¡Ay, Dios mío, qué movida la que está armando Incop con el puerto de Caldera! Resulta que llegaron dos ofertas re fuertes para la licitación de la modernización, y la vaina ya está echando humo por todos lados. Estamos hablando de unos 600 millones de dólares, ¡una cifra que te deja boquiabierto!
Para ponerle un poco de contexto, este puerto es clave para la economía del país, la puerta de entrada del Pacífico por donde pasa gran parte del comercio que nos mueve. Ya saben, las bananas, el café, los celulares… ¡todo eso pasa por ahí! Así que tener un puerto moderno y eficiente no es un lujo, es una necesidad pa’ seguir siendo competitivos en el mercado mundial.
Las ofertas fueron presentadas en la Junta Promotora de Turismo de Puntarenas, ¡un lugar inesperado para semejante reunión de negocios! Después, la Policía de Fronteras tuvo que transportar los documentos hasta San José, imagínate el brete que les tocó. Parece sacado de una película de espías, ¡pero así son las cosas por acá!
La primera oferta llegó del Consorcio Sunset, compuesto por APM Terminals, que ya maneja el puerto de Moín, y Hanseatic Global Terminals, los dueños actuales de Caldera. Vaya si tienen experiencia en estos asuntos, ya tienen medio pie adentro, diay. Esta combinación suena potente, pero también levanta algunas cejas porque podrían estar controlando demasiada infraestructura portuaria.
Por otro lado, tenemos a International Container Terminal Services (ICTSI), una empresa con experiencia en puertos de Honduras y Panamá, pero que no ha pisado suelo costarricense todavía. Wagner Quesada, el presidente ejecutivo de Incop, destacó sus trabajos en otros países, buscando tranquilizarnos sobre su capacidad. Pero bueno, nadie quiere que nos echen un chayote, ¿verdad?
La concesión actual termina en agosto del 2026, entonces los tiempos apremian. El Incop tendrá que evaluar cuidadosamente estas propuestas, analizando aspectos técnicos, financieros y ambientales. No es fácil tomar una decisión que afectará el futuro del comercio nacional y la economía de Puntarenas durante muchos años.
Y ojo, que esto no es solo cuestión de números. También hay que pensar en las comunidades locales, que dependen del puerto para su sustento. Una modernización bien hecha puede traer empleos y oportunidades, pero también puede desplazar gente y dañar el medio ambiente. Hay que encontrar un equilibrio, que no se vayan todas las babas al río. Además, necesitamos garantizar transparencia en todo el proceso, pa’ que nadie diga que hubo chinamanería.
En fin, la pelota está en la cancha de Incop. El futuro del puerto de Caldera, y quizás del comercio costarricense, está en juego. Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que ICTSI podrá hacerle competencia a un consorcio con tanta experiencia local, o el Consorcio Sunset ya tiene el puesto asegurado? ¿Qué medidas creen que debería implementar Incop para garantizar un proceso justo y transparente?
Para ponerle un poco de contexto, este puerto es clave para la economía del país, la puerta de entrada del Pacífico por donde pasa gran parte del comercio que nos mueve. Ya saben, las bananas, el café, los celulares… ¡todo eso pasa por ahí! Así que tener un puerto moderno y eficiente no es un lujo, es una necesidad pa’ seguir siendo competitivos en el mercado mundial.
Las ofertas fueron presentadas en la Junta Promotora de Turismo de Puntarenas, ¡un lugar inesperado para semejante reunión de negocios! Después, la Policía de Fronteras tuvo que transportar los documentos hasta San José, imagínate el brete que les tocó. Parece sacado de una película de espías, ¡pero así son las cosas por acá!
La primera oferta llegó del Consorcio Sunset, compuesto por APM Terminals, que ya maneja el puerto de Moín, y Hanseatic Global Terminals, los dueños actuales de Caldera. Vaya si tienen experiencia en estos asuntos, ya tienen medio pie adentro, diay. Esta combinación suena potente, pero también levanta algunas cejas porque podrían estar controlando demasiada infraestructura portuaria.
Por otro lado, tenemos a International Container Terminal Services (ICTSI), una empresa con experiencia en puertos de Honduras y Panamá, pero que no ha pisado suelo costarricense todavía. Wagner Quesada, el presidente ejecutivo de Incop, destacó sus trabajos en otros países, buscando tranquilizarnos sobre su capacidad. Pero bueno, nadie quiere que nos echen un chayote, ¿verdad?
La concesión actual termina en agosto del 2026, entonces los tiempos apremian. El Incop tendrá que evaluar cuidadosamente estas propuestas, analizando aspectos técnicos, financieros y ambientales. No es fácil tomar una decisión que afectará el futuro del comercio nacional y la economía de Puntarenas durante muchos años.
Y ojo, que esto no es solo cuestión de números. También hay que pensar en las comunidades locales, que dependen del puerto para su sustento. Una modernización bien hecha puede traer empleos y oportunidades, pero también puede desplazar gente y dañar el medio ambiente. Hay que encontrar un equilibrio, que no se vayan todas las babas al río. Además, necesitamos garantizar transparencia en todo el proceso, pa’ que nadie diga que hubo chinamanería.
En fin, la pelota está en la cancha de Incop. El futuro del puerto de Caldera, y quizás del comercio costarricense, está en juego. Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que ICTSI podrá hacerle competencia a un consorcio con tanta experiencia local, o el Consorcio Sunset ya tiene el puesto asegurado? ¿Qué medidas creen que debería implementar Incop para garantizar un proceso justo y transparente?