¡Ay, Dios mío! Anoche la carretera nos jugó una mala pasada a varios compatriotas. Entre Limón, Guanacaste y Alajuela, ocho personas terminaron hechas puré en accidentes de tráfico, una verdadera torta que dejó a todos preocupados. Un adulto mayordomo de 87 añitos y una nena de apenas 12 se vieron involucrados, lo que le da un golpe extra a la tristeza del asunto.
Según los reportes oficiales, la primera jugada se dio pasadas las seis y media de la tarde en La Colonia de Pococí. Parece que don Arturo, ya entrado en años, iba caminando tranquilamente cuando un motociclista, quienquiera que sea, lo fue a atropellar. El pobre hombre tuvo que ser trasladado en ambulancia al Hospital de Guápiles en condición crítica; ojalá se recupere pronto, porque a esas edades cualquier cosita se complica.
Pero eso no fue todo, pues minutos después, allá en Palmira de Carrillo, Guanacaste, una muchacha de 27 años salió raspada en un encontronazo entre un carro y una moto. Nada grave, aparentemente, solo algunos rasguños y susto, y fue llevada a la Clínica de Filadelfia para chequearla bien. Uno nunca sabe qué tan fuertes pueden ser los golpes, aunque no parezcan.
Luego vino otro incidente, esta vez en Matama de Limón, a las siete y cuarenta de la noche. Una pareja – una dama de 22 años y una niña de 12 – sufrieron un percance similar, otra colisión entre un carro y una motocicleta. Ambos tuvieron que recibir atención médica rápida de parte de la Cruz Roja y fueron llevados al hospital Tony Facio. Menos mal que la asistencia llegó a tiempo, porque estos accidentes pueden tener consecuencias muy graves, especialmente para los niños.
La noche seguía llena de incidentes. En La Rita de Pococí, un tipo de 35 años terminó en el Hospital de Guápiles luego de otra colisión entre vehículos de dos ruedas y cuatro ruedas. Parece que el brete de la movilidad en nuestras carreteras sigue siendo un problema serio, y necesitamos encontrar soluciones rápidas y efectivas. Ya vamos lidiando con esto unos cuantos años y todavía no hay una solución duradera.
Para rematar la noche, a la una de la mañana en Venecia de San Carlos, tres personas resultaron afectadas en otro choque. Dos hombres, de 38 y 40 años respectivamente, fueron trasladados al hospital de San Carlos, mientras que el tercero, con un poco de diay en la mente, decidió negarse a ir al médico. ¡Imagínate! Esperemos que no se arrepienta después, porque a veces la terquedad nos juega una mala pasada.
Estos sucesos nos recuerdan la importancia crucial de conducir con precaución y respetar las normas de tránsito. No importa cuán apurado estés, la vida siempre debe ser la prioridad número uno. Además, estas situaciones ponen de manifiesto la necesidad de mejorar la infraestructura vial y la educación para la seguridad vial en nuestro país. Necesitamos invertir en mejores carreteras, señales claras y campañas de concientización que realmente hagan mella en la gente. Ver que un adulto mayor o una niña salen lastimados en estos incidentes te pone la piel de gallina.
Definitivamente, anoche fue una noche negra para muchos costarricenses. Con estos tantos acontecimientos, me pregunto: ¿cree usted que las autoridades deberían implementar medidas más estrictas para controlar la velocidad y garantizar la seguridad en nuestras carreteras, o considera que la responsabilidad recae principalmente en el comportamiento individual de los conductores?
Según los reportes oficiales, la primera jugada se dio pasadas las seis y media de la tarde en La Colonia de Pococí. Parece que don Arturo, ya entrado en años, iba caminando tranquilamente cuando un motociclista, quienquiera que sea, lo fue a atropellar. El pobre hombre tuvo que ser trasladado en ambulancia al Hospital de Guápiles en condición crítica; ojalá se recupere pronto, porque a esas edades cualquier cosita se complica.
Pero eso no fue todo, pues minutos después, allá en Palmira de Carrillo, Guanacaste, una muchacha de 27 años salió raspada en un encontronazo entre un carro y una moto. Nada grave, aparentemente, solo algunos rasguños y susto, y fue llevada a la Clínica de Filadelfia para chequearla bien. Uno nunca sabe qué tan fuertes pueden ser los golpes, aunque no parezcan.
Luego vino otro incidente, esta vez en Matama de Limón, a las siete y cuarenta de la noche. Una pareja – una dama de 22 años y una niña de 12 – sufrieron un percance similar, otra colisión entre un carro y una motocicleta. Ambos tuvieron que recibir atención médica rápida de parte de la Cruz Roja y fueron llevados al hospital Tony Facio. Menos mal que la asistencia llegó a tiempo, porque estos accidentes pueden tener consecuencias muy graves, especialmente para los niños.
La noche seguía llena de incidentes. En La Rita de Pococí, un tipo de 35 años terminó en el Hospital de Guápiles luego de otra colisión entre vehículos de dos ruedas y cuatro ruedas. Parece que el brete de la movilidad en nuestras carreteras sigue siendo un problema serio, y necesitamos encontrar soluciones rápidas y efectivas. Ya vamos lidiando con esto unos cuantos años y todavía no hay una solución duradera.
Para rematar la noche, a la una de la mañana en Venecia de San Carlos, tres personas resultaron afectadas en otro choque. Dos hombres, de 38 y 40 años respectivamente, fueron trasladados al hospital de San Carlos, mientras que el tercero, con un poco de diay en la mente, decidió negarse a ir al médico. ¡Imagínate! Esperemos que no se arrepienta después, porque a veces la terquedad nos juega una mala pasada.
Estos sucesos nos recuerdan la importancia crucial de conducir con precaución y respetar las normas de tránsito. No importa cuán apurado estés, la vida siempre debe ser la prioridad número uno. Además, estas situaciones ponen de manifiesto la necesidad de mejorar la infraestructura vial y la educación para la seguridad vial en nuestro país. Necesitamos invertir en mejores carreteras, señales claras y campañas de concientización que realmente hagan mella en la gente. Ver que un adulto mayor o una niña salen lastimados en estos incidentes te pone la piel de gallina.
Definitivamente, anoche fue una noche negra para muchos costarricenses. Con estos tantos acontecimientos, me pregunto: ¿cree usted que las autoridades deberían implementar medidas más estrictas para controlar la velocidad y garantizar la seguridad en nuestras carreteras, o considera que la responsabilidad recae principalmente en el comportamiento individual de los conductores?