Maes, pónganse cómodos porque esta vara se va a poner buena. El ajedrez político en Cuesta de Moras está llegando a un punto crítico y el tema en la mesa no es cualquier chunche: se trata de quitarle o no la inmunidad al mismísimo presidente de la República, Rodrigo Chaves, para que se enfrente a la justicia por el supuesto delito de concusión en el caso conocido como "BCIE-Cariñitos". Y adivinen quién tiene la papa más caliente en las manos: el Partido Liberación Nacional. Siendo la fracción más grande, lo que ellos decidan va a marcar la cancha para el resto, y la presión está al máximo.
Este lunes, la bancada verdiblanca tuvo su encerrona para ver qué hacían, y aquí es donde la cosa se pone interesante. El jefe de fracción, Óscar Izquierdo, salió a decir que la idea es tomar una decisión "en conjunto", como un bloque sólido. Suena muy bonito y disciplinado, ¿verdad? El detalle es que, en la misma declaración, soltó que "varios compañeros que han manifestado una decisión de votar a favor del levantamiento de la inmunidad". Diay, entonces, ¿es en bloque o cada quien por su lado? Lo que sí dejó claro es que, de momento, nadie ha dicho que votará en contra. Seamos claros: el despiche político que se armaría si no logran un consenso antes de la votación podría ser monumental. No es lo mismo un PLN unido mandando un mensaje contundente, que una fracción partida que evidencie una crisis interna en un momento tan delicado para el país.
Y para que no crean que esto va para largo, ya hay fecha para el show. Don Rodrigo Arias, que de manejar los tiempos del Plenario sabe un montón, ya acordó con los demás jefes de fracción que el informe se votará el próximo 22 de setiembre. El procedimiento es casi de película: el informe se lee, el presidente Chaves tiene chance de llegar y defenderse por hasta 30 minutos, y luego se retira para que los 57 diputados empiecen el debate. Cada uno tendrá hasta 15 minutos para hablar, así que saquen la calculadora. La votación es el clímax y aquí la matemática es clave: se necesitan 38 votos, ni uno menos. Es una mayoría calificada, un número que obliga a negociar y a formar alianzas que hasta hace poco parecían imposibles.
Mientras Liberación se decide, las otras piezas del tablero ya se están moviendo. La comisión especial que estudió el caso ya dio su veredicto: recomendaron quitar el fuero. Ahí, la liberacionista Andrea Álvarez y Rocío Alfaro del Frente Amplio votaron a favor, mientras que el oficialista Daniel Vargas, como era de esperarse, votó en contra. Por otro lado, y para añadirle más sabor al caldo, el diputado Leslye Bojorges del PUSC ni se esperó a su fracción y ya cantó que él votará en contra de levantar la inmunidad. El arroz con mango está servido, y cada voto va a ser peleado con uñas y dientes. Este no es un simple brete legislativo; es una decisión que definirá el rumbo del gobierno y la confianza en las instituciones.
Al final del día, esta vara va más allá de un simple sí o un no. Es una prueba de fuego para nuestra democracia, para la separación de poderes y para la madurez política de los diputados. La decisión que tomen el 22 de setiembre resonará mucho más allá de las paredes del Plenario. Veremos si la presión mediática, los cálculos políticos para las próximas elecciones y las convicciones personales pesan más que una directriz de fracción. El país entero estará viendo, esperando ver si nuestros políticos están a la altura del momento histórico.
Diay, maes, ahora les toca a ustedes. ¿Creen que el PLN logrará votar en bloque o se va a armar un despiche interno que los deje mal parados? Y más importante, ¿cuál creen que debería ser el resultado por el bien del país? ¡Los leo!
Este lunes, la bancada verdiblanca tuvo su encerrona para ver qué hacían, y aquí es donde la cosa se pone interesante. El jefe de fracción, Óscar Izquierdo, salió a decir que la idea es tomar una decisión "en conjunto", como un bloque sólido. Suena muy bonito y disciplinado, ¿verdad? El detalle es que, en la misma declaración, soltó que "varios compañeros que han manifestado una decisión de votar a favor del levantamiento de la inmunidad". Diay, entonces, ¿es en bloque o cada quien por su lado? Lo que sí dejó claro es que, de momento, nadie ha dicho que votará en contra. Seamos claros: el despiche político que se armaría si no logran un consenso antes de la votación podría ser monumental. No es lo mismo un PLN unido mandando un mensaje contundente, que una fracción partida que evidencie una crisis interna en un momento tan delicado para el país.
Y para que no crean que esto va para largo, ya hay fecha para el show. Don Rodrigo Arias, que de manejar los tiempos del Plenario sabe un montón, ya acordó con los demás jefes de fracción que el informe se votará el próximo 22 de setiembre. El procedimiento es casi de película: el informe se lee, el presidente Chaves tiene chance de llegar y defenderse por hasta 30 minutos, y luego se retira para que los 57 diputados empiecen el debate. Cada uno tendrá hasta 15 minutos para hablar, así que saquen la calculadora. La votación es el clímax y aquí la matemática es clave: se necesitan 38 votos, ni uno menos. Es una mayoría calificada, un número que obliga a negociar y a formar alianzas que hasta hace poco parecían imposibles.
Mientras Liberación se decide, las otras piezas del tablero ya se están moviendo. La comisión especial que estudió el caso ya dio su veredicto: recomendaron quitar el fuero. Ahí, la liberacionista Andrea Álvarez y Rocío Alfaro del Frente Amplio votaron a favor, mientras que el oficialista Daniel Vargas, como era de esperarse, votó en contra. Por otro lado, y para añadirle más sabor al caldo, el diputado Leslye Bojorges del PUSC ni se esperó a su fracción y ya cantó que él votará en contra de levantar la inmunidad. El arroz con mango está servido, y cada voto va a ser peleado con uñas y dientes. Este no es un simple brete legislativo; es una decisión que definirá el rumbo del gobierno y la confianza en las instituciones.
Al final del día, esta vara va más allá de un simple sí o un no. Es una prueba de fuego para nuestra democracia, para la separación de poderes y para la madurez política de los diputados. La decisión que tomen el 22 de setiembre resonará mucho más allá de las paredes del Plenario. Veremos si la presión mediática, los cálculos políticos para las próximas elecciones y las convicciones personales pesan más que una directriz de fracción. El país entero estará viendo, esperando ver si nuestros políticos están a la altura del momento histórico.
Diay, maes, ahora les toca a ustedes. ¿Creen que el PLN logrará votar en bloque o se va a armar un despiche interno que los deje mal parados? Y más importante, ¿cuál creen que debería ser el resultado por el bien del país? ¡Los leo!