¡Ay, Dios mío, qué alivio! Ya casi llega diciembre y con él toda la onda de la Navidad, las reuniones familiares, los turrones… y pa’ muchos de nosotros, el dilema de si podemos o no disfrutar de esos dulces tradicionales sin sentirnos luego peor que un gato arañado. Pero este año, parece que tenemos una solución más que decente gracias a Glunos, la marca que le está poniendo sabor a la Navidad sin gluten.
Verás, durante años, quien tenía alguna sensibilidad al gluten se resignaba a comer ensalada rusa mientras los demás se gozaban el queque de vainilla. Era una bronca, un fastidio. Una verdadera “vareza”. Pero ahora, Glunos ha venido a romper ese molde, ofreciendo galletas, queques, pan de gengibre y otros postrecillos que saben prácticamente igualito que los originales, pero sin ese ingrediente problemático. ¡Y eso sí que es una bendición!
Y no me vengan con cuento de que lo sin gluten sabe a cartón mojado porque esto está bien sabroso, ¿me entiendes? He probado sus galletas y te digo que hasta mi abuela, que es la reina del queque navideño, se quedaría corta. Glunos no se anda con rodeos, ha invertido en tecnología, materia prima de calidad y gente capacitada para asegurar que sus productos tengan el mismo sabor y textura que los clásicos. Además, han puesto controles súper estrictos para evitar cualquier contaminación cruzada, un tema clave para quienes tienen celiaquía o intolerancia.
Lo interesante de todo esto es que Glunos no solo se enfoca en cumplir con las regulaciones sanitarias, sino que realmente busca ofrecer una experiencia deliciosa. Han trabajado con chefs y expertos en gastronomía para replicar esas recetas tradicionales que nos recuerdan a nuestra infancia, pero adaptándolas a las necesidades de quienes evitan el gluten. Se nota que le han metidole pura intención, pura ganas de hacer las cosas bien.
Si vas al supermercado, ya puedes encontrar sus productos en Auto Mercardo, Walmart, Más x Menos y hasta en algunos hoteles. Así que ya no tienes excusa para privarte de esos antojos navideños. Y ni hablar de los hoteles, imagínate poder disfrutar un desayuno completo con opciones sin gluten, ¡eso sí que es lujo!
Pero ojo, no todo es color de rosa. Algunos podrían decir que estos productos son más caros que los convencionales, y quizás tengan razón. Pero yo creo que vale la pena pagar un poquito más por tener la tranquilidad de saber que estás consumiendo algo seguro y delicioso, especialmente si tienes alguna condición médica. Al final, la salud no tiene precio, ¿verdad?
Glunos lleva ya unos nuevecitos años en el mercado costarricense, ganándose la confianza de los consumidores poco a poco. Y esta Navidad, han lanzado una campaña que invita a compartir la alegría de la temporada sin preocupaciones. Dicen que celebrar también es compartir con tranquilidad, y totalmente de acuerdo con ellos. Porque, ¿de qué sirve estar rodeado de familia y amigos si te sientes incómodo o preocupado por lo que comes?
Así que, vamos a disfrutar de esta Navidad a full, comiendo rico y sin remordimientos. Pero dime tú, ¿crees que es importante que las empresas inviertan en productos especializados para personas con necesidades dietéticas específicas, o deberíamos enfocarnos en cambiar nuestros hábitos alimenticios para adaptarnos a lo que hay disponible?
Verás, durante años, quien tenía alguna sensibilidad al gluten se resignaba a comer ensalada rusa mientras los demás se gozaban el queque de vainilla. Era una bronca, un fastidio. Una verdadera “vareza”. Pero ahora, Glunos ha venido a romper ese molde, ofreciendo galletas, queques, pan de gengibre y otros postrecillos que saben prácticamente igualito que los originales, pero sin ese ingrediente problemático. ¡Y eso sí que es una bendición!
Y no me vengan con cuento de que lo sin gluten sabe a cartón mojado porque esto está bien sabroso, ¿me entiendes? He probado sus galletas y te digo que hasta mi abuela, que es la reina del queque navideño, se quedaría corta. Glunos no se anda con rodeos, ha invertido en tecnología, materia prima de calidad y gente capacitada para asegurar que sus productos tengan el mismo sabor y textura que los clásicos. Además, han puesto controles súper estrictos para evitar cualquier contaminación cruzada, un tema clave para quienes tienen celiaquía o intolerancia.
Lo interesante de todo esto es que Glunos no solo se enfoca en cumplir con las regulaciones sanitarias, sino que realmente busca ofrecer una experiencia deliciosa. Han trabajado con chefs y expertos en gastronomía para replicar esas recetas tradicionales que nos recuerdan a nuestra infancia, pero adaptándolas a las necesidades de quienes evitan el gluten. Se nota que le han metidole pura intención, pura ganas de hacer las cosas bien.
Si vas al supermercado, ya puedes encontrar sus productos en Auto Mercardo, Walmart, Más x Menos y hasta en algunos hoteles. Así que ya no tienes excusa para privarte de esos antojos navideños. Y ni hablar de los hoteles, imagínate poder disfrutar un desayuno completo con opciones sin gluten, ¡eso sí que es lujo!
Pero ojo, no todo es color de rosa. Algunos podrían decir que estos productos son más caros que los convencionales, y quizás tengan razón. Pero yo creo que vale la pena pagar un poquito más por tener la tranquilidad de saber que estás consumiendo algo seguro y delicioso, especialmente si tienes alguna condición médica. Al final, la salud no tiene precio, ¿verdad?
Glunos lleva ya unos nuevecitos años en el mercado costarricense, ganándose la confianza de los consumidores poco a poco. Y esta Navidad, han lanzado una campaña que invita a compartir la alegría de la temporada sin preocupaciones. Dicen que celebrar también es compartir con tranquilidad, y totalmente de acuerdo con ellos. Porque, ¿de qué sirve estar rodeado de familia y amigos si te sientes incómodo o preocupado por lo que comes?
Así que, vamos a disfrutar de esta Navidad a full, comiendo rico y sin remordimientos. Pero dime tú, ¿crees que es importante que las empresas inviertan en productos especializados para personas con necesidades dietéticas específicas, o deberíamos enfocarnos en cambiar nuestros hábitos alimenticios para adaptarnos a lo que hay disponible?
