¡Ay, mae! Esta historia te parte el alma. Hope, ese cachorrito que encontraron atrozmente maltratado en Bahía Drake, Osa, parece que poco a poco va agarrándole la onda. Después del susto tremendo que nos dimos todos los nacionales, verle comer y estar despierto da un rayito de esperanza, pero la verdad, todavía le queda un brete de camino.
Como les conté la semana pasada, la escena era de película de terror. El pobre Hope estaba amarrado en el patio de una casa, en condiciones que ni pa’l enemigo. Gracias a unos vecinos que tienen buen corazón y no aguantan eso, pudieron intervenir y convencer al responsable para que le entregara al perrito. Dios mío, ¡qué poca humanidad!
Ahora, Hope está recibiendo atención médica especializada en un centro veterinario en Pérez Zeledón, cortesía de la Fundación Nórdicos de Costa Rica. Según reportan, come bien, está alerta, aunque la doctora ya recomendó hacerle unas pruebas para ver qué tan hondo está el daño en su pellejito. Ya iniciaron los bañitos, pero la realidad es que su estado sigue siendo delicado, ¡una carga enorme!
Lo que más preocupa es la lana gastada que representa este proceso de recuperación. La fundación ha dicho clarito: necesitan nuestro help. No es solo el costo de tenerlo internado, también necesita medicinas especiales, cremas pa' la piel, champú terapéutico y comida de alta proteína. Eso suma, mae, suma. Pero si queremos que Hope recupere su calidad de vida y pueda correr libre por ahí sin miedo, hay que ponerle el hombro.
La Fundación Nórdicos ha puesto a disposición varias formas de ayudar. Puedes hacer un depósito en su cuenta bancaria, enviarles dinero por Sinpe Móvil o incluso colaborar directamente con ellos. Cada colón cuenta, diay, cada colón cuenta. Imagínate sentir ese dolor, ese abandono… nadie merece eso, menos un inocente como Hope.
Este caso, además, nos obliga a reflexionar sobre cómo tratamos a los animales en Costa Rica. ¿Por qué seguimos viendo mascotas como objetos desechables? Tenemos leyes que protegen a los animales, pero a veces parece que no bastan. Se necesita más conciencia, más educación y, sobre todo, más empatía. Que cada vez haya menos casos como el de Hope y más familias dispuestas a darle amor y cuidado a sus compañeros peludos.
Y hablando de amar y cuidar, hay que aplaudir la labor de organizaciones como Nórdicos, que se esfuerzan día a día por rescatar y rehabilitar animales abandonados y maltratados. Son verdaderos héroes anónimos, mae, que merecen toda nuestra gratitud y apoyo. Ellos sí le ponen ganas, y nosotros tenemos que sumarnos a su noble causa. Porque un país se mide por cómo trata a sus seres vulnerables, y los animales forman parte de nuestra familia.
Entonces, mi gente, ¿qué vamos a hacer con esta vara? ¿Vamos a dejar que Hope siga sufriendo o vamos a extenderle una mano solidaria? ¿Creemos que el maltrato animal debería ser castigado con mayor rigor en Costa Rica?
Como les conté la semana pasada, la escena era de película de terror. El pobre Hope estaba amarrado en el patio de una casa, en condiciones que ni pa’l enemigo. Gracias a unos vecinos que tienen buen corazón y no aguantan eso, pudieron intervenir y convencer al responsable para que le entregara al perrito. Dios mío, ¡qué poca humanidad!
Ahora, Hope está recibiendo atención médica especializada en un centro veterinario en Pérez Zeledón, cortesía de la Fundación Nórdicos de Costa Rica. Según reportan, come bien, está alerta, aunque la doctora ya recomendó hacerle unas pruebas para ver qué tan hondo está el daño en su pellejito. Ya iniciaron los bañitos, pero la realidad es que su estado sigue siendo delicado, ¡una carga enorme!
Lo que más preocupa es la lana gastada que representa este proceso de recuperación. La fundación ha dicho clarito: necesitan nuestro help. No es solo el costo de tenerlo internado, también necesita medicinas especiales, cremas pa' la piel, champú terapéutico y comida de alta proteína. Eso suma, mae, suma. Pero si queremos que Hope recupere su calidad de vida y pueda correr libre por ahí sin miedo, hay que ponerle el hombro.
La Fundación Nórdicos ha puesto a disposición varias formas de ayudar. Puedes hacer un depósito en su cuenta bancaria, enviarles dinero por Sinpe Móvil o incluso colaborar directamente con ellos. Cada colón cuenta, diay, cada colón cuenta. Imagínate sentir ese dolor, ese abandono… nadie merece eso, menos un inocente como Hope.
Este caso, además, nos obliga a reflexionar sobre cómo tratamos a los animales en Costa Rica. ¿Por qué seguimos viendo mascotas como objetos desechables? Tenemos leyes que protegen a los animales, pero a veces parece que no bastan. Se necesita más conciencia, más educación y, sobre todo, más empatía. Que cada vez haya menos casos como el de Hope y más familias dispuestas a darle amor y cuidado a sus compañeros peludos.
Y hablando de amar y cuidar, hay que aplaudir la labor de organizaciones como Nórdicos, que se esfuerzan día a día por rescatar y rehabilitar animales abandonados y maltratados. Son verdaderos héroes anónimos, mae, que merecen toda nuestra gratitud y apoyo. Ellos sí le ponen ganas, y nosotros tenemos que sumarnos a su noble causa. Porque un país se mide por cómo trata a sus seres vulnerables, y los animales forman parte de nuestra familia.
Entonces, mi gente, ¿qué vamos a hacer con esta vara? ¿Vamos a dejar que Hope siga sufriendo o vamos a extenderle una mano solidaria? ¿Creemos que el maltrato animal debería ser castigado con mayor rigor en Costa Rica?
