¡Ay, Dios mío! La noticia nos dejó a todos pensando, ¿eh? Monseñor Javier Román, figura clave de la Iglesia Católica en Costa Rica, sigue en cuidados intensivos después de ese susto del infarto. La verdad, nos dio un cosón a todos cuando salió la información, porque es un hombre muy querido y respetado en todo el país.
Como bien saben, el incidente ocurrió la noche del sábado, obligándolo a recibir atención médica urgente. Según lo comunicado por la Conferencia Episcopal, el arzobispo de Limón ha tenido una evolución positiva, aunque todavía necesita estar bajo estricta supervisión médica. Han dicho que está estable, pero eso no significa que estemos fuera de peligro, mándale flores. Lo importante es que la máquina está funcionando y que los doctores le están poniendo toda la atención necesaria.
Para quienes no estén al tanto, Monseñor Román lleva décadas sirviendo a la comunidad católica costarricense. Su labor pastoral, su voz firme en temas sociales y su cercanía con la gente lo han convertido en una figura emblemática, más allá de las creencias religiosas. Recuerdo cuando habló sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, ¡una verdadera visión de futuro! Siempre buscando el bienestar de todos, ese es el mae.
La familia de Monseñor, obviamente, está pasando por momentos difíciles, pero agradecen enormemente el apoyo y cariño recibido desde todas partes. Se nota que el mae tiene mucho afecto en el corazón de los ticos. Han pedido mantenerlos en oración y respetar su privacidad durante este tiempo delicado. Y claro que hay que entenderlos, qué carga deben estar sintiendo ver a alguien tan cercano pasar por esto.
En la Iglesia Católica, la situación ha generado gran preocupación. Monserrat Alvarado, vocera de la conferencia episcopal, declaró que se mantienen en contacto constante con los médicos y con la familia. También mencionaron que la oración es fundamental en estos momentos. Se puede sentir la tensión en el aire, la incertidumbre pesa sobre todos.
Más allá de lo religioso, el tema ha trascendido fronteras. Políticos, empresarios y figuras públicas de diversos ámbitos han expresado sus buenos deseos para una pronta recuperación. Hasta el Presidente de la República envió un mensaje de apoyo, reconociendo la labor del Arzobispo a favor del país. Demuestra que, más allá de ideologías, Monseñor es valorado por muchos, ¡qué tuanis!
Este episodio nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de valorar a las personas que nos rodean. Además, pone de manifiesto cómo una figura religiosa puede tener un impacto significativo en la sociedad. Monseñor Román siempre ha sido un defensor de los derechos humanos, un impulsor de la justicia social y un ejemplo de integridad moral. Ahora, toca esperar y confiar en que pronto podremos verlo de nuevo trabajando a favor de los demás.
Ahora dime, ¿crees que la iglesia debe involucrarse más en la política del país, especialmente en estos tiempos donde parece que todo está dando vuelta al brete? ¿O debería enfocarse únicamente en cuestiones espirituales y dejar la política a los políticos?
Como bien saben, el incidente ocurrió la noche del sábado, obligándolo a recibir atención médica urgente. Según lo comunicado por la Conferencia Episcopal, el arzobispo de Limón ha tenido una evolución positiva, aunque todavía necesita estar bajo estricta supervisión médica. Han dicho que está estable, pero eso no significa que estemos fuera de peligro, mándale flores. Lo importante es que la máquina está funcionando y que los doctores le están poniendo toda la atención necesaria.
Para quienes no estén al tanto, Monseñor Román lleva décadas sirviendo a la comunidad católica costarricense. Su labor pastoral, su voz firme en temas sociales y su cercanía con la gente lo han convertido en una figura emblemática, más allá de las creencias religiosas. Recuerdo cuando habló sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, ¡una verdadera visión de futuro! Siempre buscando el bienestar de todos, ese es el mae.
La familia de Monseñor, obviamente, está pasando por momentos difíciles, pero agradecen enormemente el apoyo y cariño recibido desde todas partes. Se nota que el mae tiene mucho afecto en el corazón de los ticos. Han pedido mantenerlos en oración y respetar su privacidad durante este tiempo delicado. Y claro que hay que entenderlos, qué carga deben estar sintiendo ver a alguien tan cercano pasar por esto.
En la Iglesia Católica, la situación ha generado gran preocupación. Monserrat Alvarado, vocera de la conferencia episcopal, declaró que se mantienen en contacto constante con los médicos y con la familia. También mencionaron que la oración es fundamental en estos momentos. Se puede sentir la tensión en el aire, la incertidumbre pesa sobre todos.
Más allá de lo religioso, el tema ha trascendido fronteras. Políticos, empresarios y figuras públicas de diversos ámbitos han expresado sus buenos deseos para una pronta recuperación. Hasta el Presidente de la República envió un mensaje de apoyo, reconociendo la labor del Arzobispo a favor del país. Demuestra que, más allá de ideologías, Monseñor es valorado por muchos, ¡qué tuanis!
Este episodio nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de valorar a las personas que nos rodean. Además, pone de manifiesto cómo una figura religiosa puede tener un impacto significativo en la sociedad. Monseñor Román siempre ha sido un defensor de los derechos humanos, un impulsor de la justicia social y un ejemplo de integridad moral. Ahora, toca esperar y confiar en que pronto podremos verlo de nuevo trabajando a favor de los demás.
Ahora dime, ¿crees que la iglesia debe involucrarse más en la política del país, especialmente en estos tiempos donde parece que todo está dando vuelta al brete? ¿O debería enfocarse únicamente en cuestiones espirituales y dejar la política a los políticos?
