¡Ay, Dios mío! Resulta que lo de vestirse siempre de negro no es solo cuestión de gustito estético, ¿eh? Parece que estamos comunicándole cosas al mundo sin siquiera darnos cuenta. Unas gentes expertas en imagen han sacado a relucir que esa manía por el negro puede esconder más de lo que aparenta, desde una bajita autoestima hasta ganas de meterse en un rincón bien oscuro.
Imagínate, según Claudia Merino, una consultora de imagen internacional, la mayoría de las veces no es pura casualidad andar siempre vestido de negro. Dicen que es como ponerte un escudo, una armadura contra el mundo entero. Te quieres camuflar, pasarte desapercibido, evitar que te miren mucho, ¿me entiendes?
Desde la psicología, explican que el negro es un color que absorbe toda la luz, como si no quisieras reflejar nada de ti mismo. Es como decir “aquí estoy, pero no me vean, no me juzguen”. Y claro, para muchos de nosotros que andamos batallando con la inseguridad, eso suena bastante reconfortante, ¿no creen? Es como encontrar un escondite donde nadie te puede tocar.
Pero ojo, porque no todo es bueno. Si quieres transmitir liderazgo, cercanía, o mostrar que tienes confianza en ti mismo, andar siempre de negro puede mandarle el mensaje equivocado al mundo. Es como intentar hacer un baile de salsa con zapatos de tacón, simplemente no va conmigo, ¿captas?
La verdad es que hay una relación muy cercana entre nuestras emociones y la ropa que elegimos. Cuando estamos contentos y pilas, solemos optar por colores vivos y alegres. Pero si vamos arrastrando una nube negra encima, es probable que nuestro guardarropa lo refleje, ¿no? Es como el espejo del alma, pero en versión textil.
No se trata de que ahora le declares la guerra al negro, ni de que tires todas tus prendas oscuras a la basura. Lo importante es entender por qué te gusta tanto ese color, qué necesidad estás cubriendo al usarlo. Quizás necesitas sentirte protegido, quizás quieres llamar la menor atención posible. Una vez que descubras eso, puedes empezar a agregarle otros colores a tu vida, poco a poco, como si estuvieras abriendo una ventana a un nuevo amanecer.
En fin, parece que la ropa que usamos dice muchísimo de nosotros, incluso más de lo que pensábamos. Así que la próxima vez que te preguntes qué ponerte, recuerda que no solo estás eligiendo una prenda, sino que estás contando una historia, estés tú listo o no para decírsela al mundo. Y a veces, el silencio del negro habla tan fuerte como cualquier otra cosa.
Ahora dime, ¿alguna vez has pensado en qué significa realmente el color que eliges para vestir? ¿Crees que tu guardarropa refleja tu estado de ánimo o hay otras razones detrás de tus preferencias?
Imagínate, según Claudia Merino, una consultora de imagen internacional, la mayoría de las veces no es pura casualidad andar siempre vestido de negro. Dicen que es como ponerte un escudo, una armadura contra el mundo entero. Te quieres camuflar, pasarte desapercibido, evitar que te miren mucho, ¿me entiendes?
Desde la psicología, explican que el negro es un color que absorbe toda la luz, como si no quisieras reflejar nada de ti mismo. Es como decir “aquí estoy, pero no me vean, no me juzguen”. Y claro, para muchos de nosotros que andamos batallando con la inseguridad, eso suena bastante reconfortante, ¿no creen? Es como encontrar un escondite donde nadie te puede tocar.
Pero ojo, porque no todo es bueno. Si quieres transmitir liderazgo, cercanía, o mostrar que tienes confianza en ti mismo, andar siempre de negro puede mandarle el mensaje equivocado al mundo. Es como intentar hacer un baile de salsa con zapatos de tacón, simplemente no va conmigo, ¿captas?
La verdad es que hay una relación muy cercana entre nuestras emociones y la ropa que elegimos. Cuando estamos contentos y pilas, solemos optar por colores vivos y alegres. Pero si vamos arrastrando una nube negra encima, es probable que nuestro guardarropa lo refleje, ¿no? Es como el espejo del alma, pero en versión textil.
No se trata de que ahora le declares la guerra al negro, ni de que tires todas tus prendas oscuras a la basura. Lo importante es entender por qué te gusta tanto ese color, qué necesidad estás cubriendo al usarlo. Quizás necesitas sentirte protegido, quizás quieres llamar la menor atención posible. Una vez que descubras eso, puedes empezar a agregarle otros colores a tu vida, poco a poco, como si estuvieras abriendo una ventana a un nuevo amanecer.
En fin, parece que la ropa que usamos dice muchísimo de nosotros, incluso más de lo que pensábamos. Así que la próxima vez que te preguntes qué ponerte, recuerda que no solo estás eligiendo una prenda, sino que estás contando una historia, estés tú listo o no para decírsela al mundo. Y a veces, el silencio del negro habla tan fuerte como cualquier otra cosa.
Ahora dime, ¿alguna vez has pensado en qué significa realmente el color que eliges para vestir? ¿Crees que tu guardarropa refleja tu estado de ánimo o hay otras razones detrás de tus preferencias?
