Maes, ¿saben qué es más lento que el internet de la casa en media tormenta? La Asamblea Legislativa en agosto. No es broma. Pasó todo el primer mes de sesiones ordinarias y nuestros queridos diputados lograron la increíble hazaña de votar seis proyectos y aprobar solo cinco. Sí, CINCO. ¡Qué torta! Uno se pregunta si es que el café de la soda del Plenario está muy flojo o si de verdad el ritmo de trabajo es así de pausado. Diay, a este paso, las reformas que el país necesita van a llegar junto con los carros voladores.
El culpable de este cuello de botella tiene nombre y apellido: expediente 24.290, mejor conocido como el proyecto de las jornadas 4x3. Esta vara tiene a los diputados tan pegados que parece que no existe nada más en el universo legislativo. Le metieron más de 2.500 mociones y, aunque ya se acabó el tiempo para discutirlas (cayó la famosa guillotina), ahora tienen que votarlas una por una. Ahorita van por la 483. Hagan la mate. Es un despiche monumental que tiene el brete principal, que es legislar para el país, completamente frenado. Mientras se pelean por este tema, el resto de la agenda acumula polvo en un rincón.
Pero bueno, para no ser tan salados, hay que decir que en medio del caos lograron hacer algo. En un par de sesiones donde parece que se acordaron de que había más proyectos, le dieron el segundo debate a un préstamo de $500 millones con el Banco Mundial (BIRF). Y ojo, lo aprobaron casi raspando, con el banco metiéndoles presión porque el plazo se vencía el 12 de setiembre. ¡Casi se nos va el tren! Esa plata, dicen, es para pagar deuda. Al menos una buena, porque de ese monto, $50 millones van directo a abonarle a la deuda con la Caja, que buena falta le hace. Fue como ver al estudiante que hace toda la tarea cinco minutos antes de entregarla.
Ahora, donde la cosa sí se fue al traste fue con el proyecto de "capitales emergentes". Este chunche buscaba algo que suena bastante lógico: poder decomisar bienes a sospechosos de lavado de dinero o narcoactividad. Era una herramienta que pedían a gritos para golpear las finanzas del crimen organizado. ¿Y qué pasó? Pues no consiguió los 38 votos. Varios diputados argumentaron que era peligroso porque se podían quitar bienes a alguien sin pruebas suficientes o sin una acusación formal. La vara es que lo rechazaron, pero después aprobaron una moción para volver a votarlo y otra para mandarlo de vuelta a comisión a ver si lo arreglan. O sea, el proyecto quedó en un limbo, ni vivo ni muerto.
Así que cerramos el mes con un balance que deja mucho que desear. La Asamblea arranca setiembre con la misma novela de las jornadas 4x3 y, para ponerle más sabor al caldo, ya se viene el chicharrón del presupuesto nacional para el 2026. Primero lo verán en la comisión de Hacendarios y luego pasará al Plenario, donde seguro se armará otro debate eterno. Diay, maes, ¿ustedes qué piensan? ¿La Asamblea está perdiendo el tiempo con esta vara de las jornadas 4x3 o es que de verdad no les da el mate para hacer más? ¿Cuáles proyectos creen que SÍ deberían estar corriendo para aprobar?
El culpable de este cuello de botella tiene nombre y apellido: expediente 24.290, mejor conocido como el proyecto de las jornadas 4x3. Esta vara tiene a los diputados tan pegados que parece que no existe nada más en el universo legislativo. Le metieron más de 2.500 mociones y, aunque ya se acabó el tiempo para discutirlas (cayó la famosa guillotina), ahora tienen que votarlas una por una. Ahorita van por la 483. Hagan la mate. Es un despiche monumental que tiene el brete principal, que es legislar para el país, completamente frenado. Mientras se pelean por este tema, el resto de la agenda acumula polvo en un rincón.
Pero bueno, para no ser tan salados, hay que decir que en medio del caos lograron hacer algo. En un par de sesiones donde parece que se acordaron de que había más proyectos, le dieron el segundo debate a un préstamo de $500 millones con el Banco Mundial (BIRF). Y ojo, lo aprobaron casi raspando, con el banco metiéndoles presión porque el plazo se vencía el 12 de setiembre. ¡Casi se nos va el tren! Esa plata, dicen, es para pagar deuda. Al menos una buena, porque de ese monto, $50 millones van directo a abonarle a la deuda con la Caja, que buena falta le hace. Fue como ver al estudiante que hace toda la tarea cinco minutos antes de entregarla.
Ahora, donde la cosa sí se fue al traste fue con el proyecto de "capitales emergentes". Este chunche buscaba algo que suena bastante lógico: poder decomisar bienes a sospechosos de lavado de dinero o narcoactividad. Era una herramienta que pedían a gritos para golpear las finanzas del crimen organizado. ¿Y qué pasó? Pues no consiguió los 38 votos. Varios diputados argumentaron que era peligroso porque se podían quitar bienes a alguien sin pruebas suficientes o sin una acusación formal. La vara es que lo rechazaron, pero después aprobaron una moción para volver a votarlo y otra para mandarlo de vuelta a comisión a ver si lo arreglan. O sea, el proyecto quedó en un limbo, ni vivo ni muerto.
Así que cerramos el mes con un balance que deja mucho que desear. La Asamblea arranca setiembre con la misma novela de las jornadas 4x3 y, para ponerle más sabor al caldo, ya se viene el chicharrón del presupuesto nacional para el 2026. Primero lo verán en la comisión de Hacendarios y luego pasará al Plenario, donde seguro se armará otro debate eterno. Diay, maes, ¿ustedes qué piensan? ¿La Asamblea está perdiendo el tiempo con esta vara de las jornadas 4x3 o es que de verdad no les da el mate para hacer más? ¿Cuáles proyectos creen que SÍ deberían estar corriendo para aprobar?
