¡Ay, Dios mío! Este finde se armó un tremendo jale en Caldera de Esparza. La Fuerza Pública, la policía de fronteras y tránsito pusieron sus botas en el Muelle, echando candela a unos ocho motoconchudos que andaban circulando con motos más bien chuecas. Parece que la Operación Soberanía llegó pa’ poner orden en el carretero.
Según nos cuentan los compañeros de la fuente, el operativo se montó sobre la Ruta Nacional 23, buscando prevenir cositas turbias, mejorar la seguridad vial y cazar a esos que se creen pilotos de Fórmula 1 con vehículos ilegales. Imagínate el brete que le dieron a los que estaban conduciendo, parándolos uno tras otro, revisando papeles como si estuvieran buscando oro en San Isidro.
Y ni hablar de las sorpresas que les tocó a los oficiales. Resulta que varias de esas motos iban más allá de estar sin placa o con la revisión técnica vencida. ¡Se encontraron hasta con individuos cargando ‘chunche’! Marihuana y cocaína, pa’ ser exactos. Así que directo a las instancias judiciales fueron los envoltorios, a ver qué les toca a los responsables, porque eso sí que no tiene remedio. Una verdadera pena que algunos sigan pensando que pueden meterse con esto.
Ahora, claro, los mandamases de la policía se ponen de pecho diciendo que estos controles le hacen un favor enorme a la gente honesta. Dicen que así se mejora la seguridad en la carretera, se evitan accidentes y se le pone freno a la delincuencia organizada. Uno tiene que darle la razón, porque andar tranquilos por ahí no tiene precio, ¿verdad?
Pero, vamos, hay que ser realistas. Esto de tener operativos constantes tiene su costo. No sé si la plata que se invierte en parar a los moteros con problemas podría usarse en arreglar las calles que están peor que un colmillo de mula. Porque, diay, aunque tengamos policías vigilando, si los baches te comen la moto, da igual tener todos los permisos al día.
Y hablando de clima, no podemos olvidar que el huracán Melissa sigue dando lata por fuera. Aunque aquí en el sur estamos sintiendo sus efectos, con lluvias fuertes que han complicado aún más el tráfico. Un verdadero mojón, porque ya encima de los operativos, ahora tenemos que lidiar con el agua hasta las cejas. A veces uno piensa: ¿qué vara nos cae?
En fin, parece que la combinación de operativos policiales y huracanes es la receta perfecta para un finde tranquilo… ¡siempre y cuando tengas el papeleo en regla y no estés haciendo cosas raras! Lo importante es que las autoridades estén atentas y sigamos cuidándonos entre todos. La seguridad de nuestro cantón depende de ello, maé.
Con tantas medidas y controles, ¿cree usted que estas acciones realmente contribuyen a mejorar la seguridad en nuestras carreteras, o simplemente terminan generando molestias innecesarias para los ciudadanos cumplidos? Déjeme saber su opinión en los comentarios!
Según nos cuentan los compañeros de la fuente, el operativo se montó sobre la Ruta Nacional 23, buscando prevenir cositas turbias, mejorar la seguridad vial y cazar a esos que se creen pilotos de Fórmula 1 con vehículos ilegales. Imagínate el brete que le dieron a los que estaban conduciendo, parándolos uno tras otro, revisando papeles como si estuvieran buscando oro en San Isidro.
Y ni hablar de las sorpresas que les tocó a los oficiales. Resulta que varias de esas motos iban más allá de estar sin placa o con la revisión técnica vencida. ¡Se encontraron hasta con individuos cargando ‘chunche’! Marihuana y cocaína, pa’ ser exactos. Así que directo a las instancias judiciales fueron los envoltorios, a ver qué les toca a los responsables, porque eso sí que no tiene remedio. Una verdadera pena que algunos sigan pensando que pueden meterse con esto.
Ahora, claro, los mandamases de la policía se ponen de pecho diciendo que estos controles le hacen un favor enorme a la gente honesta. Dicen que así se mejora la seguridad en la carretera, se evitan accidentes y se le pone freno a la delincuencia organizada. Uno tiene que darle la razón, porque andar tranquilos por ahí no tiene precio, ¿verdad?
Pero, vamos, hay que ser realistas. Esto de tener operativos constantes tiene su costo. No sé si la plata que se invierte en parar a los moteros con problemas podría usarse en arreglar las calles que están peor que un colmillo de mula. Porque, diay, aunque tengamos policías vigilando, si los baches te comen la moto, da igual tener todos los permisos al día.
Y hablando de clima, no podemos olvidar que el huracán Melissa sigue dando lata por fuera. Aunque aquí en el sur estamos sintiendo sus efectos, con lluvias fuertes que han complicado aún más el tráfico. Un verdadero mojón, porque ya encima de los operativos, ahora tenemos que lidiar con el agua hasta las cejas. A veces uno piensa: ¿qué vara nos cae?
En fin, parece que la combinación de operativos policiales y huracanes es la receta perfecta para un finde tranquilo… ¡siempre y cuando tengas el papeleo en regla y no estés haciendo cosas raras! Lo importante es que las autoridades estén atentas y sigamos cuidándonos entre todos. La seguridad de nuestro cantón depende de ello, maé.
Con tantas medidas y controles, ¿cree usted que estas acciones realmente contribuyen a mejorar la seguridad en nuestras carreteras, o simplemente terminan generando molestias innecesarias para los ciudadanos cumplidos? Déjeme saber su opinión en los comentarios!
