¡Ay, Dios mío! Resulta que la cosa está más fea de lo que pensábamos con este huracán Melissa. Se suponía que iba a pasar raudo y furioso, pero dejó secuelas que nos van a tener así, con el corazón en la boca, por unos días. El MEP tuvo que ampliar la suspensión de clases en varias escuelas porque la cosa está bien retorcida allá afuera.
Según el Ministerio de Educación Pública, la situación se puso de cabeza por las lluvias torrenciales que hemos tenido. No es solo que esté lloviendo, es que el suelo ya no aguanta ni una gota más, y eso provoca inundaciones, deslizamientos... ¡una torta!, sinceramente. Quieren evitar cualquier problema pa’ que los niños estén seguros, y eso es lo que cuenta, claro.
Ahora, imagínate la bronca pa’ los padres. Muchos dependen de que los ninos estén en la escuela pa' poder trabajar tranquilamente. De repente tienes que andar buscando quién cuide a los chamacos, reorganizando toda la rutina... Un brete, vamos. Pero bueno, priorizamos la seguridad, no hay otra forma. Al final, nadie quiere ver a sus hijos metidos en problemas.
La ampliación afecta a centros educativos en las direcciones regionales de Coto, Grande de Térraba, Peninsular, Santa Cruz y Nicoya. ¡Imagínate la cantidad de estudiantes que esto impacta! Estuve revisando la lista y parece que las zonas más afectadas son las costeras, obviamente, esas siempre son las primeras en sentirla. Desde Miramar hasta Puerto Jiménez, pasando por sectores de Guanacaste… ¡Qué pena!
Si te preguntas qué pasa con los exámenes estandarizados, tranquilo, el MEP también piensa en eso. Van a reprogramar esos exámenes pa’ la semana del 10 al 14 de noviembre. Así, los alumnos pueden rendirlos sin estrés y con la tranquilidad de que el clima está más amigable. ¡Eso sí es pensar en la gente!
Y ojo, mae, que no es solo que se suspendan las clases. También hay preocupación por las carreteras, porque muchas están intransitables. Te puedes imaginar cómo se complica ir a buscar provisiones o simplemente visitar a familiares que viven en otras localidades. ¡Un chin de problemas acumulados, diay!
Pero no todo está perdido. La solidaridad tica está brillando como siempre. Vecinos ayudándose entre vecinos, organizaciones enviando ayuda humanitaria a las zonas más afectadas… ¡Qué chiva nuestra gente! Siempre nos levantamos después de cualquier adversidad, y esta vez no será la excepción. Ya verás como pronto estaremos volviendo a la normalidad, aunque todavía va a quedar bastante varita por limpiar, eso seguro.
En fin, la situación pinta complicada, pero con calma y trabajando juntos, vamos a superar esto. Ahora me pregunto, ¿crees tú que el gobierno debería destinar más recursos a mejorar la infraestructura escolar en las zonas vulnerables, o consideras que la respuesta actual es suficiente para enfrentar futuros fenómenos meteorológicos?
Según el Ministerio de Educación Pública, la situación se puso de cabeza por las lluvias torrenciales que hemos tenido. No es solo que esté lloviendo, es que el suelo ya no aguanta ni una gota más, y eso provoca inundaciones, deslizamientos... ¡una torta!, sinceramente. Quieren evitar cualquier problema pa’ que los niños estén seguros, y eso es lo que cuenta, claro.
Ahora, imagínate la bronca pa’ los padres. Muchos dependen de que los ninos estén en la escuela pa' poder trabajar tranquilamente. De repente tienes que andar buscando quién cuide a los chamacos, reorganizando toda la rutina... Un brete, vamos. Pero bueno, priorizamos la seguridad, no hay otra forma. Al final, nadie quiere ver a sus hijos metidos en problemas.
La ampliación afecta a centros educativos en las direcciones regionales de Coto, Grande de Térraba, Peninsular, Santa Cruz y Nicoya. ¡Imagínate la cantidad de estudiantes que esto impacta! Estuve revisando la lista y parece que las zonas más afectadas son las costeras, obviamente, esas siempre son las primeras en sentirla. Desde Miramar hasta Puerto Jiménez, pasando por sectores de Guanacaste… ¡Qué pena!
Si te preguntas qué pasa con los exámenes estandarizados, tranquilo, el MEP también piensa en eso. Van a reprogramar esos exámenes pa’ la semana del 10 al 14 de noviembre. Así, los alumnos pueden rendirlos sin estrés y con la tranquilidad de que el clima está más amigable. ¡Eso sí es pensar en la gente!
Y ojo, mae, que no es solo que se suspendan las clases. También hay preocupación por las carreteras, porque muchas están intransitables. Te puedes imaginar cómo se complica ir a buscar provisiones o simplemente visitar a familiares que viven en otras localidades. ¡Un chin de problemas acumulados, diay!
Pero no todo está perdido. La solidaridad tica está brillando como siempre. Vecinos ayudándose entre vecinos, organizaciones enviando ayuda humanitaria a las zonas más afectadas… ¡Qué chiva nuestra gente! Siempre nos levantamos después de cualquier adversidad, y esta vez no será la excepción. Ya verás como pronto estaremos volviendo a la normalidad, aunque todavía va a quedar bastante varita por limpiar, eso seguro.
En fin, la situación pinta complicada, pero con calma y trabajando juntos, vamos a superar esto. Ahora me pregunto, ¿crees tú que el gobierno debería destinar más recursos a mejorar la infraestructura escolar en las zonas vulnerables, o consideras que la respuesta actual es suficiente para enfrentar futuros fenómenos meteorológicos?
