le dije que se pusiera una minifalda blanca de tela suave, pegada al cuerpo, un hilo pequeñito, apenas le llegaba a cubrir sus labios, perfectamente depilados, el hilo pasaba encima del hoyito de su culo, no aguanté se lo chupé un ratito, se puso una blusa de botones, un bra negro de encaje que hacía que sus tetazas quisieran salirse, por
poco le pido una rusa, pero quería guardar fuerzas, le pedí que se pusiera un liguero en la pierna derecha, por fuera de su falda y para cerrar su disfraz de puta unos tacones negros altos, aquella mujer impresionaba, desde que nos casamos no dejaba de verla con deseo, deliciosa, su tremendo culo apenas lo cubría la falda, cuando caminaba o se movía se le salía la punta de las nalgas con su hilo, yo no podía mas, quería tirarla a la cama ahí mismo, metérsela por el culo, que le doliera, regarme en sus entrañas, pero me aguanté, quería verla cumplir nuestra fantasía.
Sonó mi celular, el mensaje “estoy afuera“ fui a abrir la puerta, a ella le dije que se sentara en el sofá de la sala, entró el macho, Pablo, cuando lo vió hizo un suspiro, no se si de excitación, se levantó lo saludó tímida, se bajaba su falda, le ofrecimos una bebida al tipo, que se sentó en el sillón, andaba un traje de ejecutivo, yo le pedí que llegara asi, a mi esposa le excita ver hombres en traje entero, se quedó viendo su culo mientras ella iba por las bebidas, con un tanto de descaro se agarró la verga encima del pantalón y la acomodó, yo estaba sentado en otro sillón en frente de ellos, volvió con los refrescos y le dije que se sentara en las piernas del tipo, se sentó de lado en su rodilla, todavía tímida, creo que estaba esperando ver si yo me arrepentía, o si me ponía celoso, la verdad es que ya tenía el pene como una piedra solo de verla cerca de ese tipo, vestida asi, le dije, amor, sentate más cómoda, me vió, hizo una cara de puta que no voy a olvidar, se levantó y re acomodó ese culito encima del pene del stripper, el tipo puso los ojos en blanco, le rodeó el culo con el brazo, empezó a besarle la espalda, le tocaba las piernas, ella se retorcía, la fascina que le toquen la espalda y el cuello, empezó a besarlo apasionadamente, ya la erección del tipo no era un secreto, ni la mía, entonces como director de una peli porno le dije al tipo que se levantara y sacara su pene, quería ver si era cosa de la foto o si realmente tenía esa herramienta entre las piernas.
El obediente se levantó, se quitó el saco, abrió el zipper y sacó de su bóxer una verga impresionante, totalmente erecta, venuda, se veía brillante el glande, seguramente exitado con la putita de mi mujer, que al ver aquella verga mucho más grande que la mía, se quedó con la boca abierta, me acerqué a ella, la tomé de la mano y se la puse en la verga del tipo, ella empezó a batir aquel pedazo de carne con sus manitas pequeñas, le dije amor, ponete de rodillas, mirala más de cerca, no dijo nada, solo hacía caso, aquella verga la tenía hipnotizada, yo sentía que los huevos me iban a explotar, se agachó, la vió de lado, de abajo, y la besó, primero apenas con los labios, luego empezó a pasarle la lengua por el glande, como una paleta, el tipo la miraba con unos ojos, ella empezó a comerse aquella chota como una profesional, se la metía hasta el fondo, solo quedaban los huevos afuera de la boca, yo estaba en extasis, quería verla hacer más, me bajé el pantalón, mi pene pequeño apenas se veía a la par de aquella herramienta, pero igual me mamaba la verga en turnos con aquel trozo, yo le metia la verga con ansias hasta el fondo de la garganta y le dije a Pablo que hiciera lo mismo, al principio ella metía las manos para no ahogarse, pero yo quería verla hacer arcadas, vomitarse encima de aquella verga, entonces le agarré las manos por detrás y el tipo le agarró la cabeza y le metía la verga hasta los pulmones, ella hacía arcadas, botaba saliva, yo le ponía mi verga en el pelo, luego me senté detrás de ella y mientras el arremetía contra su boquita yo me empecé a
masturbar en medio de sus nalgas, le había levantado su minifalda un poquito, ella se acomodó, la puse de pie, agachada para que siguiera mamando aquella verga y yo le pasaba la mía por su culo, su vagina goteaba como nunca, la dejé mamar un rato más, luego la jalé, la puse de espaldas apoyada en el sillón, le dije al tipo que quería verlo arrimarle la verga al culo, a la vagina, pero sin quitarle la ropa, el se desnudó completamente en nuestra sala, yo hice lo mismo, solo ella seguía vestida, su camisa llena de saliva, el hilo mojado, su falda se había subido un poco, dejaba su culito cubierto hasta la mitad y su vagina en el hilito en medio de aquellas nalgas, yo empecé a masturbarme en el sillón, subía y bajaba el prepucio.
