“Muchas veces lo dije. Que si por mí fuera me quedaría siempre. Pero como dije recién, no siempre se da todo lo que a uno le gusta. Más en el fútbol, que es tan cambiante y que pasan tantas cosas. Es complicado, más en los momentos que está pasando hoy el Barcelona”, reconoció Messi en una entrevista este martes 18 de noviembre.
La idolatría y poder que tiene, o tenía el argentino, no son por nada. Máximo goleador de la Champions junto a Raúl con 71 tantos. A un gol de igualar la marca histórica de Telmo Zarra para convertirse en el máximo goleador de la historia de la Liga Española. Ganador de cuatro balones de oro, y principal artífice en la obtención de dos de las cuatro “orejonas” que tiene el Barcelona en sus vitrinas (2009 y 2011), son algunos de los respaldos que tiene Messi para ser el príncipe de Cataluña. Sin embargo, la baja de su rendimiento a partir del segundo semestre de 2013, producto de constantes lesiones.
El estado de Messi en el club preocupa, y no es para menos. En seis meses, han sido dos los avisos a un club que no pasa por su mejor momento de salud y al que los resultados no le acompañan para tratar de cicatrizar. Un problema que hace temblar, una vez más, todas las esferas de la entidad culé.
El partido contra el Málaga frustró la dinámica ganadora del Barça de Luis Enrique en el inicio de temporada tras vivir el primer empate (0-0) después de cinco triunfos consecutivos. El delantero blaugrana decidió que había llegado el momento de hablar con el técnico para exponerle su malestar por no tener a su lado a un jugador como Xavi, al que considera como el jugador que mejor lo conoce y el que mejor conecta dentro del campo. Luis Enrique tomó buena nota de las lamentaciones de Messi, aunque no le prometió nada.
La idolatría y poder que tiene, o tenía el argentino, no son por nada. Máximo goleador de la Champions junto a Raúl con 71 tantos. A un gol de igualar la marca histórica de Telmo Zarra para convertirse en el máximo goleador de la historia de la Liga Española. Ganador de cuatro balones de oro, y principal artífice en la obtención de dos de las cuatro “orejonas” que tiene el Barcelona en sus vitrinas (2009 y 2011), son algunos de los respaldos que tiene Messi para ser el príncipe de Cataluña. Sin embargo, la baja de su rendimiento a partir del segundo semestre de 2013, producto de constantes lesiones.
El estado de Messi en el club preocupa, y no es para menos. En seis meses, han sido dos los avisos a un club que no pasa por su mejor momento de salud y al que los resultados no le acompañan para tratar de cicatrizar. Un problema que hace temblar, una vez más, todas las esferas de la entidad culé.
El partido contra el Málaga frustró la dinámica ganadora del Barça de Luis Enrique en el inicio de temporada tras vivir el primer empate (0-0) después de cinco triunfos consecutivos. El delantero blaugrana decidió que había llegado el momento de hablar con el técnico para exponerle su malestar por no tener a su lado a un jugador como Xavi, al que considera como el jugador que mejor lo conoce y el que mejor conecta dentro del campo. Luis Enrique tomó buena nota de las lamentaciones de Messi, aunque no le prometió nada.