Luis Carlos, que siempre fue muy servicial y educado, va caminando por la calle cuando de repente cae al suelo debido a un ataque al corazón y muere.
Como toda buena persona, Luis Carlos va al cielo. Al llegar le abre la puerta San Pedro y le dice:
- Bienvenido seas, hijo.
Luis Carlos le dice a San Pedro:
- Oye Santo. Yo no debería estar aquí todavía...
Pregunta San Pedro:
- ¿Por qué hijo mío?
- No estaba preparado. Dejé a mi familia en mal estado y quisiera arreglar eso antes de venir y por lo tanto te pido que me dejes regresar a mi casa.
-Puedes regresar, pero eso sí, únicamente convertido en un animal doméstico.
Luis Carlos, se queda pensativo unos segundos y dice:
- Está bien, regresaré en forma de gallina, ya que en mi casa tengo muchas.
Llega a su casa convertido en una gallina de plumas blancas.
Al caer en el gallinero las otras gallinas quedan asombradas y se le acercan formando una rueda, diciendo cosas muy bonitas de la gallina recién llegada. Pero como en todos los lugares, llega una gallina envidiosa que dice:
- Tienen razón. Esta gallina es muy bonita, pero es muy probable que no pueda poner huevos.
Luis Carlos queda asombrado por el comentario, y en ese momento todas las gallinas empiezan a gritar:
- ¡Que ponga un huevo! ¡Que ponga un huevo!
Luis Carlos asustado empieza a pujar hasta que de repente, y para su asombro, pone un huevo.
Todas las gallinas capitaneadas por la envidiosa, gritan felices:
-¡Que ponga otro!, ¡Que ponga otro!,
Luis Carlos, ya en trance, y emocionado sigue empujando hasta poner otro huevo. Las gallinas, en el colmo del paroxismo, gritan nuevamente:
-¡Que ponga otro! ¡Que ponga otro!
Cuando, de repente, Carmen María, la esposa de Luis Carlos aparece y sacudiéndole muy fuerte le dice:
-¡Pero Luis Caaaaaaaaaaarlossss, por la gran puta!!. ¡Despertate! ¡Que te estás cagando en toda la cama...!!!
Como toda buena persona, Luis Carlos va al cielo. Al llegar le abre la puerta San Pedro y le dice:
- Bienvenido seas, hijo.
Luis Carlos le dice a San Pedro:
- Oye Santo. Yo no debería estar aquí todavía...
Pregunta San Pedro:
- ¿Por qué hijo mío?
- No estaba preparado. Dejé a mi familia en mal estado y quisiera arreglar eso antes de venir y por lo tanto te pido que me dejes regresar a mi casa.
-Puedes regresar, pero eso sí, únicamente convertido en un animal doméstico.
Luis Carlos, se queda pensativo unos segundos y dice:
- Está bien, regresaré en forma de gallina, ya que en mi casa tengo muchas.
Llega a su casa convertido en una gallina de plumas blancas.
Al caer en el gallinero las otras gallinas quedan asombradas y se le acercan formando una rueda, diciendo cosas muy bonitas de la gallina recién llegada. Pero como en todos los lugares, llega una gallina envidiosa que dice:
- Tienen razón. Esta gallina es muy bonita, pero es muy probable que no pueda poner huevos.
Luis Carlos queda asombrado por el comentario, y en ese momento todas las gallinas empiezan a gritar:
- ¡Que ponga un huevo! ¡Que ponga un huevo!
Luis Carlos asustado empieza a pujar hasta que de repente, y para su asombro, pone un huevo.
Todas las gallinas capitaneadas por la envidiosa, gritan felices:
-¡Que ponga otro!, ¡Que ponga otro!,
Luis Carlos, ya en trance, y emocionado sigue empujando hasta poner otro huevo. Las gallinas, en el colmo del paroxismo, gritan nuevamente:
-¡Que ponga otro! ¡Que ponga otro!
Cuando, de repente, Carmen María, la esposa de Luis Carlos aparece y sacudiéndole muy fuerte le dice:
-¡Pero Luis Caaaaaaaaaaarlossss, por la gran puta!!. ¡Despertate! ¡Que te estás cagando en toda la cama...!!!