¡Ay, Dios mío, qué rollo! La candidata Laura Fernández anda revolucionada porque parece que alguien le está jugando sucio con inteligencia artificial. Según un comunicado que mandaron, están usando su cara y voz para hacer cosas raras en las redes sociales, tipo mensajes engañosos para sacarles varas a los votantes.
La verdad, esto del uso de la IA para manipular elecciones es un brete nuevo, nunca habíamos visto algo así por estos lados. Parece que los tecnólogos ya encontraron cómo clonarte hasta para pedirle plata a tu abuela. ¡Imagínate el daño que pueden causar!
En el comunicado, la campaña de Fernández dice que esto es producto de la desesperación de sus oponentes políticos, quienes estarían buscando cualquier pretexto para torcer el juego. Dicen que han “llevado la campaña a niveles tan bajos que merecen el rechazo contundente del pueblo costarricense”. ¡Uf, qué batallar!
Y no es solo contra ella, sino también contra la figura del Presidente Chaves. Afirman que intentan sabotear la continuidad del “cambio, la estabilidad y el buen gobierno”, como ellos lo llaman. Uno se pregunta, ¿hasta dónde llegarán para poder ganar?
Según fuentes cercanas a la campaña, aunque el comunicado salió formalmente, la propia Fernández estaba que no cabía en sí de rabia. “Estaba furiosa, decía que ‘esto es una jugarreta muy baja’”, contó una fuente que prefirió mantenerse anónima. Se entiende, ¿quién no se sentiría así?”
Pero ojo, ahí va el detalle: el comunicado no especifica quiénes serían esos “sectores” que están detrás de esta macana. No dan nombres ni pistas. Esto ha generado bastante revuelo en las redes sociales, donde algunos sospechan de ciertas campañas opositoras, mientras que otros aseguran que podría ser obra de trolls pagados desde fuera del país. ¡Un verdadero chinchorro!
La Superintendencia de Elecciones está tomando cartas en el asunto, pero dicen que rastrear este tipo de delitos digitales es complicado, porque los culpables pueden esconderse fácilmente detrás de identidades falsas y servidores en el extranjero. Además, la ley electoral actual no contempla específicamente este tipo de ataques cibernéticos con IA, lo cual deja un vacío legal importante.
En fin, la cosa se puso bien movida. Este affaire demuestra lo rápido que avanza la tecnología y lo fácil que es abusar de ella para fines turbios. Con todo esto, uno se pregunta: ¿Cómo podemos, como ciudadanos, protegernos de estas manipulaciones informáticas y asegurar que nuestras decisiones en las urnas sean verdaderamente libres y conscientes? ¿Estamos preparados para enfrentar una campaña electoral donde la realidad se distorsiona con tanta facilidad?
La verdad, esto del uso de la IA para manipular elecciones es un brete nuevo, nunca habíamos visto algo así por estos lados. Parece que los tecnólogos ya encontraron cómo clonarte hasta para pedirle plata a tu abuela. ¡Imagínate el daño que pueden causar!
En el comunicado, la campaña de Fernández dice que esto es producto de la desesperación de sus oponentes políticos, quienes estarían buscando cualquier pretexto para torcer el juego. Dicen que han “llevado la campaña a niveles tan bajos que merecen el rechazo contundente del pueblo costarricense”. ¡Uf, qué batallar!
Y no es solo contra ella, sino también contra la figura del Presidente Chaves. Afirman que intentan sabotear la continuidad del “cambio, la estabilidad y el buen gobierno”, como ellos lo llaman. Uno se pregunta, ¿hasta dónde llegarán para poder ganar?
Según fuentes cercanas a la campaña, aunque el comunicado salió formalmente, la propia Fernández estaba que no cabía en sí de rabia. “Estaba furiosa, decía que ‘esto es una jugarreta muy baja’”, contó una fuente que prefirió mantenerse anónima. Se entiende, ¿quién no se sentiría así?”
Pero ojo, ahí va el detalle: el comunicado no especifica quiénes serían esos “sectores” que están detrás de esta macana. No dan nombres ni pistas. Esto ha generado bastante revuelo en las redes sociales, donde algunos sospechan de ciertas campañas opositoras, mientras que otros aseguran que podría ser obra de trolls pagados desde fuera del país. ¡Un verdadero chinchorro!
La Superintendencia de Elecciones está tomando cartas en el asunto, pero dicen que rastrear este tipo de delitos digitales es complicado, porque los culpables pueden esconderse fácilmente detrás de identidades falsas y servidores en el extranjero. Además, la ley electoral actual no contempla específicamente este tipo de ataques cibernéticos con IA, lo cual deja un vacío legal importante.
En fin, la cosa se puso bien movida. Este affaire demuestra lo rápido que avanza la tecnología y lo fácil que es abusar de ella para fines turbios. Con todo esto, uno se pregunta: ¿Cómo podemos, como ciudadanos, protegernos de estas manipulaciones informáticas y asegurar que nuestras decisiones en las urnas sean verdaderamente libres y conscientes? ¿Estamos preparados para enfrentar una campaña electoral donde la realidad se distorsiona con tanta facilidad?