El Se puso detrás de ella, su pene parecía haber crecido un poco más si era posible, o no se si era mi templazón, se acercó a ella y si mediar palabras empezó a restregarle la vagina con el pene, encima de su ropa interior, ella gemía de placer, yo me masturbaba cada vez mas fuerte, el tipo le pasaba aquel pedazo de carne a mi esposa en la vagina y las nalgas como que era un borrador, le corrió un poco el hilo y le pasaba el glande encima de los labios de su vagina, literalmente goteaba, no aguanté más, le dije que viniera a mamarme la verga, ella se bajó del sillón, vino se agachó dejándole el culo a disposición al tipo que rápidamente entendió, corrió su hilo y empezó a tratar de penetrarla, mientras ella me chupaba el pene con mis manos le separé el culo para que el pene del stripper entrada fácilmente, y por fin pasó, aquel pedazo de carne entró en la vagina de mi mujer, se quedó quieta, dejó de chupar, lo disfrutó, yo empecé a bombearle la boca rápido, quería regarme para ir del otro lado a ver como la culeaba el tipo, el por su parte hacía lo mismo en su panochita, la bombeaba duro como a ella le gusta, no aguanté más y le solté toda la leche acumulada del día, tragó un poco, no pudo con todo, se salía por su boca, por su nariz, pero no le importó, aquel pedazo de carne entre las piernas la tenía extasiada, rápido me corrí y lo dejé solos, me senté atrás de ellos a esperar que se me volviera a parar, el tipo le agarraba las tetas, las besaba, le bombeaba la vagina rápido y después despacio, la sacaba toda y volvia a meterla, la había subido al sillón y se ponía detrás de ella como un animal, yo veía sus piernas moverse, chorreaba jugos por sus muslos, en menos de 5 minutos tenía el pene arriba de nuevo y estaba masturbándome, el tipo le dio vuelta, le levantó las piernas y le metía la verga en la puchita hasta que le pegaban los huevos en el culo, ella gritaba, gemia, le decía que le diera más duro, les dije que fueramos al cuarto, el la alzó y sin sacarle la verga se la llevó encima hasta nuestra cama, la tiró de espaldas y se le montó encima, estaba excitado tanto como nosotros, la besaba, la tocaba, le metia la verga, la puso de 4, la bombeó como por 5 minutos seguidos duro, ella pegaba su cara al colchón, su vagina sonaba como una bolsa de agua, su culito se había dilatado y el tipo le metía 2 dedos, luego ella se puso encima de el y brincaba, se tocaba las tetas, estaba completamente fuera de si, me decía, AMOR ME ESTAN ROMPIENDO EL CULO, TE GUSTA? TE GUSTA QUE ME CULEE? Yo le respondía que si mientras me masturbaba enfrente de ella, no pude más, la agaché, me puse detrás de ella y le metí mi verga por el culo, de un solo sentón creo que le dolió pero no le importó ella de dejó hacer, empecé a bombearle el culo con fuerza, mientras sentía por dentro la verga del otro tipo en su vagina, el tipo perdió el ritmo, se quedó quieto y podía sentir su pene eyaculando, casi al mismo momento empecé a eyacular dentro del culo de mi esposa, nos quedamos acostados los 3
en la cama, el tipo tomó su ropa y se fue como acordamos, mi mujer y yo nos quedamos cogiendo toda la tarde excitados por lo que acababa de pasar.
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