¡Ay, dios mío, qué vaina! La Gran Maratón Costa Rica, que prometía ser un fiestón deportivo, terminó dejando un sabor agridulce en varios corredores. Miles sudamos la camiseta este domingo pasado, desde las cinco de la mañana corriendo como locos por las calles de San José, y algunos se fueron con las manos vacías... ¡sin su medalla!
La carrera, organizada por primera vez, reunió a más de diez mil atletas de todos lados, verdaderamente un espectáculo lleno de energía. Las calles se pintaron de colores con camisetas de equipos y corredores individuales, demostrando que Costa Rica sabe cómo organizar eventos de talla mundial. Todo parecía ir de maravillas, pero luego salió a relucir un problemita, vamos a llamarlo así, porque “torta” sería poco.
Al final de la prueba, varios atletas comenzaron a reclamar que no les entregaron sus merecidas medallas. Imagínate la cara, después de correr media maratón o incluso un máster, llegar a la meta y que te digan que no hay medalla disponible… ¡Una decepción tremenda! La cosa se empezó a viralizar en redes sociales y, claro, este medio tuvo que investigar qué estaba pasando.
Según nos explicó la organización, no hubo ningún desabastecimiento generalizado, sino un error logístico. Resulta que las medallas no estaban listas justo en la zona de llegada, sino guardadas en cajas separadas un poquito más allá. Cuando se dieron cuenta del problema, el personal se movió rápido para solucionar la cosa y estuvieron entregando medallas hasta pasadas las dos de la tarde. Qué lata que esto ocurriera, la verdad.
La carrera, organizada por primera vez, reunió a más de diez mil atletas de todos lados, verdaderamente un espectáculo lleno de energía. Las calles se pintaron de colores con camisetas de equipos y corredores individuales, demostrando que Costa Rica sabe cómo organizar eventos de talla mundial. Todo parecía ir de maravillas, pero luego salió a relucir un problemita, vamos a llamarlo así, porque “torta” sería poco.
Al final de la prueba, varios atletas comenzaron a reclamar que no les entregaron sus merecidas medallas. Imagínate la cara, después de correr media maratón o incluso un máster, llegar a la meta y que te digan que no hay medalla disponible… ¡Una decepción tremenda! La cosa se empezó a viralizar en redes sociales y, claro, este medio tuvo que investigar qué estaba pasando.
Según nos explicó la organización, no hubo ningún desabastecimiento generalizado, sino un error logístico. Resulta que las medallas no estaban listas justo en la zona de llegada, sino guardadas en cajas separadas un poquito más allá. Cuando se dieron cuenta del problema, el personal se movió rápido para solucionar la cosa y estuvieron entregando medallas hasta pasadas las dos de la tarde. Qué lata que esto ocurriera, la verdad.
