¡Ay, dios mío! Esto del Festival de la Luz parece que se le armó un bronca tremendo. Resulta que la Banda Municipal de Garabito, pura gente talentosa, se quedó fuera de las audiciones y la cosa pinta fea, muy fea, porque al parecer el mismísimo alcalde, don Francisco González, tuvo algo que ver. Imagínate la decepción de estos músicos… ¡una pena!
Como saben, el Festival de la Luz es un eventazo nacional donde participan bandas de todas partes del país para demostrar su gallardía musical. Este año no sería diferente, pero la ausencia de Garabito levantó sospechas. Al principio, muchos se preguntaron qué había pasado, si se habían enfermado o qué onda, pero la verdad salió a la luz gracias a unas cuantas conversaciones en redes sociales y algunas fuentes confidenciales que nos contactaron.
Según lo que hemos podido averiguar, la alcaldía habría puesto trabas a la banda. Algunos usuarios en Facebook andaban diciendo que no les dieron plata pa’ los buses y que usaron la excusa de los trajes viejos como pretexto. Pero la cosa va más allá, señores. Según varios miembros de la banda que hablaron con nosotros con condición de anonimato –porque, obviamente, tienen miedo de represalias–, sintieron que el alcalde les estaba ‘cortando las alas’, quitándoles la oportunidad de brillar.
Uno de los músicos nos contó que llevaban meses esperando uniformes nuevos, ¡promesa de campaña! Tenían toda la ilusión de presentarse así, luciendo bien y mostrando su talento. Se toparon con la sorpresa de que las medidas se tomaron casi en el último momento, el sábado anterior a las audiciones. Ya resignados a usar los uniformes viejos, fueron a recibir otra bofetada: ni siquiera eso les alcanzó para participar.
“Nos dijeron que no podíamos ir, ni por los uniformes, ni por los buses,” nos lamentó el músico. “Incluso algunos papás se ofrecieron a llevarlos en sus carros, pero la municipalidad lo rechazó. Nos dijeron que podían buscarlo en tres días. ¡Pero para entonces ya era demasiado tarde! Habríamos ido buscando patrocinios, pidiendo ayuda a los comerciantes locales... Hay mucha buena voluntad aquí, pero entre tanto papeleo se nos fue el tiempo.” Una verdadera lástima, máxime considerando que, según cuentan, le pidieron al alcalde un espectáculo digno, más presentaciones en el cantón e ideas nuevas. Le cumplieron todo, pero al final, la muralla.
Cuando le preguntamos al alcalde, Francisco González, sobre el asunto, él nos respondió con frialdad: “Es un tema que para mí no es relevante. Son inventos”. También defendió su decisión de no permitirles presentarse con los uniformes viejos, argumentando que no le parecía apropiado. ¡Imagínatelo! Como si el talento se midiera por la ropa. Además, añadió que los uniformes son de 2022, que ya estaban obsoletos.
Y aquí viene lo más curioso: el alcalde admite que se asignaron 20 millones de colones para comprar uniformes nuevos, pero culpa a unos funcionarios municipales negligentes por no haber gestionado el pedido a tiempo. “No me quedó más que suspender la audición”, declaró. Con esto, dejó claro que priorizó la formalidad burocrática por encima del arte y la pasión de estos músicos. Al final, dice que lo importante es mostrar su talento en el cantón, pero sin el respaldo adecuado, ¿cómo quieren competir a nivel nacional?
Después de todo este revuelo, queda una pregunta flotando en el aire: ¿hasta dónde puede llegar la burocracia para silenciar el talento y la creatividad? ¿Debería el alcalde reconsiderar sus decisiones y ofrecer una disculpa pública a la Banda Municipal de Garabito? ¿Creen que debería investigar a fondo la gestión de los fondos destinados a la banda y sancionar a los responsables de esta falla tan grave?
Como saben, el Festival de la Luz es un eventazo nacional donde participan bandas de todas partes del país para demostrar su gallardía musical. Este año no sería diferente, pero la ausencia de Garabito levantó sospechas. Al principio, muchos se preguntaron qué había pasado, si se habían enfermado o qué onda, pero la verdad salió a la luz gracias a unas cuantas conversaciones en redes sociales y algunas fuentes confidenciales que nos contactaron.
Según lo que hemos podido averiguar, la alcaldía habría puesto trabas a la banda. Algunos usuarios en Facebook andaban diciendo que no les dieron plata pa’ los buses y que usaron la excusa de los trajes viejos como pretexto. Pero la cosa va más allá, señores. Según varios miembros de la banda que hablaron con nosotros con condición de anonimato –porque, obviamente, tienen miedo de represalias–, sintieron que el alcalde les estaba ‘cortando las alas’, quitándoles la oportunidad de brillar.
Uno de los músicos nos contó que llevaban meses esperando uniformes nuevos, ¡promesa de campaña! Tenían toda la ilusión de presentarse así, luciendo bien y mostrando su talento. Se toparon con la sorpresa de que las medidas se tomaron casi en el último momento, el sábado anterior a las audiciones. Ya resignados a usar los uniformes viejos, fueron a recibir otra bofetada: ni siquiera eso les alcanzó para participar.
“Nos dijeron que no podíamos ir, ni por los uniformes, ni por los buses,” nos lamentó el músico. “Incluso algunos papás se ofrecieron a llevarlos en sus carros, pero la municipalidad lo rechazó. Nos dijeron que podían buscarlo en tres días. ¡Pero para entonces ya era demasiado tarde! Habríamos ido buscando patrocinios, pidiendo ayuda a los comerciantes locales... Hay mucha buena voluntad aquí, pero entre tanto papeleo se nos fue el tiempo.” Una verdadera lástima, máxime considerando que, según cuentan, le pidieron al alcalde un espectáculo digno, más presentaciones en el cantón e ideas nuevas. Le cumplieron todo, pero al final, la muralla.
Cuando le preguntamos al alcalde, Francisco González, sobre el asunto, él nos respondió con frialdad: “Es un tema que para mí no es relevante. Son inventos”. También defendió su decisión de no permitirles presentarse con los uniformes viejos, argumentando que no le parecía apropiado. ¡Imagínatelo! Como si el talento se midiera por la ropa. Además, añadió que los uniformes son de 2022, que ya estaban obsoletos.
Y aquí viene lo más curioso: el alcalde admite que se asignaron 20 millones de colones para comprar uniformes nuevos, pero culpa a unos funcionarios municipales negligentes por no haber gestionado el pedido a tiempo. “No me quedó más que suspender la audición”, declaró. Con esto, dejó claro que priorizó la formalidad burocrática por encima del arte y la pasión de estos músicos. Al final, dice que lo importante es mostrar su talento en el cantón, pero sin el respaldo adecuado, ¿cómo quieren competir a nivel nacional?
Después de todo este revuelo, queda una pregunta flotando en el aire: ¿hasta dónde puede llegar la burocracia para silenciar el talento y la creatividad? ¿Debería el alcalde reconsiderar sus decisiones y ofrecer una disculpa pública a la Banda Municipal de Garabito? ¿Creen que debería investigar a fondo la gestión de los fondos destinados a la banda y sancionar a los responsables de esta falla tan grave?