¡Imagínate la bronca! Rastrear jaguares en pleno Parque Nacional Tortuguero es ni fácil ni barato, pero parece que ahora sí le vamos a dar duro a este brete de conservación. Un nuevo proyecto, mezcla de ciencia y pura colaboración pública-privada, promete sacarle hasta el último dato a estos felinos sigilosos.
El Instituto Internacional en Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional (Icomvis-UNA) ha puesto en marcha esta movida, uniendo fuerzas con Namá Conservation, Amazon Conservation Team, Rescate Wildlife Rescue Center–Zoave y el Área de Conservación Tortuguero (ACTo). ¿Y qué buscan exactamente? Pues poner collares satelitales a los jaguares para saber cómo andan, dónde duermen y qué se comen, ¡todo para protegerlos mejor!
Después de seis días buscando pistas en la selva, con noches enteras vigilando, ¡cachetazo!, lograron atrapar una hembra adulta en buenísima condición. No se preocupen, dicen los expertos, todo bajo supervisión veterinaria y con mucho cuidado para evitarles cualquier estrés innecesario. Se les revisa bien, toman muestras y listo, ¡collar puesto y a enviar señales desde la jungla!
Este collarito trae un sistema de GPS que va mandando la ubicación del jaguar a tiempo real. Así pueden ver qué territorios usan, dónde encuentran comida y cuáles son sus rutas más comunes. Esto es crucial, mae, porque permite a los conservacionistas enfocar sus esfuerzos de protección justo donde más se necesitan. ¡No andarás a tientas, sino con información precisa!
Víctor Montalvo, investigador del Icomvis-UNA, explica que “con esta información será posible comprender mejor el comportamiento y el uso del espacio de los jaguares, lo que a su vez contribuirá a diseñar estrategias más efectivas de conservación”. En otras palabras, se trata de pasar de intuiciones a hechos concretos para salvar a estos animales icónicos de Costa Rica.
Elena Vargas, directora regional del ACTo, enfatiza que la conservación del jaguar es una prioridad fundamental para el parque. Subraya que la información científica es esencial para entender sus movimientos y asegurar la protección de su hábitat. Dice que solo así, trabajando juntos, podrán garantizar el futuro de estos depredadores emblemáticos, tanto para nosotros como para las próximas generaciones. ¡Qué responsabilidad!
Lo interesante es que el collar también tiene un sistema de liberación automática. Eso quiere decir que, al terminar el período de estudio, se abre solito, evitando tener que volver a capturar al jaguar. ¡Un avance tecnológico de lujo! De paso, se registran también datos vitales, como su peso y salud general, para tener un panorama completo sobre la población de jaguares en Tortuguero. ¡Una verdadera mina de información!
Ahora, dime tú, ¿crees que iniciativas como estas son la clave para realmente proteger nuestra fauna silvestre, o necesitamos medidas más drásticas como combatir la deforestación y el tráfico ilegal de animales? Déjanos tus comentarios en el foro; queremos saber qué piensas sobre este importante esfuerzo de conservación. ¡Vamos a echar pisto!
El Instituto Internacional en Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional (Icomvis-UNA) ha puesto en marcha esta movida, uniendo fuerzas con Namá Conservation, Amazon Conservation Team, Rescate Wildlife Rescue Center–Zoave y el Área de Conservación Tortuguero (ACTo). ¿Y qué buscan exactamente? Pues poner collares satelitales a los jaguares para saber cómo andan, dónde duermen y qué se comen, ¡todo para protegerlos mejor!
Después de seis días buscando pistas en la selva, con noches enteras vigilando, ¡cachetazo!, lograron atrapar una hembra adulta en buenísima condición. No se preocupen, dicen los expertos, todo bajo supervisión veterinaria y con mucho cuidado para evitarles cualquier estrés innecesario. Se les revisa bien, toman muestras y listo, ¡collar puesto y a enviar señales desde la jungla!
Este collarito trae un sistema de GPS que va mandando la ubicación del jaguar a tiempo real. Así pueden ver qué territorios usan, dónde encuentran comida y cuáles son sus rutas más comunes. Esto es crucial, mae, porque permite a los conservacionistas enfocar sus esfuerzos de protección justo donde más se necesitan. ¡No andarás a tientas, sino con información precisa!
Víctor Montalvo, investigador del Icomvis-UNA, explica que “con esta información será posible comprender mejor el comportamiento y el uso del espacio de los jaguares, lo que a su vez contribuirá a diseñar estrategias más efectivas de conservación”. En otras palabras, se trata de pasar de intuiciones a hechos concretos para salvar a estos animales icónicos de Costa Rica.
Elena Vargas, directora regional del ACTo, enfatiza que la conservación del jaguar es una prioridad fundamental para el parque. Subraya que la información científica es esencial para entender sus movimientos y asegurar la protección de su hábitat. Dice que solo así, trabajando juntos, podrán garantizar el futuro de estos depredadores emblemáticos, tanto para nosotros como para las próximas generaciones. ¡Qué responsabilidad!
Lo interesante es que el collar también tiene un sistema de liberación automática. Eso quiere decir que, al terminar el período de estudio, se abre solito, evitando tener que volver a capturar al jaguar. ¡Un avance tecnológico de lujo! De paso, se registran también datos vitales, como su peso y salud general, para tener un panorama completo sobre la población de jaguares en Tortuguero. ¡Una verdadera mina de información!
Ahora, dime tú, ¿crees que iniciativas como estas son la clave para realmente proteger nuestra fauna silvestre, o necesitamos medidas más drásticas como combatir la deforestación y el tráfico ilegal de animales? Déjanos tus comentarios en el foro; queremos saber qué piensas sobre este importante esfuerzo de conservación. ¡Vamos a echar pisto!