¡Ay, pata! Aquí vamos otra vez con elecciones y promesas de cambiarle la cara al país. Esta vez, Natalia Díaz, de Unidos Podemos, se lanzó con un discurso ambicioso sobre la educación durante el debate en Colypro y la U. Quién iba a decir que la educación se pondría tan candela este año, ¿verdad?
La candidata no anduvo con rodeos: quiere meterle mano al sistema desde el Poder Ejecutivo, nombrando a alguien que conozca el terreno como la palma de la mano. Dice que basta de andar hablando y hay que hacer cosas concretas. "Si no conoce el sistema por dentro, todo se vuelve muy difícil", sentenció. Un palo certero para algunos burócratas que parecen vivir en otro planeta.
Y ni hablar del INA. Parece que tienen buenito el brete, con unos $350 millones guardados. Díaz promete modernizar los horarios, adaptar la formación a las necesidades de cada cantón y, lo más importante, asegurar que los jóvenes tengan trabajo después de estudiar. Porque, díganlo en voz alta, ¿de qué sirve un título si te toca vender empanadas en la esquina?
Pero la cosa no va solo por el MEP y el INA. Natalia también puso la lupa sobre las universidades, señalando que algunas se han ido de caña con la autonomía y ya no están conectadas con la realidad del mercado laboral. "No podemos seguir en una ruta que no está dando resultados," enfatizó. Claramente, hay hartazgo con cómo algunas instituciones educativas ven el FEES solamente como una oportunidad de subir precios año tras año, sin mejorar la calidad ni la empleabilidad.
El Consejo Superior de Educación (CSE), según Díaz, también necesita un empujoncito. Lo acusa de haberse quedado atorado en reglamentos y olvidarse de aportar ideas nuevas y conocimientos técnicos. La idea es fortalecerlo con expertos que puedan asesorar al ministro de turno y darle una dirección clara al sistema educativo. ¡Imagínate, un CSE que realmente funcione!
Para muchos, esta propuesta suena bien, pero queda la duda: ¿será que Natalia sí puede mover los hilos desde el Ejecutivo y lograr cambios reales? Ya hemos visto tantas promesas hechas polvo que cuesta creer, ¿verdad, mae? La oposición, claro, está lista para señalar cualquier tropiezo y sacar raja política. Esto pinta interesante, sin duda alguna.
Mientras tanto, los docentes, los estudiantes y todos los que tenemos interés en una educación digna seguimos esperando. Esperanza hay, pero también precaución. Que no nos anden echando arena a los ojos con discursos bonitos y planes poco claros. Queremos ver hechos, ¡bien hechos!
Con toda esta movida, me pregunto: ¿crees que Natalia Díaz realmente tiene la llave para transformar la educación costarricense, o esto será solo más humo y espejos? Déjanos tus opiniones en el foro, ¡queremos saber qué piensas tú!
La candidata no anduvo con rodeos: quiere meterle mano al sistema desde el Poder Ejecutivo, nombrando a alguien que conozca el terreno como la palma de la mano. Dice que basta de andar hablando y hay que hacer cosas concretas. "Si no conoce el sistema por dentro, todo se vuelve muy difícil", sentenció. Un palo certero para algunos burócratas que parecen vivir en otro planeta.
Y ni hablar del INA. Parece que tienen buenito el brete, con unos $350 millones guardados. Díaz promete modernizar los horarios, adaptar la formación a las necesidades de cada cantón y, lo más importante, asegurar que los jóvenes tengan trabajo después de estudiar. Porque, díganlo en voz alta, ¿de qué sirve un título si te toca vender empanadas en la esquina?
Pero la cosa no va solo por el MEP y el INA. Natalia también puso la lupa sobre las universidades, señalando que algunas se han ido de caña con la autonomía y ya no están conectadas con la realidad del mercado laboral. "No podemos seguir en una ruta que no está dando resultados," enfatizó. Claramente, hay hartazgo con cómo algunas instituciones educativas ven el FEES solamente como una oportunidad de subir precios año tras año, sin mejorar la calidad ni la empleabilidad.
El Consejo Superior de Educación (CSE), según Díaz, también necesita un empujoncito. Lo acusa de haberse quedado atorado en reglamentos y olvidarse de aportar ideas nuevas y conocimientos técnicos. La idea es fortalecerlo con expertos que puedan asesorar al ministro de turno y darle una dirección clara al sistema educativo. ¡Imagínate, un CSE que realmente funcione!
Para muchos, esta propuesta suena bien, pero queda la duda: ¿será que Natalia sí puede mover los hilos desde el Ejecutivo y lograr cambios reales? Ya hemos visto tantas promesas hechas polvo que cuesta creer, ¿verdad, mae? La oposición, claro, está lista para señalar cualquier tropiezo y sacar raja política. Esto pinta interesante, sin duda alguna.
Mientras tanto, los docentes, los estudiantes y todos los que tenemos interés en una educación digna seguimos esperando. Esperanza hay, pero también precaución. Que no nos anden echando arena a los ojos con discursos bonitos y planes poco claros. Queremos ver hechos, ¡bien hechos!
Con toda esta movida, me pregunto: ¿crees que Natalia Díaz realmente tiene la llave para transformar la educación costarricense, o esto será solo más humo y espejos? Déjanos tus opiniones en el foro, ¡queremos saber qué piensas tú!
