¡Pero qué vaina! Después de un año turbio, el Grupo Extra anda tratando de enderezar las aguas con una campaña de disculpas pública. Sí, ya saben, ese medio que dio tanto de qué hablar, ahora anda con rollo de arrepentimiento y busca redimirse ante el pueblo tico. Como dirían los abuelos, ¡de pastor aguanile a padre espiritual!
Todo comenzó hace un año, con un cambio radical en la administración del grupo mediático. Según le contaron, la llegada de nuevos directivos trajo consigo una promesa: limpiar la casa y dejar atrás los fantasmas del pasado. Se propusieron desde el principio renovar la imagen, modernizar los productos y, lo más importante, reconectar con la gente, buscando recuperar la confianza perdida. Hubo que chambiar duro, eso sí.
La estrategia, bautizada como “Perdón Costa Rica”, busca reconocer públicamente errores cometidos en el pasado, aunque no sean responsabilidad directa de la nueva administración. Dicen que no pueden cambiar lo que pasó, pero sí asumir la responsabilidad colectiva y comprometerse a no repetir esos pasos en falso. Una jugada interesante, porque hasta los políticos andan buscando perdonarse mutuches estos días.
Para gestionar las solicitudes de eliminación de noticias, fotografías o cualquier información que alguien considere inapropiada, crearon un equipo especializado. Han puesto a disposición el correo electrónico [email protected] para recibir esas peticiones y resolverlas de manera transparente. Eso es bueno, porque a veces la información antigua daña la reputación y mejor es limpiarla. Nadie quiere cargar con malas varas de más.
La directora editorial, Silvia Zúñiga, hizo énfasis en que esta iniciativa no es solo una formalidad, sino un verdadero compromiso con un periodismo de propósito. “Queremos escuchar todas las voces y mostrar las distintas realidades de las personas con información veraz”, afirmó en declaraciones recientes. Eso suena lindo en papel, pero ahí viene el brete: demostrarlo en la práctica. Veremos si cumplen con lo que prometen y dejan de andar dando chiripas.
Y como si esto fuera poco, también están celebrando el primer aniversario de “Llegó la Hora”, el programa televisivo que transmite de cuatro a seis de la tarde. Conducido por Lay Acón, Dany Steed, Alex Jiménez y Christopher Brenes, el espacio busca ofrecer información útil, consejos prácticos y entretenimiento para el público costarricense. Un intento de llenar el vacío que dejó aquel otro programa que anda desconectado de la realidad nacional, diay. Que tengan éxito, claro, necesitan agarrarle con ganas.
Diego Díaz, productor de “Llegó la Hora”, expresó su entusiasmo por el proyecto: “Ponemos nuestro corazón y esfuerzo en cada programa. Queremos que disfruten y aprendan. No dejen de acompañarnos día a día”. Uno espera que realmente entreguen un producto de calidad y no caigan en el cliché de la revista familiar que solo sirve para pasar el rato mientras esperan la novela. Hay que elevar el nivel del entretenimiento, Chunche.
Ahora, me pregunto… ¿Creen que esta campaña de “Perdón Costa Rica” es genuina o simplemente una estrategia de marketing para mejorar la imagen del Grupo Extra? ¿Les parece que un simple pedido de disculpas basta para borrar los errores del pasado y recuperar la confianza del público?
Todo comenzó hace un año, con un cambio radical en la administración del grupo mediático. Según le contaron, la llegada de nuevos directivos trajo consigo una promesa: limpiar la casa y dejar atrás los fantasmas del pasado. Se propusieron desde el principio renovar la imagen, modernizar los productos y, lo más importante, reconectar con la gente, buscando recuperar la confianza perdida. Hubo que chambiar duro, eso sí.
La estrategia, bautizada como “Perdón Costa Rica”, busca reconocer públicamente errores cometidos en el pasado, aunque no sean responsabilidad directa de la nueva administración. Dicen que no pueden cambiar lo que pasó, pero sí asumir la responsabilidad colectiva y comprometerse a no repetir esos pasos en falso. Una jugada interesante, porque hasta los políticos andan buscando perdonarse mutuches estos días.
Para gestionar las solicitudes de eliminación de noticias, fotografías o cualquier información que alguien considere inapropiada, crearon un equipo especializado. Han puesto a disposición el correo electrónico [email protected] para recibir esas peticiones y resolverlas de manera transparente. Eso es bueno, porque a veces la información antigua daña la reputación y mejor es limpiarla. Nadie quiere cargar con malas varas de más.
La directora editorial, Silvia Zúñiga, hizo énfasis en que esta iniciativa no es solo una formalidad, sino un verdadero compromiso con un periodismo de propósito. “Queremos escuchar todas las voces y mostrar las distintas realidades de las personas con información veraz”, afirmó en declaraciones recientes. Eso suena lindo en papel, pero ahí viene el brete: demostrarlo en la práctica. Veremos si cumplen con lo que prometen y dejan de andar dando chiripas.
Y como si esto fuera poco, también están celebrando el primer aniversario de “Llegó la Hora”, el programa televisivo que transmite de cuatro a seis de la tarde. Conducido por Lay Acón, Dany Steed, Alex Jiménez y Christopher Brenes, el espacio busca ofrecer información útil, consejos prácticos y entretenimiento para el público costarricense. Un intento de llenar el vacío que dejó aquel otro programa que anda desconectado de la realidad nacional, diay. Que tengan éxito, claro, necesitan agarrarle con ganas.
Diego Díaz, productor de “Llegó la Hora”, expresó su entusiasmo por el proyecto: “Ponemos nuestro corazón y esfuerzo en cada programa. Queremos que disfruten y aprendan. No dejen de acompañarnos día a día”. Uno espera que realmente entreguen un producto de calidad y no caigan en el cliché de la revista familiar que solo sirve para pasar el rato mientras esperan la novela. Hay que elevar el nivel del entretenimiento, Chunche.
Ahora, me pregunto… ¿Creen que esta campaña de “Perdón Costa Rica” es genuina o simplemente una estrategia de marketing para mejorar la imagen del Grupo Extra? ¿Les parece que un simple pedido de disculpas basta para borrar los errores del pasado y recuperar la confianza del público?