¡Ay, Dios mío! El PLN anda metido en un brete que ni Don Pedrito González con su gallito borracho. Resulta que han echado a más de 40 delegados de San Ramón, ¡pa’ qué les voy a contar! Dicen que por indisciplina, faltarle al respeto a las asambleas, pero la vaina huele raro, ¿me entienden?
La bronca viene de atrás, chava. El Tribunal de Ética e Disciplina (TEI) mandó unas notificaciones durísimas a varios delegados, detallando cuántas veces los citaron pa’ las reuniones cantonales y cómo se hacían los dead. Parece que algunos estaban más preocupados por ir a tomarse un café con churros que por trabajar pro el partido, diay.
Y ahí entró Álvaro Ramos, el candidato presidencial, soltando que ya andaban evaluando reemplazar a los que no cumplían. Según él, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) les dio luz verde para meterles mano a los asambleístas que no se portaban bien. Claro, siempre buscando excusas pa’ limpiar la casa, ¿verdad? Como si con eso fueran a solucionar todos los problemas que tiene el PLN, que pa’ mi gusto son más que crecer fruta.
Pero lo que realmente encendió las alarmas fue la velocidad con la que se manejó todo el asunto. Los delegados expulsados dicen que presentaron incidentes de nulidad ante el PLN y un recurso de amparo electoral ante el TSE, esperando que se analizaran sus argumentos. Pero ¡boom!, el TEI les respondió en cuestión de horas, rechazando sus reclamos y lanzándolos directo a la calle. ¡Menudo despiste!
Ahora, la notificación... ¡qué carga! Al parecer, en vez de entregarla personalmente, la dejaron colgada en la puerta, como si estuvieran botando basura. Un video circuló donde se ve a alguien preguntando por un delegado y, al no encontrarlo, dejando el aviso en el portón. ¡Eso no está en los estatutos, mae! Y aunque el PLN dice que se basan en la Ley de Notificaciones, la gente está molesta, porque eso da la impresión de que no les importan los derechos de nadie.
Alfonso Ulate, uno de los delegados expulsados, explotó diciendo que esto demuestra que no hay democracia en el PLN. Según él, Ramos está dispuesto a “pasarle a uno con sus derechos por encima” si no piensa igual que él. Le pegó duro al candidato, acusándolo de tener doble moral y de querer deshacerse de cualquiera que le estorbe. Y Royman Muñoz, otro exdelegado, va aún más lejos, hablando de una “cacería de brujas” orquestada por la cúpula del partido, por denunciar corrupción y acoso político. ¡Uy, qué picardía!
La verdad es que este rollo ha levantado polvareda en el ambiente político, y muchos se preguntan si el PLN está perdiendo el rumbo. Algunos temen que, si Ramos llega al gobierno, gobernará de manera autoritaria, silenciando a cualquiera que critique sus decisiones. Y otros simplemente se ríen y dicen que esto es el reflejo de la crisis interna que atraviesa el partido, un síntoma de que las cosas van a la deriva. Parece que el PLN necesita urgentemente una limpieza profunda, más allá de echar a unos cuantos delegados.
Con todo este panorama, no puedo evitar preguntarme: ¿Es posible que el PLN haya perdido la capacidad de autoevaluarse y corregir sus errores, o estamos presenciando el principio del fin de un partido histórico? ¿Ustedes creen que las purgas internas debilitarán al PLN o lo fortalecerán a largo plazo? Déjenme saber qué piensan en los comentarios, ¡y que no falte el palo!
La bronca viene de atrás, chava. El Tribunal de Ética e Disciplina (TEI) mandó unas notificaciones durísimas a varios delegados, detallando cuántas veces los citaron pa’ las reuniones cantonales y cómo se hacían los dead. Parece que algunos estaban más preocupados por ir a tomarse un café con churros que por trabajar pro el partido, diay.
Y ahí entró Álvaro Ramos, el candidato presidencial, soltando que ya andaban evaluando reemplazar a los que no cumplían. Según él, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) les dio luz verde para meterles mano a los asambleístas que no se portaban bien. Claro, siempre buscando excusas pa’ limpiar la casa, ¿verdad? Como si con eso fueran a solucionar todos los problemas que tiene el PLN, que pa’ mi gusto son más que crecer fruta.
Pero lo que realmente encendió las alarmas fue la velocidad con la que se manejó todo el asunto. Los delegados expulsados dicen que presentaron incidentes de nulidad ante el PLN y un recurso de amparo electoral ante el TSE, esperando que se analizaran sus argumentos. Pero ¡boom!, el TEI les respondió en cuestión de horas, rechazando sus reclamos y lanzándolos directo a la calle. ¡Menudo despiste!
Ahora, la notificación... ¡qué carga! Al parecer, en vez de entregarla personalmente, la dejaron colgada en la puerta, como si estuvieran botando basura. Un video circuló donde se ve a alguien preguntando por un delegado y, al no encontrarlo, dejando el aviso en el portón. ¡Eso no está en los estatutos, mae! Y aunque el PLN dice que se basan en la Ley de Notificaciones, la gente está molesta, porque eso da la impresión de que no les importan los derechos de nadie.
Alfonso Ulate, uno de los delegados expulsados, explotó diciendo que esto demuestra que no hay democracia en el PLN. Según él, Ramos está dispuesto a “pasarle a uno con sus derechos por encima” si no piensa igual que él. Le pegó duro al candidato, acusándolo de tener doble moral y de querer deshacerse de cualquiera que le estorbe. Y Royman Muñoz, otro exdelegado, va aún más lejos, hablando de una “cacería de brujas” orquestada por la cúpula del partido, por denunciar corrupción y acoso político. ¡Uy, qué picardía!
La verdad es que este rollo ha levantado polvareda en el ambiente político, y muchos se preguntan si el PLN está perdiendo el rumbo. Algunos temen que, si Ramos llega al gobierno, gobernará de manera autoritaria, silenciando a cualquiera que critique sus decisiones. Y otros simplemente se ríen y dicen que esto es el reflejo de la crisis interna que atraviesa el partido, un síntoma de que las cosas van a la deriva. Parece que el PLN necesita urgentemente una limpieza profunda, más allá de echar a unos cuantos delegados.
Con todo este panorama, no puedo evitar preguntarme: ¿Es posible que el PLN haya perdido la capacidad de autoevaluarse y corregir sus errores, o estamos presenciando el principio del fin de un partido histórico? ¿Ustedes creen que las purgas internas debilitarán al PLN o lo fortalecerán a largo plazo? Déjenme saber qué piensan en los comentarios, ¡y que no falte el palo!